Declaración emitida el 27 de julio por Osborne Hart, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Nueva York.
Tanto el llamado Obamacare como los planes republicanos de salud ilustran la incapacidad del sistema capitalista para proporcionar cuidado médico de por vida para todos como un derecho desde el nacimiento.
El cuidado de la salud desde que nacemos hasta que morimos solo será posible cuando los trabajadores le arrebaten el poder político a los capitalistas, establezcan un gobierno basado en nuestro poder organizado y movilizado y creen una sociedad que sirva a los intereses de los trabajadores y los agricultores, los que producen toda la riqueza.
Los planes impulsados por los demócratas y los republicanos, incluso los planes de “pagador único”, son planes de seguro médico, no de atención médica. Están diseñados para aumentar las ganancias de los dueños de las compañías de seguros, farmacéuticas y los hospitales.
Aunque tener seguro médico es mejor que no tener nada, la realidad para los trabajadores son crecientes costos de las primas, deducibles y copagos de los planes disponibles en el “mercado de seguros”, mientras la clase dominante busca reducir las conquistas sociales hechas a través de luchas, como el Medicaid financiado por el gobierno para quienes que no pueden pagar las primas de seguro y el Medicare para los jubilados.
Bajo el capitalismo, el cuidado médico —como todas las necesidades básicas de los trabajadores— es convertido en una mercancía producida y vendida con fines de lucro. El suministro de atención médica en Estados Unidos y en la mayor parte del mundo está basado en divisiones de clases. Las familias gobernantes ricas no tienen que esperar en una cola para ver al médico, ni se preocupan de que si pueden pagar por medicinas con precios exorbitantes.
Un número descendente de trabajadores y sus sindicatos han logrado obtener alguna cobertura médica de sus patrones. Estos planes se ven amenazados, a medida que los patrones recortan costos, reducen beneficios y aceleran el ritmo de trabajo con el fin de mantener sus niveles de ganancias.
La atención médica es una cuestión social: ¡la clase trabajadora y nuestros sindicatos deben organizar una amplia lucha social para exigir un cuidado de la salud financiado por el gobierno para todos como un derecho básico!
Los trabajadores solo pueden aspirar a obtener concesiones para la atención médica para nuestras familias y para nosotros mismos si luchamos independientemente de los partidos demócrata y republicano.
Cuba revolucionaria es el único país donde la atención médica no es una mercancía. Desde la revolución de 1959 que puso a la clase trabajadora en el poder, el excedente social generado por el trabajo colectivo de los trabajadores y campesinos cubanos ha sido utilizado para proporcionar atención médica gratuita, preventiva y de alta calidad para todos. Miles de médicos y trabajadores de la salud cubanos se han ofrecido voluntariamente para atender a trabajadores de todo el mundo, como lo hicieron durante la reciente crisis del ébola en África Occidental.
El Partido Socialista de los Trabajadores está convencido de que es necesario y posible que la clase trabajadora en este país —y en otros— derroque la dictadura del capital y abra paso a la colaboración con otros alrededor del mundo para construir un mundo socialista, como lo hicieron los trabajadores y agricultores de Cuba.
No hay una mejor meta a la cual uno puede dedicar su vida. ¡Únase a nosotros en esta lucha!
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