BATTLE CREEK, Michigan — La moral estaba alta en las líneas de piquetes frente a la planta de Kellogg en esta ciudad el 28 de noviembre, a pesar del frío, el viento y la nieve que ocasionalmente golpeaba a los huelguistas. Unos 325 trabajadores están en huelga en esta planta junto con más de mil trabajadores de cereales de Kellogg en Omaha, Nebraska; Lancaster, Pensilvania y Memphis, Tennessee. Los huelguistas, miembros del sindicato BCTGM, han estado en huelga desde el 5 de octubre.
La cuestión principal es el sistema divisorio de dos niveles, que le permite a la empresa emplear a trabajadores con salarios significativamente más bajos, sin pensión y con costos de seguro médico mucho más altos.
Mike Cramutob, un miembro del sindicato en la línea de piquetes, dijo: “Nuestra meta es eliminar el segundo nivel”. La empresa también exige que los trabajadores renuncien a los aumentos por el costo de vida que protegen sus salarios de la inflación. También están en juego los beneficios de jubilación y los pagos por días libres y vacaciones.
Los miembros del Local 3G del BCTGM en la línea de piquetes en Battle Creek, estaban entusiasmados tras recibir una donación de los miembros del sindicato automotriz UAW que acaban de concluir una huelga contra John Deere, donde obtuvieron logros.
El Local 74 del UAW en Ottumwa, Iowa, declaró: “Al regresar al trabajo y comenzar la temporada navideña, recuerde que nuestros hermanos y hermanas que trabajan para Kellogg todavía se mantienen firmes y siguen en huelga. La dirección del Local 74 del UAW ha decidido dividir los suministros de alimentos que quedaron de la huelga para dárselos a estos hermanos y hermanas. Tenemos miembros que van rumbo a Battle Creek, Michigan, y a Omaha, Nebraska, a entregar estos artículos”.
La solidaridad es fundamental para los huelguistas, que han estado en las líneas de piquetes durante casi dos meses.
El sitio web del UAW internacional destaca un artículo sobre la huelga en Kellogg e insta a los miembros del UAW a visitar las líneas de piquetes, enviar una carta de apoyo y/o donar al fondo de huelga. Wyatt Elmore, un trabajador de mantenimiento de Kellogg, dijo que visitó las líneas de piquetes en Omaha y en Moline, Illinois, durante la huelga de John Deere.
El trabajador Damion Kreger dijo que se había estado preparando para esta lucha durante años. “Todos sabíamos que esto vendría debido a la forma en que la compañía nos ha tratado”, dijo. Él fue contratado como trabajador casual y ha sido “tratado incluso peor que los trabajadores ‘en transición’” que son parte del sistema actual de dos niveles.
“No teníamos seguro ni beneficios, ganábamos alrededor de 19 dólares la hora. Podían cambiar nuestros turnos o hacernos trabajar horas extras en cualquier momento y despedirnos por cualquier motivo”, dijo. “A veces trabajaba en el turno de día un día, luego en la noche al día siguiente y luego de día en los días siguientes. Lo hacía todo porque quería convertirme en un empleado permanente”.
“Escuché que un par de trabajadores de Battle Creek han visitado las líneas de piquetes en Memphis y otras ciudades”, dijo la representante internacional del BCTGM, Lisa Gregory, en una entrevista telefónica el 29 de noviembre. “Estos son trabajadores que simplemente se suben a un automóvil y van. Espero que podamos lograr que más huelguistas vayan a otros lugares donde hay huelgas. Hay huelgas en todo el país en este momento”.
Huelga en Warrior Met Coal
Una de las batallas laborales más largas en el país es la huelga de 1,100 miembros del sindicato minero UMWA contra la Warrior Met Coal en Brookwood, Alabama. Su huelga comenzó el 1 de abril. Los mineros están luchando para recuperar logros que se vieron obligados a conceder en 2016 cuando el propietario anterior, Jim Walters Resources, se declaró en quiebra. Sus salarios fueron reducidos por 6 dólares la hora y les recortaron drásticamente las pensiones y el seguro médico.
También están luchando contra una de las ordenes judiciales más severas que ha enfrentado el movimiento sindical en décadas. Se les prohíbe realizar líneas de piquetes o cualquier tipo de actividad sindical a menos de 300 metros de las entradas al complejo minero. El sindicato organizó protestas contra la orden judicial en todo el país el 18 de noviembre.
“La compañía está tratando de rompernos”, dijo el huelguista del UMWA Steven Mote al Militante en una entrevista telefónica el 30 de noviembre. “La mayoría de los muchachos están trabajando en otros lugares ahora, además de hacer su turno en la línea de piquetes”.
“La orden judicial contra nosotros es totalmente inconstitucional”, dijo. “Va en contra de la libertad de asamblea y de expresión. Tenemos que volver a las líneas de piquetes, a lo grande.
“La corte está en el bolsillo de la empresa”, agregó.
Los negociadores del sindicato BCTGM y de la empresa se reunieron el 22 de noviembre, pero no avanzaron en nada. Tras las conversaciones, los patrones de Kellogg anunciaron que comenzarían a contratar trabajadores de reemplazo permanente.
“Estas son amenazas vacías”, dijo Gregory. “Esperan asustar a los trabajadores para que acepten su oferta. Pero nuestros miembros se mantienen firmes”.
La producción sigue siendo muy baja en la planta de Battle Creek, dijeron Gregory y los piquetes al Militante.
Una nueva ronda de negociaciones está programada para el 30 de noviembre. “La compañía pensó que podía dividir la fuerza laboral” usando dos niveles, “pero más bien nos hemos unido más”, dijo Gregory. “Ellos realmente subestimaron a los trabajadores”.
¡Apoye a los huelguistas! Visite sus líneas de piquetes o visite el sitio web BCTGM.org, donde puede hacer una contribución a cada uno de los cuatro sindicatos locales en huelga.
Susan LaMont en Atlanta contribuyó a este artículo.