Vol. 72/No. 51      29 de diciembre de 2008

El curso proletario de la Revolución Cubana se manifiesta como una alternativa —la única para el pueblo trabajador— al capitalismo, un sistema que nos ofrece más y más explotación, guerras y degradación. Acabamos de entrar a la peor crisis del sistema económico capitalista desde la depresión de los años 30, y apenas estamos viendo el comienzo de los despidos en masa, ejecuciones de hipotecas y cortes drásticos de los servicios sociales básicos para los trabajadores y agricultores a nivel mundial. La necesidad de remplazar al capitalismo con un gobierno de trabajadores y agricultores nunca ha sido más urgente.

El pueblo trabajador cubano emprendió ese camino el 1 de enero de 1959, cuando derrocó la dictadura de Fulgencio Batista, respaldada por Washington. Explotados por capitalistas y latifundistas que les robaban sus tierras, reprimían sus protestas y les negaban sus derechos democráticos básicos, los trabajadores y campesinos cubanos se sublevaron, dirigidos por el Ejercito Rebelde y el Movimiento 26 de Julio bajo la dirección de Fidel Castro. Echaron a los ricos propietarios del gobierno. El nuevo poder estatal expropió los grandes latifundios para darles tierra a los campesinos que no la tenían. Los trabajadores tomaron control de las fábricas y las grandes empresas y empezó a aprender a administrarlas para responder a los intereses de la mayoría. El gobierno prohibió la segregación y discriminación racial. Los trabajadores han hecho frente a los ataques de Washington, desde el embargo económico que se mantiene hoy en día hasta la invasión mercenaria de 1961, que fue rotundamente derrotada en Playa Girón.

Desde entonces la dirección comunista cubana ha mantenido este curso, desde el envío de tropas voluntarias para ayudar a derrotar al régimen del apartheid en Sudáfrica, hasta el despliegue de médicos a ofrecer servicios en países por todo el mundo.

Los gobernantes capitalistas en Estados Unidos y otros países han predicho muchas veces la inminente caída de la Revolución Cubana. Son incapaces de entender la solidaridad y fuerza proletaria que prevalece entre los trabajadores cubanos, en contraste con los valores y la competencia de “perro come perro” que fomentan los capitalistas. Un ejemplo de la calidad de personas producidas por la Revolución Cubana son los cinco militantes cubanos que han estado injustamente encarcelados en Estados Unidos por 10 años, y quienes se mantienen en las primeras filas de la lucha de clases hoy día en Estados Unidos.

Todas estas son buenas razones para celebrar el 50 aniversario de la Revolución Cubana y para redoblar nuestros esfuerzos para obtener la libertad de los Cinco Cubanos.
 
 
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