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Protestas en EUA exigen
derechos para inmigrantes
Próximos eventos por legalización serán el 1 de Mayo
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SEIU/David Sachs
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Decenas de miles marcharon en Washington el 10 de abril para exigir legalización para trabajadores indocumentados a la vez que se debate ¨reforma¨ migratoria en Congreso.
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POR GLOVA SCOTT
Y PAUL PEDERSON
WASHINGTON —Decenas de miles de personas llenaron el césped occidental del capitolio en esta ciudad el 10 de abril para exigir la legalización de los 11 millones de trabajadores indocumentados que viven en Estados Unidos.
La protesta, cuyo tema central fue “Ahora es el momento” para la ciudadanía, tuvo lugar a la vez que senadores demócratas y republicanos se están preparando para presentar una legislación bipartidista para una “reforma” migratoria.
La manifestación fue auspiciada por Casa de Maryland, un grupo de servicios sociales para los inmigrantes, y el sindicato de trabajadores de servicios SEIU 32BJ. Los organizadores dicen que 300 autobuses organizados por sindicatos, iglesias y organizaciones pro derechos de los inmigrantes trajeron a participantes de la costa este, del sur y del medio oeste.
Aunque la manifestación fue integrada en su mayoría por trabajadores de México y Centro América, también se destacaron contingentes de inmigrantes asiáticos y africanos, así como contingentes sindicales que incluyeron a trabajadores caucásicos y afroamericanos nacidos en Estados Unidos, entre ellos del SEIU, del sindicato de obreros de la construcción LIU, del sindicato de trabajadores de telecomunicaciones CWA, del sindicato de la industria alimenticia UFCW, del sindicato automotriz UAW y otros.
Se realizaron muchas manifestaciones por todo el país simultáneamente con la protesta en Washington. Además se están preparando acciones a favor de los derechos de los inmigrantes alrededor del país para el Primero de Mayo, día internacional de los trabajadores.
“Merecen derechos como trabajadores”, dijo al Militante Gabriel Terronez, presidente del Local 434 del UAW y trabajador en la planta de la empresa John Deere en Moline, Illinois.
La fecha de la manifestación fue elegida para conmemorar las masivas protestas que tuvieron lugar el 10 de abril de 2006 en más de 70 ciudades en Estados Unidos para protestar contra el proyecto de ley Sensenbrenner, aprobado por la Cámara de Representantes, que intentaba tachar a todos los trabajadores indocumentados como delincuentes. El 1 de Mayo de 2006, alrededor de 2 millones de personas por todo el país participaron en protestas, dando a estas acciones el carácter de una huelga política de escala nacional. El proyecto de ley Sensenbrenner fue derrotado.
Los oradores en la manifestación de Washington incluyeron al presidente de la NAACP, Benjamin Jealous, quien dio el discurso principal; el director ejecutivo de Casa de Maryland, Gustavo Torres; la presidenta del SEIU, Mary Kay Henry; la ex dirigente de los trabajadores agrícolas Dolores Huerta; el congresista de Chicago Luis Gutiérrez; y el senador Roberto Menéndez, miembro de la llamada banda de los ocho —cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos que están preparando el proyecto de ley de inmigración.
Tiene que haber “una vía plena a la ciudadanía”, dijo Jealous a la multitud.
“Está en los intereses de la nación, está en los intereses económicos, está en los intereses de la seguridad de Estados Unidos tener una reforma migratoria integral”, dijo Menéndez, por medio de la cual los indocumentados puedan “ganarse su ciudadanía”.
La propuesta de la banda de los ocho incluiría un “camino a la ciudadanía” para los que llegaron a Estados Unidos antes de 2012, que demuestren que tienen un trabajo, paguen sus impuestos atrasados y multas sustanciales, aprendan inglés y pasen controles de antecedentes criminales. Los que califiquen recibirían permiso temporal para trabajar, pero no podrán solicitar residencia permanente por lo menos por 10 años, o hasta que el gobierno certifique que el control de las fronteras es 90 por ciento efectivo.
Las propuestas del presidente Barack Obama son similares, salvo que él dice que la frontera ya está segura.
A la vez, la propuesta incluye controles más fuertes de la frontera y el uso obligatorio a escala nacional del sistema E-Verify, una base de datos en el Internet que permite a los patrones verificar el status migratorio de sus empleados. Para asegurar que los patrones sigan teniendo acceso a trabajadores super explotables con menos derechos, el proyecto de ley incluye un programa ampliado de “trabajadores huéspedes” para la construcción, la industria empacadora de carne, los hoteles y otros oficios “no calificados”.
Gutiérrez criticó el elevado número de deportaciones y otros ataques contra los trabajadores inmigrantes bajo Obama, mientras que elogió el programa de “acción diferida” de la administración, que concede un aplazamiento de la deportación a cientos de miles de jóvenes. Como la mayoría de los otros oradores, Gutiérrez habló favorablemente sobre las propuestas de “reforma” que se están preparando en el Congreso, pero no se refirió a nada específico al respecto.
Muchos en las manifestaciones criticaron las propuestas de ley.
“Algunos dicen que uno debe esperar en la cola. No debe haber restricciones, y se debe hacer lo más rápido y fácilmente posible”, dijo al Militante Jon Melegrito, copresidente de Filipinos para la Reunificación Familiar en Maryland.
“Estoy seguro que hay partes en esta reforma que tendrán que ser reformadas”, dijo Eric López, cuyos padres inmigraron de Guatemala a la región de Washington.
Esperar 10 años para calificar para la residencia permanente “no es el tipo de reforma que queremos”, dijo Juan Bocanegra, portavoz del Comité Pro-Reforma Migratoria, en una manifestación de casi 100 personas en el centro de Seattle el mismo día.
Edwin Fruit en Seattle y Deborah Liatos en Nueva York contribuyeron a este artículo.
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