PALM BEACH GARDENS, Florida—“Necesito respuestas. Necesito saber porqué. Porqué mi hijo ya no esta aquí”, dijo Clinton Jones Sr., el padre de Corey Jones, un hombre negro de 31 años muerto por Nouman Raja, un oficial de la policía de Palm Beach Gardens, en una protesta de cientos de personas frente a la estación de policía de esta ciudad el 22 de octubre.
Muchos llevaban carteles escritos a mano que decían, “Justicia para Corey”, “Las vidas de los negros sí importan” y “Todas las vidas importan”.
Jones, un trabajador de la Autoridad de Vivienda de Delray Beach y músico de una banda local y de su iglesia, regresaba de un concierto el 18 de octubre cuando su coche se descompuso como a las 3 de la mañana. Se salió de la carretera por la rampa de salida de Palm Beach Gardens. Un amigo llegó para ayudarle, pero no pudieron arrancar el carro. Jones llamó a una grúa, y el amigo se fue.
Poco después, Raja, vestido de civil y conduciendo una camioneta sin identificación y con ventanas tintadas, disparó contra Jones tres veces. No fue sino hasta 15 horas más que la policía informó a la familia que alguien había matado a Jones.
El jefe de la policía Stephen Stepp dijo en una conferencia de prensa el 20 de octubre que Raja vio lo que parecía ser un coche abandonado. “Cuando el oficial estaba saliendo de su vehículo, fue confrontado repentinamente por un sujeto armado”, dijo Stepp. Dijo que una pistola que pertenecía a Jones, que había sido comprada unos días antes, fue encontrada cerca del coche. Stepp informó que había pedido a la Oficina del Sheriff del condado de Palm Beach que investigara la muerte.
La policía se negó a ofrecer cualquier información adicional hasta la mañana de la manifestación, cuando el fiscal del estado para el condado de Palm Beach David Aronberg se reunió con los miembros de la familia y sus abogados. Benjamin Crump, uno de los abogados, dijo que Aronberg les dijo que Raja disparó seis tiros contra Jones, quien estaba huyendo. Crump había representado previamente a las familias de Trayvon Martin y Michael Brown.
La familia de Jones dijo que Corey compró el arma para su auto defensa porque a menudo transportaba equipo de música caro en horas tardías.
Muchos en la manifestación estaban furiosos de que la policía quería crear una imagen de Jones —bien conocido como músico y activista de la iglesia en el área— como el agresor. “Corey no era violento, no era agresivo”, dijo al Militante la prima de Jones, Kalandreia Davis.
La familia de Jones tiene dudas de que él sabía que Raja, vestido con jeans, una camiseta y una gorra de béisbol, era un policía. “[Corey] no sabe si estaba a punto de ser asaltado, si estaba a punto de ser asesinado”, dijo Crump a la prensa. “Imagínese… el sentido de preocupación que tendría a las tres de la mañana, esperando a la grúa y llega una furgoneta no marcada”.
“Sin faltarse el respeto a ‘Las vidas de los negros sí importan’ —Todas las vidas importan”, dijo al noticiero NBC el hermano de Jones, C.J. Jones. “Mi hermano tenía un montón de amigos. Amigos blancos. Amigos asiáticos”.
Los participantes de la manifestación tenían dudas que los investigadores de la Oficina del Sheriff dirán la verdad. Desde el año 2000, según un informe de la estación WPTV en abril, 114 personas han sido balaceadas por policías de la Oficina del Sheriff, la fuerza policial más grande del área. Pero la agencia dictaminó que todas menos 12 de ellas estaban justificados.
“Es una injusticia”, dijo Alyssa, una trabajadora del supermercado Publix, que es caucásica. Pidió que no se publicara su apellido, y dijo que vino a la manifestación “porque no hacer nada sería lo peor. La policía intenta siempre barrer todo bajo la alfombra”.
También en la manifestación estaban David Adams, cuyo hermano Seth fue muerto a tiros por un policía encubierto del Sheriff del condado de Palm Beach en 2012, y miembros de la familia de Aldo Álvarez, un hombre discapacitado mentalmente que fue balaceado y herido por un policía que estaba fuera de servicio. Tanto la oficina del sheriff como la oficina del fiscal del estado exoneraron a los policías en los dos casos.
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