Protestas laborales contra desdén patronal a seguridad

Luchas de hoy son la vía para forzar al gobierno a actuar

Por Roy Landersen
6 de abril de 2020
Trabajadores en procesadora de pollos Perdue en Kathleen, Georgia, dejaron sus puestos marzo 23 para exigir que los patrones desinfecten la planta para protegerlos del coronavirus.
Trabajadores en procesadora de pollos Perdue en Kathleen, Georgia, dejaron sus puestos marzo 23 para exigir que los patrones desinfecten la planta para protegerlos del coronavirus.

A medida que el gobierno ya sea federal, estatal o local, busca controlar la creciente condición de depresión e impone confinamientos en el hogar en Estados Unidos y otros países, los trabajadores están empezando a responder con protestas y paros laborales. Exigiendo que los patrones les provean equipos de protección personal, estas acciones son la clave para impulsar una lucha más amplia por las necesidades del pueblo trabajador. [Ver llamado a la acción del Partido Socialista de los Trabajadores en la portada.]

Una de las cosas que muestra claramente esta crisis es que la clase trabajadora es la clase indispensable para la producción y el transporte. Ella crea toda la riqueza que los patrones y sus seguidores expropian.

Cincuenta trabajadores hicieron un paro en el matadero de pollos de Purdue Farms en Kathleen, Georgia, el 23 de marzo, y protestaron afuera de la planta. “No estamos recibiendo nada, ningún tipo de compensación, ni siquiera limpieza, ningún pago extra”, dijo Kendaliyn Granville al canal de televisión 13WMAZ. “Estamos arriesgando nuestras vidas por pollos”.

Granville dijo que los supervisores les dicen que la compañía desinfecta el edificio todas las noches, pero cuando entra en la mañana hay comida en el piso de la noche anterior y los baños todavía están sucios. “Lo único que estamos pidiendo es que desinfecten el edificio”, dijo.

La respuesta de la empresa fue llamar al alguacil del condado de Houston, quien vino y los ordenó a dispersarse.

Los trabajadores de muchas tiendas de Walmart se han organizado para exigir condiciones laborales más seguras.

En una planta empacadora de carne de puerco los patrones le solicitaron al gobierno que aprobara más visas para trabajadores huéspedes, con la esperanza de que trabajadores temporarios de México y América Central estén más dispuestos a aceptar los pésimos salarios y condiciones laborales.

Los comerciantes por internet como Amazon y los grandes minoristas como Walmart, Target, Kroger y Family Dollar anticipan grandes ganancias a medida que los restaurantes y pequeñas tiendas son ordenados a cerrar o simplemente se van a la quiebra.

Los dueños de Walmart mostraron su desprecio hacia los trabajadores cuando Dan Bartlett, el vicepresidente ejecutivo de la empresa, anunció sus planes de emplear a 150 mil personas. Cuando se refirió a ellos, con condescendencia dijo, “Ellos también son humanos”.

Las enfermeras en varios centros médicos de Kaiser en California organizaron protestas —en desacato a las ordenes del gobierno local prohibiendo las concentraciones públicas— para exigir equipos de protección personal para los trabajadores allí. Los motoristas tocaron las bocinas y los animaron al pasar.

La forma en que están siendo tratados algunos trabajadores está incrementando el interés en organizar un sindicato. Después que los trabajadores de HMSHost —que maneja franquicias de los restaurantes Chili’s y Longhorn Steakhouse en el aeropuerto de Orlando— fueron cesanteados, Abi Colon Gomez habló con el Orlando Weekly.

“En mi opinión, el sindicato será la herramienta perfecta para prevenir que las empresas se aprovechen de nosotros”, dijo. Sin un sindicato, “ni siquiera sabemos si vamos a recuperar nuestro trabajo. La única forma que podemos cambiar esto es teniendo un sindicato”.

Desastre de negocios pequeños

Muchos dueños de pequeños negocios enfrentan un desastre. Al igual que muchos periódicos en pueblos y pequeñas ciudades del país, Doyle Murphy, director del semanario Riverfront Times en St. Louis, le dijo al New York Times que tiene problemas.

El virus, y la imposición de restricciones por los gobiernos locales a comer en restaurantes, ha representado una reducción drástica en los anuncios en el periódico. De igual forma ha desaparecido su otra gran fuente de ingresos: los anuncios de conciertos y eventos públicos en la región.

Aunque no se ha dado por vencido, ha tenido que cesantear al personal, y si los cierres continúan, dijo que quizás no sobrevivirá.

Nosotros en el Militante le extendemos solidaridad. Sin embargo, a diferencia del Riverfront Times, no dependemos de los anuncios de los patrones, sino de la generosas contribuciones de trabajadores dispuestos a ver que nuestra cobertura obrera y nuestra perspectiva revolucionaria tenga un alcance mayor. ¡Únase a ellos!

Agricultores, dueños de tiendas pequeñas, trabajadores por cuenta propia y muchos otros están enfrentando presiones similares.