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   Vol. 70/No. 22           5 de junio de 2006  
 
 
¡Sindicalicemos las minas!
¡Fortalecer el UMWA! ¡No tiene que morir un solo minero!
(portada/editorial)
 
“Hay solo una herramienta eficaz que pueden utilizar los mineros del carbón para garantizar la seguridad en las minas: un local del sindicato minero UMWA en todas y cada una de las minas”, dijo el editorial de primera plana del número del 6 de febrero de El Militante, al responder al desastre en la mina Sago en enero y a la serie de muertes en el trabajo de otros mineros en Estados Unidos que tuvieron lugar en esa época. “Por eso el Militante hace un llamado a los trabajadores, agricultores y otros a apoyar los esfuerzos de sindicalización realizados por los mineros del carbón en Estados Unidos y Canadá”. Y, deberíamos agregar, en todo el mundo.

La sindicalización de las minas se ha convertido en algo aún más urgente tras la muerte de otros seis mineros en Kentucky, víctimas de la campaña patronal por aumentar sus ganancias. El destino de 57 mineros en el norte de China, atrapados por inundaciones subterráneas, subraya la importancia de esta cuestión a nivel mundial.

Como lo planteó uno de los trabajadores en la mina no.1 de Kentucky Darby, donde murieron cinco hombres el 20 de mayo, “Necesitamos un sindicato ya”.

Ese es el punto de donde debemos partir. No a nuevas o mejores normas de seguridad del gobierno o más inspectores de seguridad en las minas federales o estatales, como proponen muchos políticos capitalistas después de cada gran desastre, apuntando con sus dedos y prometiendo nuevas leyes.

Ya hay suficientes leyes y reglamentos en los libros. Los magnates del carbón las violan rutinariamente recibiendo solo un tirón de orejas, en el mejor de los casos. Ninguna nueva ley, ni inspectores adicionales del gobierno, tienen significado alguno al menos que un movimiento obrero luche para sindicalizar las minas.

Solo tal movimiento puede poner, en manos de los mineros mismos la capacidad de decidir en todas las cuestiones de seguridad en el trabajo.

Como dijimos en el número del 6 de febrero, “Con comités de seguridad del UMWA en cada mina, los mineros del carbón pueden utilizar el poder sindical para abandonar el trabajo si los techos de las minas no están debidamente entibados. Pueden rehusar a trabajar si los niveles de polvillo de carbón explosivos son elevados o se han acumulado gases altamente combustibles. Pueden insistir que se reparen cintas transportadoras defectuosas, alambres expuestos u otros equipos defectuosos antes de empezar a cortar carbón. Pueden rechazar el que se pasen por alto los mecanismos de seguridad en la maquinaria minera”.

Mineros organizados pueden inspeccionar sus propios equipos de oxigeno y asegurarse que funcionen y de que haya reservas adecuadas de oxigeno en las minas que sean fácilmente accesibles en caso de emergencia, antes de que alguien empiece a trabajar su turno. Los trabajadores deben poder parar la producción si la compañía insiste en usar materiales más baratos pero menos fiables y murallas defectuosas para bloquear porciones de la mina que no están en uso, un elemento clave en el desastre en Kentucky.

“Si se les deja llevarse por su codicia, los patrones del carbón jamás van a adoptar tales medidas”, dijimos en el editorial previo. “Al hallarse los precios del carbón a niveles record, ellos están estirando la semana laboral, acelerando la producción y recortando costos. Las partes del cuerpo, los pulmones y las vidas de los trabajadores les importa un comino. Y como demuestran los sucesos más recientes, las agencias “reguladoras” gubernamentales como la Administración para la Seguridad y la Salud en las Minas (MSHA) hacen la vista gorda ante las violaciones o imponen multas tan pequeñas, unos cientos de dólares por las infracciones más severas, que resultan deleznables.

En minas y otros centros de trabajo sin sindicatos, hoy día, a menudo los trabajadores solo están dispuestos a hablar anónimamente para evitar ser despedidos o sufrir otras represalias de los patrones. Cuando escriben sobre las luchas en las que están envueltos, estos trabajadores a menudo sienten la necesidad de usar seudónimos. El movimiento sindical debe defender incondicionalmente el derecho de estos trabajadores y de los medios de difusión de usar estas prácticas para proteger a los trabajadores de los ataques patronales. Esta es una de las lecciones de la lucha por un sindicato de los mineros de Co-Op en Utah, de los magníficos logros, presentados en el artículo de primera plana esta semana.

Es mucho lo que está en juego para el pueblo trabajador, señaló el editorial del Militante del 6 de febrero. A medida que la competencia por las ganancias se intensifica a nivel mundial, se ven amenazadas no solo la salud y la seguridad de trabajadores y agricultores, sino también los salarios, pensiones, atención médica y simple y llanamente la dignidad en el trabajo. Mostrando un desdén absoluto hacia el costo humano, los patrones están acelerando la producción en las minas, , fábricas y entre los ferrocarrileros, camioneros y empleados de aerolíneas.

Millones de trabajadores no se creen las mentiras de los políticos capitalistas que hablan sobre la “inherente inseguridad” en la industria minera y otras. Sabemos que no podemos depender de los inspectores gubernamentales, quienes en realidad están comprometidos con las empresas que supuestamente regulan.

El movimiento obrero debe actuar basándose en la convicción de que ningún minero debe morir.

¡Apoye todas las luchas de los mineros para sindicalizarse!
 
 
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