¡Condenar ataque de gobierno de Canadá a derechos!

Por Steve Penner
7 de marzo de 2022
Policías canadienses atacan a camioneros y otros manifestantes en Ottawa el 19 de feb. El gobierno de Justin Trudeau usó Ley de Emergencias para socavar derechos, romper las protestas.
Reuters/Blair GablePolicías canadienses atacan a camioneros y otros manifestantes en Ottawa el 19 de feb. El gobierno de Justin Trudeau usó Ley de Emergencias para socavar derechos, romper las protestas.

MONTREAL — “La extensa operación policial realizada bajo la antiobrera Ley de Emergencias contra la protesta de camioneros y otros oponentes a los mandatos de vacunas en Ottawa, la capital de Canadá, representa un ataque contra los derechos políticos de todos los trabajadores”, dijo Philippe Tessier, candidato de la Liga Comunista en Marie-Victorin en la Provincia de Quebec. “Es uno de los actos de represión policial más grandes en la historia moderna de Canadá y todos los sindicatos y defensores de los derechos democráticos deben oponerse a él.

“Hasta el día de hoy, 22 de febrero, a pesar de que la policía dispersó la protesta en Ottawa, el gobierno federal mantiene la ley en rigor y sus restricciones a nuestros derechos, supuestamente para evitar que los manifestantes regresen”, agregó.

El operativo contra la protesta del Convoy de la Libertad desplegó a cientos de policías de todo Canadá, apoyados por vehículos tácticos blindados, francotiradores, caballería, granadas de concusión, armas antidisturbios, porras y pulverizador de pimienta.

Algunos manifestantes, entre ellos el camionero Csaba Vizi, fueron atacados físicamente por la policía. “Me lastimaron un poco el cuerpo, pero no el espíritu”, dijo a la prensa. Cerca de 200 personas han sido arrestadas. Si son procesados y condenados, podrían recibir multas de hasta 6 mil dólares CA (4,700 dólares US) y penas de hasta cinco años de cárcel.

Más de 200 cuentas bancarias y financieras de los manifestantes han sido congeladas en virtud de los poderes otorgados por la Ley de Emergencias. Setenta y nueve camiones y otros vehículos han sido incautados y, en muchos casos, sus ventanas fueron quebradas por la policía para sacar a la fuerza a los manifestantes de sus vehículos.

“De hecho, [bajo la ley] podemos confiscar esos vehículos y venderlos”, se jactó el alcalde de Ottawa, Jim Watson. “Y quiero verlos vendidos”, no devueltos a los camioneros.

“Los trabajadores y nuestros sindicatos deben exigir que los vehículos incautados sean devueltos de inmediato, que todos los arrestados sean liberados y que se retiren los cargos”, dijo Tessier.

Si bien el asalto del gobierno al convoy puso fin a la protesta contra el mandato de vacunas, los camioneros, incluidos los propietarios-operadores, continúan luchando contra los ataques de las empresas camioneras y los agentes ladrones.

El camionero Lovepreet Singh Gill, quien no apoyó la acción de Ottawa, dijo a Al Jazeera que hay “problemas importantes” en la industria transportista, como el impago de salarios y la explotación de trabajadores extranjeros, que deben abordarse.

Arshdeep Singh Kang, uno de los camioneros en Brampton, Ontario, que están luchando contra el robo de salarios, dijo que los inmigrantes, que constituyen un porcentaje significativo de los camioneros, son amenazados con ser deportados, lo cual dificulta la sindicalización.

Richard Nunda, un camionero de Alberta, dijo al Militante en una parada de camiones cerca de Montreal que los propietarios-operadores como él “necesitan un sindicato. Debemos usar intermediarios, pero las tasas que nos pagan son demasiado bajas. Los sindicatos podrían defender nuestros intereses”.

Gobernar por decreto

El operativo policial en Ottawa se llevó a cabo bajo los poderes draconianos de la Ley de Emergencias, invocada el 14 de febrero por el gobierno liberal de Justin Trudeau sin una votación ni debate en el Parlamento de Canadá. El 21 de febrero, el Parlamento aprobó una moción respaldando la invocación de la ley y extendiéndola por 30 días.

La creciente ira y frustración de los trabajadores con medidas antidemocráticas y antiobreras como estas es lo que provocaron la protesta de Ottawa y acciones similares en todo el país, incluidos los bloqueos de puentes y carreteras.

“El hecho de que los gobiernos de Canadá cada vez más gobiernan mediante la promulgación de decretos es una seria amenaza para los trabajadores y los derechos políticos”, dijo el candidato de la Liga Comunista.

El gobierno de Quebec ha estado gobernando por decreto durante casi dos años en el contexto de la pandemia de COVID-19 bajo las disposiciones de “emergencia sanitaria” de la Ley de Salud Pública.

Ha utilizado estos poderes para imponer toques de queda, cierres y mandatos de vacunación. Ha dejado sin trabajo a cientos de miles de personas, prohibido las reuniones públicas y privadas y cerrado pequeñas empresas, lo que llevó a muchos a la bancarrota.

El gobierno provincial de New Brunswick utilizó su estado de emergencia por COVID en noviembre de 2021 para ordenar a dos mil trabajadores de la salud a regresar a trabajar o ser multados hasta por 20,400 dólares CA diarios por cada trabajador  que no cumpla.

Campaña difamatoria

Trudeau y la prensa liberal han difamado a los manifestantes, especialmente a los camioneros, como reaccionarios, violentos y necios ignorantes. En el pasado, Trudeau ha atacado a los no vacunados de ser “con frecuencia misóginos y racistas”.

Sus comentarios reflejan el odio y miedo de los gobernantes capitalistas y sus políticos de todas las tendencias hacia la clase trabajadora.

Los Conservadores y el Bloc Québécois, otro partido de oposición, no están de acuerdo con la implementación de la Ley de Emergencias. Dicen que el gobierno tenía suficiente poder policial para poner fin a las protestas de Ottawa sin esa ley.

El Partido Nuevo Democrático, que cuenta con el apoyo de varios sindicatos, respalda la acción del gobierno.

“Esto no es una protesta. No es pacífica”, afirmó el dirigente del NDP, Jagmeet Singh. “Los organizadores de esta ocupación ilegal han sido claros desde el principio. Vinieron aquí para derrocar a un gobierno elegido democráticamente”.

Esto es falso, dijo Tessier. “La protesta de Ottawa ha sido casi en su totalidad no violenta. Trudeau y los gobernantes de Canadá son los que están atacando los derechos democráticos”.

La mayoría de los principales sindicatos han guardado silencio ante la represión de Ottawa. El Congreso Canadiense del Trabajo emitió una declaración acusando a los integrantes del Convoy de la Libertad de promover el “odio”.

“Los trabajadores y nuestros sindicatos deben oponerse a los ataques de Ottawa, y defender las luchas de los camioneros por sus derechos y ayudarlos a que se organicen en sindicatos”, dijo Tessier.