NUEVA YORK — Decenas de choferes de taxis amarillos realizaron una caravana de protesta en esta ciudad el 17 de septiembre. Bloquearon brevemente el tráfico en los puentes de Brooklyn y Queensboro y se manifestaron frente al ayuntamiento con carteles que decían: “¡Condonación de deudas AHORA! Dejen VIVIR a los conductores”. La protesta fue convocada por la Alianza de Trabajadores de Taxis de Nueva York.
En años anteriores, los conductores se endeudaron para comprar los medallones, las licencias municipales exigidas para operar un taxi. Hasta hace casi una década los taxis Yellow Cab tenían un monopolio impuesto por el gobierno en Manhattan, y el precio de los medallones se disparó a medida que fueron promovidos como una inversión que podría ayudar a financiar hipotecas, planes de jubilación y más.
Pero el mercado de los medallones ha colapsado. La competencia de Uber y Lyft hizo que se desplomara el precio de un medallón. Los cierres por la COVID-19 impuestos por el gobierno resultaron en la desaparición de millones de trabajadores de oficina y turistas. Los conductores de Yellow Cab tuvieron una disminución de pasajeros de un 92 por ciento en junio comparado al año anterior.
Mohammed Mahbub, de Queens, debe 650 mil dólares por el préstamo que solicitó para adquirir un medallón hace 20 años. “Estamos en una situación terrible”, dijo al Militante. “El gobernador, el alcalde, los funcionarios federales nos dan la espalda”.