Vol. 74/No. 14 12 de abril de 2010
Choy es un general de brigada retirado de las fuerzas armadas de Cuba que ha asumido muchas responsabilidades de dirección desde que participó en la lucha revolucionaria para derrocar a la dictadura de Fulgencio Batista, respaldada por Washington, en los años 50.
En el transcurso de la semana Choy habló ante más de 700 personas en mítines universitarios, actividades en la comunidad china y otros eventos. Las muchas presentaciones que él hizo fueron seguidas de períodos de debate en que se abordaron una amplia gama de temas acerca de la Revolución Cubana.
Choy, junto con Moisés Sío Wong y Gustavo Chui, es uno de los tres autores del libro Nuestra historia aún se está escribiendo: La historia de tres generales cubano-chinos en la Revolución Cubana, publicado por la editorial Pathfinder. El libro explica cómo la conquista revolucionaria del poder por parte del pueblo trabajador en Cuba hace unos 50 años y su defensa de ese poder frente al empeño de Washington en destruirlo señala el camino hoy día para el avance de la humanidad. El libro ha suscitado un amplio interés desde su edición en 2005 y ha sido el tema de más de 75 presentaciones y mesas redondas en distintas ciudades del mundo.
El evento en la UQAM fue moderada por Víctor Armony, director del Observatorio de las Américas en esa universidad, que organiza conferencias con invitados de América Latina, y Patrick Véronneau, un estudiante de derecho. El Observatorio y Libros Pathfinder de Montreal fueron los principales organizadores del recorrido de cinco días, auspiciado también por numerosos grupos estudiantiles y docentes en diversas universidades, junto con organizaciones de la comunidad china, entre otros.
Los oradores fueron, además de Choy, Teresita Vicente, embajadora cubana en Canadá; Timothy Chan, presidente de la Sociedad Histórica y Cultural China Canadiense en Montreal; y Mary-Alice Waters, presidenta de la editorial Pathfinder y editora de Nuestra historia aún se está escribiendo. Se les sumaron en la tribuna el cónsul general cubano en Montreal, Sergio Vélez, y Michel Prairie de Libros Pathfinder.
El intercambio se hizo tanto en francés como en español e inglés con interpretación simultánea para todos gracias al trabajo de 14 intérpretes voluntarios.
Amplio apoyo a la gira
Una extensa gama de organizaciones e individuos ayudaron a organizar, promover y financiar la gira de Choy.
Además de la actividad de UQAM, Choy se dirigió a 200 estudiantes en la Universidad de Montreal y a 50 estudiantes en Marianopolis College, un centro preuniversitario de habla inglesa. Choy fue el invitado de honor en un banquete, auspiciado por la Sociedad Histórica y Cultural China Canadiense, en el restaurante Ruby Rouge del barrio chino, al que asistieron 100 personas.
Todos los eventos de la gira, tanto grandes como pequeños, fueron traducidos entre el francés, el inglés y el español y cuando era necesario, también al chino.
Velada cultural
Otro aspecto notable de la visita fue la oportunidad de conocer y conversar con muchos miembros de la comunidad cultural y artística de Quebec durante una cena organizada por el conocido artista quebequense Armand Vaillancourt y su compañera, la artista Joanne Beaulieu. Vaillancourt, veterano partidario de la independencia de Quebec y defensor de la Revolución Cubana, fue uno de los que invitaron a Choy a Montreal y que participaron en muchos de los eventos de la gira. En el patio de su casa había puesto una pancarta grande que exige la libertad de los cinco cubanos revolucionarios presos en Estados Unidos.
Vaillancourt y Beaulieu le mostraron a Choy su casa de tres pisos, incluidos el estudio y taller de Vaillancourt. Artistas callejeros tales como un tragafuegos y una cantante y guitarrista entretuvieron a los invitados.
La cena, a la que asistieron unas 100 personas, fue anunciada como una discusión franca sobre la cultura, los derechos democráticos y otros temas en relación con la Revolución Cubana.
Choy, quien preside el Grupo de Trabajo Estatal de la Bahía de La Habana y encabeza el extenso proyecto de saneamiento ambiental en la zona, también tuvo la oportunidad de conversar con funcionarios municipales de los parques y de la protección del medio ambiente. Junto al cónsul Sergio Vélez, se reunió con Pierre Bouchard, director del departamento de parques, y otros funcionarios municipales para intercambiar experiencias sobre programas y políticas ambientales en Montreal y La Habana.
Historia revolucionaria de Cuba
Al presentar a Choy al público en la UQAM, Waters describió el movimiento al que Choy se unió en los años 50 para derrocar a la dictadura militar de Fulgencio Batista, una de las más brutales que jamás había conocido América Latina.
