NUEVA YORK — “El Partido Socialista de los Trabajadores insta al pueblo trabajador y a los jóvenes a protestar las amenazas de Washington contra Venezuela y Cuba”, dijo John Studer, miembro del Comité Político del PST y director del Militante, en un programa especial del Militant Labor Forum aquí el 4 de mayo. El foro fue organizado para presentar una llamada a la acción para movilizar oposición a la intervención de los gobernantes estadounidenses.
Studer instó a los asistentes a iniciar y construir protestas para exigir el cese inmediato e incondicional de las violaciones de la soberanía venezolana por Washington y sus amenazas contra Cuba. El título del foro era “¡Manos de EEUU fuera de Venezuela! ¡Manos de EEUU fuera de Cuba!”.
A través de discusiones con amigos, vecinos y compañeros de trabajo y en nuestros sindicatos y otras organizaciones, podemos refutar la mentira de Washington de que habla en nombre del “pueblo venezolano”. Muchos serán convencidos a unirse a las acciones cuya meta es detener las manos de los gobernantes norteamericanos.
El 5 de mayo, solo unos días después del fallido intento de golpe de estado del opositor pro imperialista Juan Guaidó el 30 de abril, el cual contó con el respaldo de Washington, el secretario de estado norteamericano, Mike Pompeo, reiteró que Washington tenía “un conjunto de opciones que involucrarían el uso de las fuerzas armadas de Estados Unidos” en Venezuela. Washington pretende aprovechar la profunda crisis política y social que enfrenta el pueblo trabajador en Venezuela para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro e imponer un régimen más obediente a los intereses de los gobernantes de Estados Unidos.
Pero muchos en Venezuela, incluso muchos que se oponen a Maduro, están en contra de una intervención militar de Washington, dijo Studer.
Studer señaló la amenaza del presidente Donald Trump de imponer un “embargo total y completo” a Cuba. Esto representaría una escalada de los esfuerzos de los gobernantes norteamericanos — realizados tanto por administraciones demócratas como republicanas a lo largo de décadas— para derrocar la revolución socialista que hicieron los trabajadores y campesinos de Cuba.
“Un embargo total solo podría imponerse con un bloqueo naval, lo que equivaldría a un acto de guerra”, explicó Studer. “Por ahora estas son amenazas, pero tenemos la responsabilidad de movilizar oposición para evitar que se conviertan en acciones de Washington”.
Washington ya impuso una serie de nuevas sanciones contra la Revolución Cubana, explicó Studer, y por primera vez invocó el título III de la ley Helms-Burton, que permite que individuos y corporaciones presenten demandas contra compañías a nivel mundial que usen propiedades nacionalizadas por la revolución.
Extensión de ataques domésticos
“Las amenazas de Washington a la soberanía de estas dos naciones latinoamericanas es una extensión de los ataques de los capitalistas norteamericanos contra los salarios, condiciones de trabajo y derechos de los trabajadores aquí”, dijo Studer.
“Cada lucha que realicen aquí los trabajadores contra la violación de la soberanía de otros países por el imperialismo estadounidense es un paso hacia nuestra acción independiente de los patrones y sus partidos políticos. Expone el hecho que los gobernantes son la fuente de los problemas que enfrentamos, y fortalece nuestra unidad.
“Ninguna guerra o intervención del imperialismo norteamericano ha promovido los intereses de los trabajadores en ningún lado. No lo hizo en Siria, ni en Iraq, Afganistán, Corea o Vietnam, o en ninguna otra parte”, añadió.
Señaló que la oposición del PST a la intervención del imperialismo norteamericano en el mundo colonial y semicolonial, tiene sus raíces en la continuidad del movimiento comunista desde hace 100 años. El Partido Comunista en Estados Unidos fue creado en 1919, inspirado en la Revolución Bolchevique en Rusia dirigida por V.I. Lenin y la lucha del Partido Bolchevique por un programa revolucionario de la clase trabajadora en contra de la degeneración y traición de la vieja Internacional Socialista.
Esos partidos se adaptaron a sus propias clases capitalistas y apoyaron la matanza de millones de personas para defender los intereses de los capitalistas en la primer guerra imperialista mundial.
El PST “defiende el inmediato y libre derecho a la autodeterminación de todos los territorios, colonias y dependencias de Estados Unidos y exige la retirada de todas sus tropas de estos lugares”, dijo Studer al citar la Declaración de Principios del PST de 1938.
Un par de participantes en el programa acababan de regresar de Cuba donde participaron junto a cientos de miles de trabajadores en desfiles en La Habana y otras ciudades cubanas para celebrar el día internacional de los trabajadores, el Primero de Mayo. Dijeron que muchos cubanos en estos actos usaron la oportunidad para expresar su oposición a los recientes pasos de Trump para endurecer el embargo de Washington contra Cuba.
Ahora Washington exige que el gobierno cubano retire a los 20 mil cubanos que se encuentran en Venezuela. Alega falsamente que los voluntarios internacionalistas allí—quienes en su mayoría son personal médico, maestros e instructores de deportes y arte— son todos soldados.
“Hay unanimidad dentro de la clase dominante de Estados Unidos sobre la política hacia Venezuela y Cuba”, dijo en el evento Mary-Alice Waters, dirigente del PST. “Los demócratas Alexandria Ocasio-Cortez y Bernie Sanders no quieren tocar el tema. Pero entre el pueblo trabajador se puede ganar un amplio apoyo en contra de la intervención de Washington”.
Un participante preguntó sobre el impacto de la escasez generalizada de medicamentos y alimentos en Venezuela.
Los trabajadores en Venezuela necesitan tiempo y espacio libre de la intervención imperialista, “para forjar el liderazgo necesario para avanzar en sus luchas, en las difíciles condiciones que enfrentan”, explicó Studer. “La solidaridad que podemos ofrecer a los trabajadores en Venezuela es nuestra lucha para quitar a Washington de la espalda del pueblo venezolano”.