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Gobierno de Pakistán suspende libertades
Continuarán miles de millones en ayuda militar EE.UU.
(portada, articulo principal)
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AFP/Getty/Mohammad Malik
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Policía arresta abogados en protesta contra régimen en Multan, Pakistán, el 6 de noviembre.
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POR SAM MANUEL
WASHINGTON, 6 de noviembreLa administración Bush dice que seguirá enviando miles de millones en ayuda militar al gobierno de Pakistán a pesar del estado de emergencia que impuso el presidente del país, el general Pervez Musharraf. Washington ha dejado claro que su prioridad consiste en apuntalar un aliado vital en su guerra global contra el terrorismo.
El 3 de noviembre Musharraf suspendió la constitución de Pakistán, disolvió la Corte Suprema y cuatro tribunales superiores provinciales, arrestó a cientos de dirigentes opositores y cerró los medios privados de difusión. A Musharraf se le había informado que la Corte Suprema iba a anular su reelección del mes pasado sobre la base de que no puede seguir como presidente mientras sea
jefe de las fuerzas armadas.
El régimen de Musharraf, quien tomó el poder en un golpe militar en 1999, al principio había sido protector de los talibanes en el vecino país de Afganistán. Cuando el gobierno norteamericano lanzó su campaña para derrocar al régimen de los talibanes después del 11 de septiembre de 2001, Musharraf se convirtió en un aliado inestable pero firme y estratégico de Washington. Desde la invasión de Afganistán, algunas fuerzas de los talibanes y de al-Qaeda se han basado en la zona fronteriza de Pakistán.
En años recientes el ejército pakistaní ha realizado operaciones conjuntas contra los talibanes con fuerzas especiales norteamericanas a ambos lados de la frontera entre Afganistán y Pakistán.
Miles de millones en ayuda militar
El gobierno norteamericano ha otorgado unos 10 mil millones de dólares en ayuda militar a Pakistán en los últimos seis años. El vocero del Pentágono Bryan Whitman dijo el 5 de noviembre que las operaciones militares conjuntas entre Washington e Islamabad continuarían a pesar del estado de emergencia.
La secretaria de estado norteamericana Condoleezza Rice dijo que la administración estudiaría su ayuda a Musharraf a la luz del decreto de emergencia, pero agregó, Debemos estar muy conscientes de que la ayuda a Pakistán está relacionada directamente a la misión contraterrorista.
La crisis del régimen de Musharraf surge de la oposición a su estrecha cooperación con las medidas bélicas de Washington. Su régimen ha encarado crecientes desafíos por parte de partidos opositores burgueses y de grupos armados islamistas vinculados a los talibanes y al-Qaeda.
Washington ha instado a Musharraf a que negocie un pacto de gobernación con dirigentes de los partidos opositores, incluido el Partido Popular de Pakistán encabezado por Benazir Bhutto, y que dimita de la cúpula militar.
Hasta la fecha unas dos mil personas han sido arrestadas. En una de las protestas más grandes, dos mil abogados se manifestaron frente a la Corte Superior en Lahore. Policías usaron gases lacrimógenos para disolver una asamblea en la sede de la Comisión Pakistaní de Derechos Humanos en esa ciudad. Unas 500 figuras de partidos opositores han sido arrestados.
El jefe de la Corte Suprema, Iftikhar Muhammad Chaudhry, quien está bajo arresto domiciliario, llamó a los abogados y a la población entera a que resistieran el estado de emergencia.
Musharraf acusó a la Corte Suprema de haber excarcelado a 61 hombres que según él estaban siendo investigados por actividades terroristas.
Guerra antiterrorista
La administración Bush se ha quejado más y más de que el gobierno pakistaní no está combatiendo consecuentemente el terrorismo. Washington e Islamabad tuvieron fuertes discrepancias en torno a los pactos que Musharraf negoció el año pasado con jefes de tribu para alistarlos en la lucha contra los talibanes y al-Qaeda en la región fronteriza occidental y para reducir la presencia de tropas pakistaníes allí. Los pactos fracasaron y cuando Musharraf volvió a enviar soldados a la zona, muchos fueron muertos o capturados.
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