Después de agotar todas las demás vías, dijo Waters, los trabajadores y campesinos de Cuba empuñaron las armas contra la dictadura y tras seis años de lucha revolucionaria la derrocaron. Cuando tomaron el poder, observó, no se habían propuesto hacer una revolución socialista. Simplemente comenzaron a tomar medidas para reducir la brecha entre los obscenamente ricos y los que vivían en condiciones de pobreza desesperada. Entre otras medidas se realizó una reforma agraria para garantizarles tierra a los pobres del campo.
Millones de acres de las mejores tierras estaban en manos de familias norteamericanas y sus empresas, dijo Waters. La reforma agraria, que limitó la extensión de las propiedades de tierra, suscitó los primeros intentos de los gobernantes norteamericanos de derrocar la revolución, trayectoria política que continúa hasta el día de hoy. Al defender sus logros, los trabajadores y agricultores de Cuba se movilizaron para profundizar su revolución. Establecieron el primer territorio libre de América, y durante 50 años han hecho frente al imperialismo, dijo Waters. Así nació la revolución socialista cubana.
Esta es la causa del odio implacable del gobierno norteamericano hacia la Revolución Cubana, subrayó. Hoy día debemos tener presente esa realidad al constatar una nueva ola de ataques contra su pueblo y su gobierno: los intentos de tachar a Cuba como país que persigue y encarcela a los opositores políticos por sus ideas.
Cuba revolucionaria es un país donde no se ha torturado o desaparecido a nadie, dijo. El respeto del gobierno por los derechos humanos del pueblo de Cuba y del mundo no tiene par.
En Cuba se dice que un tercio del pueblo es de origen europeo, un tercio es africano y un tercio es chino, dijo Choy en sus palabras de apertura, al describir la importación de trabajadores en servidumbre a Cuba durante el siglo XIX. Choy destacó el historial intachable de los cubano-chinos junto a los luchadores de ascendencia europea y africana en las batallas contra el colonialismo español, que extraía enormes riquezas de la mano de obra de los esclavos africanos y los trabajadores chinos.
Timothy Chan, al hablar antes de Choy, había explicado que en el siglo XIX y a principios del siglo XX algunos de los trabajadores chinos habían cruzado Canadá de Vancouver a Montreal, y de ahí habían viajado a Cuba, entre ellos algunos miembros de su propia familia.
Los cubano-chinos también se destacaron en la Revolución Cubana, dijo Choy. Relató cómo él y otros cubano-chinos se unieron al movimiento. La Revolución Cubana desde un principio le declaró guerra a la discriminación contra los negros, las mujeres y los chinos, explicó Choy. Luchamos por la igualdad. No somos perfectos, pero hemos logrado grandes avances.
Choy explicó que Cuba ha mantenido su internacionalismo proletario desde el comienzo de la revolución, una trayectoria independiente de la política del gobierno de la antigua Unión Soviética. Tuvimos relaciones excelentes con la Unión Soviética, pero nunca les hicimos reverencias, dijo. Nosotros apoyamos las luchas de liberación en Africa y América Latina, y el Partido Comunista Soviético no estaba de acuerdo con nosotros.
El general cubano resaltó la gestión que dirigió Ernesto Che Guevara para organizar un movimiento revolucionario en el Cono Sur de América Latina, empezando en Bolivia. Che no recibió el apoyo necesario del Partido Comunista Boliviano. Ellos seguían al Partido Comunista Soviético y le dieron la espalda a Che dijo, contribuyendo a la derrota de esa lucha y al asesinato de Guevara por los militares bolivianos y las fuerzas de inteligencia norteamericanas en 1967.
La posición de la Revolución Cubana, agregó Choy, es que no debe permitirse que la opresión continúe durante siglos sin ofrecer resistencia. Hay que cambiarla. Dio el ejemplo de la ayuda militar cubana al gobierno de Angola entre 1975 y 1988, cuando cientos de miles de voluntarios cubanos lucharon junto al ejército angolano contra la invasión por las fuerzas de la Sudáfrica del apartheid que también ocupaban el vecino país de Namibia.
Con nuestra ayuda no solo Angola sino Namibia logró su independencia, dijo Choy, especialmente después de la batalla decisiva en Cuito Cuanavale, un pueblito en Angola donde el ejército sudafricano sufrió una histórica derrota en 1988.
Choy describió los retos que Cuba enfrenta hoy en un mundo estremecido por la creciente crisis del capitalismo. Sabemos que tenemos problemas. Nuestro presidente, Raúl Castro, ha hablado de eso, dijo Choy. Hoy el gobierno cubano está tomando medidas para aumentar la producción de alimentos en la isla, y para reducir la cantidad de alimentos que deben ser importados y pagados en divisas convertibles.
