Layla al Khatib

Manifestación 19 de enero en Atenas, Grecia, en contra de asesinato de obrero pakistaní y otros ataques contra inmigrantes por partidarios del partido ultraderechista Amanecer Dorado.

La marcha fue llamada por varias organizaciones anti-racistas y pro derechos de los inmigrantes bajo las lemas de “Castigar los asesinos fascistas de Shahzad Luqman” y “¡Fuera los Neonazis!”

Luqman, un trabajador pakistaní, fue apuñalado a muerte mientras conducía su bicicleta al trabajo el 17 de enero. La policía encontró cuchillos y mucha literatura del Amanecer Dorado en la casa de los dos hombres acusados en el asesinato.

“Rechazamos todos los esfuerzos para convertir a inmigrantes en chivos expiatorios para la crisis catastrófica que nos ha hundido debido a las políticas anti-trabajador y antisociales”, escribió el Centro de Trabajo de Atenas en una carta del 11 de enero invitando a los sindicatos afiliados a unirse a la marcha. “Todos los trabajadores juntos, inmigrantes y griegos, enfrentan problemas de desempleo, de trabajo no pagado, acuerdos de trabajo colectivos rotos, de pobreza, de miseria, de la destrucción del estado social y de la represión”.

Contingentes de inmigrantes de Pakistán, de Afganistán, de numerosos países africanos y de otras partes, además de sindicatos y contingentes de estudiantes fueron seguidos por grupos de partidarios de Syriza y otras organizaciones políticas. Syriza, una coalición socialdemócrata, representa la principal oposición de izquierda burguesa y actualmente está recibiendo el apoyo más grande en las encuestas de opinión de cualquier partido en el país.

La creciente crisis social y austeridad gubernamental de los últimos dos años han comenzado a polarizar la política en Grecia, donde uno de cada cinco trabajadores está desempleado, los salarios y pensiones han sido reducidos drásticamente por hasta el 40 por ciento, y más que la mitad de la juventud en el país está sin trabajo.

El apoyo para Amanecer Dorado—con su retórico populista y nacionalista y sus acciones de matones—ha crecido entre pequeños empresarios y otras capas de la clase media, así como trabajadores y jóvenes desmoralizados.

El partido ultraderechista ha denunciado a trabajadores inmigrantes y organizado ataques violentos contra ellos, alegando que—juntos con banqueros del extranjero—son la causa del desempleo y del crimen.

Grecia es una entrada principal a Europa para cientos de miles de trabajadores que buscan una mejor vida que la bajo las condiciones de guerra y pobreza aplastante en Asia del Sur y varios otros países en África y el Oriente Medio.

“Ha habido 800 ataques violentos reportados contra miembros de nuestra comunidad por partidarios del Amanecer Dorado”, Javied Aslam, de la comunidad pakistaní, dijo a la manifestación antes de la marcha. “Exigimos el castigo de los autores de estos ataques. Sin el apoyo de los residentes de la vecindad y de un taxista que siguió a los asesinos, nunca habrían arrestado a los asesinos de Shahzad”.

“Soy inmigrante de Palestina. Grecia es mi tierra natal, no he vivido en ninguna otra parte”, Layla al Khatib, de 17 años y estudiante de secundaria participando en la marcha, dijo al Militante. “Creo que la discriminación racial es uno de los problemas mayores que tienen que ser afrontados”.

“Usted sabe que la gente sin papeles no puede ir a la policía cuando se le están atacando”, agregó al Khatib. “Pero esta manifestación mostró que no somos solos. Vi a toda esa gente apoyando a los inmigrantes. Por fin veo una cierta humanidad hoy. ¡Siente asombrosa!”

“Necesitamos un movimiento de masas que tome posesión del espacio público”, Babis Koukidis, un trabajador del aeropuerto que tiene 46 años, dijo al Militante. “Escuelas, estudiantes, vecindades, y trabajadores todos tiene que unirse en solidaridad. El Amanecer Dorado todavía podrá ser oído, pero lo encontraría imposible realizar sus acciones”.

“Espero que despertemos y demos cuenta de que el Amanecer Dorado es un representante falso del ciudadano frustrado”, dijo una profesora y sindicalista de 46 años que no deseaba dar su nombre. “Son fascistas”.