POR JOHN HAWKINS
CHICAGO—Los miembros del Local 7-669 del sindicato de trabajadores del acero USW —afectados por un cierre patronal en la planta de conversión de uranio de la empresa Honeywell en Metrópolis, Illinois, desde el 1 de agosto— están tratando de ganar solidaridad para su lucha.
La compañía impuso un cierre patronal contra 150 obreros el día que se vencía su contrato, tras once días de negociaciones. Las negociaciones se reanudaron el 2 y 3 de octubre sin llegar a un acuerdo.
El contrato recién expirado fue aprobado en agosto de 2011, después de una reñida lucha sindical contra un cierre patronal que duró 14 meses. La Honeywell se preparó para el cierre con bastante anticipación alineando un ejército de esquiroles. Pero ningún miembro del Local 7-669 cruzó la línea de piquetes. Los sindicalistas se mantuvieron fuertes, recibieron solidaridad internacionalmente y al final repelieron la mayoría de las demandas por concesiones de los patrones.
El 25 de septiembre, ocho semanas después de iniciado el actual cierre patronal, nueve miembros del Local 7-669 del USW viajaron a Washington para entregar en las oficinas corporativas de la Honeywell 3 200 firmas exigiendo el fin del cierre patronal y que se restituya a los sindicalistas a sus puestos. Una decena de sindicalistas de otros locales del sindicato USW, así como de la Hermandad Internacional de Trabajadores Electricistas, la Coalición de Sindicalistas Negros y el Concejo Central Laboral de Washington, estuvieron presentes en solidaridad con los miembros del Local 7-669.
“Nadie de la compañía bajó para aceptar las peticiones, así que las dejamos con los guardias de seguridad”, dijo Stephen Lech, presidente del Local 7-669, en una entrevista telefónica. “En el congreso del USW en agosto también difundimos información a los otros 3 000 sindicalistas presentes”.
Han empezado a llegar cartas de solidaridad de otras partes del mundo. “Las bases para esto fueron sentadas durante el cierre patronal anterior”, dijo Lech. “Inmediatamente supimos quienes eran nuestros aliados y a quién acudir. Primero que todo, le informamos a los obreros nucleares franceses que el material que recibirían de la Honeywell sería trabajo hecho durante el cierre. Nos comunicamos con IndustriALL y el concejo internacional de trabajadores de Honeywell. Muchos de los mensajes provinieron de esos primeros contactos.
“La compañía todavía está mostrando una posición arrogante”, dijo Lech. “Están atacando derechos básicos como el de distribuir volantes a la entrada de la planta. No estamos interesados en renunciar a tales derechos.
“Los dos puntos principales siguen siendo los beneficios de salud y la subcontratación”, agregó Lech. “Quieren que los sindicalistas paguen 8 000 dólares más de sus propios bolsillos por gastos médicos. Y quieren poder subcontratar otros 100 trabajos, lo cual solo dejaría a 44 trabajadores en el USW.
“Estamos exigiendo que contraten trabajadores permanentes para trabajos permanentes. Desde el fin del cierre patronal anterior ellos han estado sustituyendo unilateralmente con contratistas a los miembros del sindicato que se han jubilado o han renunciado. Dicen que tienen el derecho de hacerlo porque nadie fue cesanteado, pero no es lo que acordamos en el último contrato”.
Los miembros del sindicato se están preparando para la posibilidad de otra larga lucha. El Local 7-669 ha establecido un banco de alimentos y está entregando tarjetas a los miembros que pueden ser usadas en las tiendas locales para comprar abarrotes. El local está cubriendo el costo del seguro médico de 104 personas.
“Todo el que quiera apoyarnos puede visitar el sitio web del sindicato: usw7-669.com”, dijo Lech. “Allí pueden firmar la petición y hacer una donación a través de un cheque o por PayPal. También invitamos a todos nuestros partidarios a venir a Metropolis para una marcha y mitin el sábado, 11 de octubre”.
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