Estamos entregando tierras ociosas a los que quieren trabajarlas. Ellos venden una parte de sus cultivos al gobierno cubano para la distribución, y lo demás lo venden donde quieran, dijo Choy. Es una transformación que estamos haciendo dentro de nuestro sistema socialista, pero no negamos nuestros principios socialistas de distribución equitativa.
Waters y Choy pidieron que se apoyara a los Cinco Cubanos presos por más de 11 años en Estados Unidos. Estos cinco patriotas fueron a Estados Unidos para penetrar y obtener inteligencia de las organizaciones contrarrevolucionarias que planean ataques, atentados terroristas, contra nuestro país. Ninguno llevaba a cabo espionaje contra Estados Unidos. Son patriotas, afirmó Choy, añadiendo que con el apoyo y la solidaridad de todos los rincones del mundo, algún día el gobierno de Estados Unidos se verá obligado a ponerlos en libertad.
Una semana de amplios debates
A lo largo de la gira, le hicieron preguntas a Choy sobre la historia revolucionaria de Cuba, la política del gobierno y su historial de derechos humanos. Recientemente, y en vísperas de la gira, distintos periódicos de Quebec y de todo Canadá publicaron artículos sobre la muerte de Orlando Zapata Tamayo, quien alegaba ser preso político en Cuba y se quitó la vida en una huelga de hambre. También han habido reportajes sobre la supuesta represión estatal contra las Damas de Blanco, un grupo de autoproclamadas disidentes que han realizado protestas contra el gobierno.
Son opositores de la Revolución Cubana que ha violado nuestras leyes, respondió Choy, Pero no hay prisioneros políticos en Cuba. Uno no puede aceptar dinero de un gobierno extranjero para trabajar contra la revolución. Ningún país en el mundo lo permite.
Un estudiante le preguntó a Choy si tenía consejos sobre lo que se podía hacer para cambiar la situación en su país natal en Africa. Otro estudiante hizo la misma pregunta acerca de Canadá.
No tenemos una fórmula que le imponemos a otros pueblos, contestó Choy. Todo país tiene sus propias condiciones y características. Nosotros tenemos una política de internacionalismo proletario en Cuba. No les damos a otros países lo que nos sobra. Nuestra política es de compartir lo que poco que tenemos.
No podemos decirles y no queremos decirles qué hay que hacer aquí, dijo. Decimos que un mundo mejor es posible, pero que debe ser para todos los habitantes del mundo.
Dos personas preguntaron cómo Cuba se ha preparado para la posibilidad de una invasión norteamericana. Podemos decirles que no pueden intervenir en Cuba porque no lo vamos a permitir, contestó Choy. Hemos preparado a todo el pueblo. Si se produjera dicha agresión, agregó, no sería como en Iraq o en Afganistán . Sin exageración, si ellos invadieran nuestro territorio, cientos de ellos morirían todos los días.
Me he sentido como en mi casa entre los profesores y estudiantes, y con los miembros de la comunidad china, dijo Choy al público en la Universidad de Montreal. Nos sentimos cómodos contestando todas las preguntas, ya sean sobre los llamados prisioneros políticos o sobre nuestras relaciones con Estados Unidos.
Durante su visita Choy recibió saludos de diversos grupos y personas. Entre ellos estaban Karen Sun, directora ejecutiva del Consejo Nacional Chino Canadiense, capítulo de Toronto; Eleanor Yuen, directora de la Biblioteca y Centro Asiáticos de la Universidad de Columbia Británica en Vancouver; Karin Lee, cineasta con la Top Dollar Sisters Productions; y Tim Louis, abogado de Vancouver.
En un mensaje a Choy, Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores en Estados Unidos, dijo, La audacia de las actividades de esta semana en Quebec inspiradas en el libro con la entrevista que dieron los generales de las FAR [Fuerzas Armadas Revolucionarias] Moisés Sío Wong y Gustavo Chui, Nuestra historia aún se está escribiendo nos estimula a todos los que estamos ayudando a promover la gira de los dos estudiantes cubanos a que continuemos el intercambio sobre la Revolución Cubana y el papel que ocupa en el mundo que hoy se está haciendo en Montreal. Este éxito establece una pauta para que podemos organizarnos para ponernos a la misma altura en las próximas cuatro semanas.
Durante su visita Choy fue entrevistado por reporteros de la emisora radial en idioma chino y en español de la Canadian Broadcasting Corporation (CBC); Radio Canada International, división de onda corta de la CBC; la televisión CBC; la emisora comunitaria Radio Centreville; y Ruefrontenac.com, el periódico en Internet de los periodistas y escritores del Journal de Montreal, quienes resisten un paro patronal. La visita de Choy se destacó en la página web de Montréal Black Entertainment Television. Un reportaje con fotos sobre la gira apareció en la edición del 18 de marzo del semanario en chino La Presse Chinoise.
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