TOLEDO, Ohio — La moral es alta en las líneas de piquetes de los trabajadores de la General Motors en 33 fábricas y 22 almacenes de piezas en todo el país después de un mes de iniciada la huelga de unos 49 mil miembros del sindicato automotriz UAW.
El 13 de octubre, salieron en huelga más de 3 600 trabajadores de Mack Truck en cinco ciudades, también miembros del UAW, fortaleciendo la lucha en contra de las concesiones impuestas por los patrones.
“La solidaridad que hemos recibido ha sido abrumadora”, dijo al Militante Pamela Ahrendt, quien ha trabajado para la GM por 35 años, mientras piqueteaban frente a la planta de transmisiones aquí el 12 de octubre.
“Un hombre de Mansfield Metal tomó un día de vacaciones para unirse a nosotros en la línea. Esto nos sostiene”, dijo Denise Coleman Walton, quien ha trabajado por la GM durante 22 años. “Aprendes que no se trata solo de mí”.
La cuestión más importante no es alzas salariales. Los huelguistas quieren que el 7 por ciento actualmente empleado como “temporales” pasen a ser permanentes y reciban un pago acorde. Quieren eliminar los dos niveles salariales que existen entre los permanentes. Toma ocho años para que el salario de los contratados después de 2009 se acerquen al de los contratados antes de esa fecha. Quieren que los patrones reviertan su decisión de cerrar cuatro fábricas. Y se oponen a la demanda de la GM de que los trabajadores paguen un porcentaje más alto del costo del seguro médico.
La GM colaboró con la administración de Barack Obama en 2009 en la implementación de un rescate financiero y su declaración en bancarrota de forma que le permitiera a los patrones dividir la empresa, mantener las líneas más rentables y deshacerse de las que no lo eran junto con sus trabajadores y sus pensiones.
La GM utilizó la bancarrota para presionar a los trabajadores a aceptar grandes concesiones. Esto incluía el sistema salarial de dos niveles, el uso de trabajadores temporales y la subcontratación de algunos trabajos de mantenimiento, limpieza y otros. Este trabajo actualmente lo realiza la empresa contratista Aramark, cuyos 850 trabajadores en la GM en Michigan y Ohio también están afiliados al UAW y están en huelga. Esto dio fruto para los patrones de la GM, que obtuvieron ganancias de 35 mil millones en los últimos tres años.
Los trabajadores dicen que es hora de recuperar lo que perdieron en la última década. “Esta lucha es por el futuro”, nos dijo el ensamblador Doug Groch. “Queremos eliminar el sistema de dos niveles”.
“Antes si trabajabas más de 120 días como temporario tenían que contratarte como permanente”, dijo Angela Kilgore, quien comenzó como temporaria y se convirtió en permanente en 2000. Ahora los trabajadores pueden ser temporales por años.
Hace unos años, la fábrica en Toledo, con unos 1 700 trabajadores, pasó de tres turnos a dos. “Trabajo 12 horas al día, seis a siete días por semana. Es agotador”, dijo Kelly Arter. Ella comenzó a trabajar para la GM hace 43 años en la planta de Willow Run en Ypsilanti, Michigan. Ella es una de un número significativo de trabajadores autodenominados “gitanos”, que han sido transferidos cuando los patrones cierran las fábricas.
“Muchos acaban de llegar de Lordstown, Ohio”, dijo Arter. “Algunos acababan de llegar y fueron directamente a la línea de piquetes, ni siquiera han estado adentro”. Lordstown es una de las cuatro plantas que la GM cerró recientemente.
La GM dice que necesita más concesiones, incluso el aumento de la contratación de trabajadores temporarios para competir con sus rivales donde no hay sindicato. Alrededor del 56 por ciento de las operaciones de ensamblaje de automóviles en Estados Unidos —principalmente Toyota, Honda, Hyundai y Volkswagen— no están sindicalizadas. Muchos trabajadores de las plantas no sindicalizadas están siguiendo de cerca la huelga.
Los directivos del UAW han exigido que la GM “regrese” algunas operaciones de México para evitar el cierre de plantas en Estados Unidos y garantizar la “seguridad laboral”. GM paga a los trabajadores en sus fábricas en México tan solo 1.90 dólares por hora.
De hecho, muchos de los automóviles ensamblados en Estados Unidos contienen piezas fabricadas en México y viceversa. Unos 6 mil trabajadores en la planta de ensamblaje de GM en Silao, México, han sido cesanteados por falta de piezas fabricadas en Estados Unidos.
Esto subraya la necesidad de no dejar que los patrones de la GM pongan a trabajadores en un país contra otros, sino de fortalecer la solidaridad y luchar por mejores condiciones y salarios para todos. Algunos trabajadores en la línea de piquetes han expresado a los corresponsales-obreros del Militante que están orgullosos de la solidaridad que han recibido de los trabajadores de la GM en México.
Maggie Trowe en Louisville, Kentucky contribuyó a este artículo.