Vol. 78/No. 11 24 de marzo de 2014
Decenas de miles de trabajadores tomaron parte en el paro que tuvo lugar del 24 al 28 de febrero, exigiendo un aumento de salario, la libertad de los sindicalistas encarcelados durante la huelga, el cese de la prohibición a las protestas públicas, compensación para las familias de los huelguistas muertos a manos de las fuerzas del gobierno y el procesamiento de los policías militares que los mataron.
La huelga anterior empezó el 25 de diciembre, cuando cientos de miles de trabajadores dejaron sus trabajos y salieron a las calles en respuesta a la decisión del gobierno de aumentar el salario mínimo mensual a 100 dólares, mucho menos de los 160 dólares que exigían. Las protestas y huelgas disminuyeron después que la policía antimotines y soldados atacaron y abrieron fuego contra los manifestantes el 3 de enero, matando a cinco trabajadores e hiriendo de gravedad a docenas de personas. Veinticinco huelguistas se encuentran detenidos todavía en prisiones de alta seguridad.
El 13 de febrero, 18 sindicatos y federaciones laborales anunciaron un nuevo plan de acción, comenzando con el boicot al sobretiempo.
“Es una campaña para presionar a los dueños de las fábricas y al gobierno a que aumenten el salario mínimo de los trabajadores de la costura, textiles y calzado”, dijo al Militante desde Phnom Penh en una entrevista telefónica el 3 de marzo Rong Chhun, presidente de la Confederación de Sindicatos de Camboya. “Hemos distribuido 200 mil volantes para informar a los trabajadores y hemos recibido una respuesta favorable. No podemos sobrevivir con 100 dólares mensuales.
Los líderes sindicales calculan que más de 100 mil trabajadores participaron en el boicot durante los cinco días del paro. Hay 600 mil trabajadores en casi 800 fábricas en la industria de la ropa y el calzado en Camboya. Ken Loo, secretario general de la Asociación de Fabricantes de Costura, asegura que pocas fabricas fueron afectadas.
“Fue distinto en diferentes fabricas”, dijo Say Sokny, secretario general del sindicato Free Trade, al Militante el 4 de marzo. “En algunas fue un 10 por ciento, en otras 25 por ciento y en otras más. Hubo fábricas donde todos los trabajadores boicotearon las horas extras”.
El 19 de febrero, los ministros del comercio y del trabajo del país se reunieron con representantes de H& M, Gap y Puma, empresas compradoras de ropa producida en Camboya. “Vemos con demasiada frecuencia conflictos industriales aquí”, dijo al Cambodia Daily un representante de H&M. “Para que H&M continúe creciendo en Camboya… necesitamos estabilidad, relaciones industriales saludables, y un mecanismo salarial efectivo.
El mismo día el primer ministro Hun Sen reforzó el Comité para Solucionar Huelgas y Manifestaciones del gobierno, que tiene la tarea de abordar las protestas de los trabajadores, incorporando al comité al comandante y vice comandante de las Fuerzas Armadas Reales Camboyanas, el comandante de la Policía Militar Nacional, el jefe de la policía nacional, el secretario de estado del ministerio de defensa, el director del departamento anti terrorista del ministerio de defensa y el comandante de la Unidad de Guardaespaldas del primer ministro.
“Tratan de asustar a la gente, pero seguiremos adelante con nuestra campaña”, dijo Sokny.
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