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Un semanario socialista publicado en defensa de los intereses del pueblo trabajador
Vol. 73/No. 19      18 de mayo de 2009

 
(artículo principal)
Mitin del 1 de Mayo
exige legalización
‘Una lucha clave para todo trabajador’
 
Militante/Jorge Letora
Contingente en la marcha del Primero de Mayo en el centro de Chicago. El tema de la marcha era “sin legalización no habrá igualdad de derechos laborales”.

POR BETSY FARLEY  
Chicago, 1 de mayo—Más de 3 mil trabajadores y estudiantes marcharon desde el Parque Unión hasta la Plaza Federal en el centro de Chicago el Primero de Mayo para exigir la legalización de todos los inmigrantes. Desafiaron un intento de las autoridades municipales de cancelar la marcha bajo el pretexto del brote de la gripe porcina.

Decenas de miles más marcharon en decenas de acciones a través del país para celebrar este día internacional de los trabajadores (vea lista en la página 6).

En Chicago, columnas de trabajadores de diversos sindicatos, jornaleros, vendedores ambulantes y estudiantes de secundaria y universitarios marcharon detrás de una pancarta que anunciaba el lema de la marcha del Primero de Mayo allí: “Sin legalización no habrá igualdad de derechos laborales”. Participaron inmigrantes de México, Centroamérica, Corea, Polonia, Palestina y muchos otros países, así como trabajadores y jóvenes nacidos en Estados Unidos.

“Estoy aquí porque necesitan nuestra ayuda”, dijo Jarrell Flowers, un joven trabajador afroamericano que lleva unos meses desempleado.

Estela García, una obrera de imprenta de 43 años de edad, se sumó a la marcha para exigir que cesen las redadas. “Queremos que reconozcan nuestra legalidad en este país. Solo buscamos trabajo, nada más. Vamos a trabajar todos los días con temor a ser deportados”, dijo.

Los organizadores dieron una conferencia de prensa el 30 de abril para difundir su decisión de que la marcha no se cancelaba. Margarita Klein, directora del personal del sindicato Trabajadores Unidos, dijo que los organizadores de la marcha se negaron a cancelarla hasta que “se cancelen todos los eventos deportivos, funciones de película, misas o clases”.

“El Primero de Mayo es un día tradicional para plantear reivindicaciones, que se remonta más de 100 años. Los trabajadores e inmigrantes están siendo atacados y las autoridades municipales no van a disuadir a los organizadores del Primero de Mayo de ejercer sus derechos de hablar de asuntos que afectan a millones de personas”, decía el comunicado de prensa emitido por la Coalición del 10 de Marzo, que organizó la manifestación.

Hubo contingentes ingeniosos y entusiastas a lo largo de la manifestación. Nayeli Vázquez, quien marchó con un grupo de 20 estudiantes de la secundaria Glenbrook South, portaba mariposas monarcas coloridas y grandes hechas de cartón. “Las mariposas inmigran adonde necesitan para sobrevivir, y no necesitan papeles”, dijo.

Arely Ramírez, de 17 años, dijo, “Vine a marchar por los derechos de los trabajadores. Los trabajadores inmigrantes trabajan muchas horas y les pagan menos. Mi mamá trabaja en una fábrica de carne y mi papá trabaja en una tintorería”.

Los manifestantes corearon consignas al llegar al centro de Chicago. “¡Obama, escucha, estamos en la lucha!”, “¿Qué queremos? ¡Amnistía!, ¿Cuándo? ¡Ahora, ahora, ahora! Otras consignas populares eran, “¡La lucha obrera no la para la frontera!” y “¡El pueblo callado jamás será escuchado!”

Los oradores de la concentración en la Plaza Federal fueron representantes de organizaciones pro derechos de los inmigrantes, de sindicatos, de iglesias y estudiantes.

Armando Robles, presidente del Local 1110 del sindicato electricista UE, habló a nombre de antiguos trabajadores de la fábrica de ventanas Republic Windows and Doors, quienes hicieron un plantón de una semana en la fábrica hasta que ganaron 60 días de salarios y beneficios que se les debía bajo las leyes federales luego que la compañía cerrara la fábrica. “Le exigimos al presidente Obama que apruebe una reforma migratoria”, dijo. “Necesitamos la legalización para que todos los trabajadores tengan el derecho de organizarse para que las uniones defiendan nuestros derechos”.

Tom Balanoff, presidente del consejo estatal del sindicato de trabajadores de servicios SEIU, fue uno de los oradores. “Necesitamos una verdadera recuperación para las familias obreras, y los trabajadores necesitan un camino hacia la legalización y un camino hacia la ciudadanía para que todos los trabajadores se puedan recuperar”, dijo, reiterando la posición de las centrales sindicales AFL-CIO y Change to Win (Cambiar para Ganar).

María Hernández, una trabajadora de la lavandería industrial y miembro de Trabajadores Unidos, habló con un tono de más urgencia: “¡Obama, escúchanos! Los niños están siendo separados de sus padres, a sus familiares los ponen en la cárcel!” dijo. “¡Necesitamos una amnistía ya para todos!”

Carlos Arango, director de Casa Aztlán y veterano luchador por los derechos de los inmigrantes, también habló. “El presidente Obama ha construido dos muros”, dijo. “Un muro físico en la frontera, y un muro virtual con las computadoras”. Se refería al sistema electrónico E-Verify de bancos de datos, que operan conjuntamente el Departamento de Seguridad de la Tierra Nativa (Homeland Security) y la Administración del Seguro Social para verificar el estatus inmigratorio de los trabajadores. “Lo que queremos es amnistía, papeles para todos” dijo Arango, en respuesta a los planes del gobierno federal de continuar con las redadas en los centros de trabajo.

Este año no habló ningún funcionario electo, en contraste con la manifestación del año pasado, en la que habló el alcalde de Chicago Richard Daley y otros políticos. El departamento de policía de Chicago insistió en que la marcha empezara media hora antes de lo previsto, por lo que centenares de personas que llegaron después no pudieron unirse a la marcha.

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