El presidente ruso Vladimir Putin declaró el 21 de febrero que las “Repúblicas Populares” de Donetsk y Luhansk creadas en Ucrania en 2014, las cuales cuentan con el apoyo de Moscú, eran países independientes. Ordenó el desplazamiento de tropas rusas allí como “pacificadoras”. La invasión del Kremlin está respaldada por la movilización militar en el continente europeo más grande desde la Segunda Guerra Mundial.
“El Partido Socialista de los Trabajadores exige que Moscú retire sus tanques y tropas de Ucrania y respete la soberanía de Ucrania”, dijo a la prensa el día siguiente Joanne Kuniansky, dirigente del PST y candidata a la Cámara de Representantes de Estados Unidos por Nueva Jersey. “Desde que la revolución bolchevique en 1917 desbarató la prisión de naciones zarista, el movimiento comunista ha respaldado el derecho de Ucrania y de todas las naciones a la autodeterminación y la independencia.
“El PST también exige que Washington mantenga su poderío militar fuera de la región”, dijo Kuniansky. “Los gobernantes capitalistas de Estados Unidos no están interesados en la independencia de Ucrania, sino en sus propios intereses imperialistas en la región y en debilitar la competencia rusa. La mejor forma en que los trabajadores y agricultores ucranianos pueden defender sus aspiraciones es a través de su propia movilización y acción, como lo hicieron en la revolución del Maidan en 2014, y con la solidaridad del pueblo trabajador de todo el mundo, incluso el de Rusia”.
La meta de Moscú es reafirmar la influencia que los gobernantes rusos perdieron sobre Ucrania y Europa del Este con la implosión de la Unión Soviética en 1991. Y busca hacer retroceder la expansión de la OTAN en Europa del Este.
Las acciones bélicas de Moscú —las primeras de este tipo en suelo europeo desde la segunda guerra imperialista mundial— desencadenan el peligro de consecuencias fatales e incontrolables para los trabajadores en Ucrania, Rusia, Bielorrusia y más allá.
Putin justificó la invasión en un discurso el 21 de febrero, alegando que Ucrania es un país falso que pertenece dentro de Rusia. Culpó a V.I. Lenin y la revolución bolchevique por su existencia y por defender el derecho a la autodeterminación.
Putin también exige que Washington garantice la exclusión de Ucrania de la OTAN y que las fuerzas militares de la OTAN se retiren a las posiciones que tenían en 1997.
El Kremlin tiene unos 200 mil soldados desplazados a lo largo de sus fronteras y en el este de Ucrania, y decenas de buques de guerra y naves de desembarco en el Mar Negro.
En defensa de los intereses económicos y estratégicos del imperialismo norteamericano en la región, el Pentágono duplicó el número de buques de guerra estadounidenses en el Mar Mediterráneo. Los casi cinco mil soldados estadounidenses estacionados en Polonia están trabajando con las fuerzas polacas en preparación para una avalancha de refugiados ucranianos cuando estalle la guerra. Israel está haciendo preparativos para los refugiados que son judíos.
Los gobernantes norteamericanos y sus aliados han enviado algunos equipos militares a Ucrania, pero están decididos a evitar involucrarse en la defensa militar de la soberanía del país, o permitir que se “desborde” a otros lugares.
Más bien, Washington ha comenzado a implementar sanciones económicas, financieras y comerciales contra Rusia. Estas sanciones afectarán más severamente al pueblo ruso, pero también tendrán un impacto económico en toda Europa. Berlín ha suspendido temporalmente el controvertido gasoducto Nord Stream 2 desde Rusia.
Putin culpa a Lenin de Ucrania
El presidente ruso atacó el derecho de Ucrania a existir, alegando que era “una parte inalienable” de la historia y la cultura de Rusia. Condenó “la separación de lo que históricamente es tierra rusa” por la Revolución Rusa.
Durante esta revolución hubo un breve período en la década de 1920, cuando el dirigente bolchevique V.I. Lenin estaba vivo, cuando se fomentó la cultura y los idiomas de Ucrania y otras nacionalidades oprimidas. Esta fue la Ucrania de la que Lenin fue “el autor y arquitecto”, dijo Putin. Esta política bolchevique fue brutalmente revertida como parte de una contrarrevolución burocrática dirigida por Joseph Stalin.
Putin, haciendo una reminiscencia del imperio ruso, sigue las aspiraciones expansionistas de la clase capitalista de Rusia que busca restaurar el dominio de Moscú sobre las naciones oprimidas que antes formaban parte de la Unión Soviética. Putin dijo que fue una “locura” que Moscú diera en 1991 a “estas repúblicas el derecho a abandonar la unión sin términos ni condiciones”.
Lenin y los bolcheviques lucharon contra el chovinismo gran ruso, el nacionalismo del imperio ruso opresor de los zares.
‘¡Manos fuera de Ucrania!’
Miles de personas en Ucrania, desde Kiev hasta Odessa, se manifestaron el 20 de febrero para recordar a las decenas de personas que murieron hace ocho años durante el levantamiento popular conocido como Maidan, que derrocó al régimen pro-Moscú del presidente Viktor Yanukovych.
De forma significativa, dada la severa represión del Kremlin contra cualquier oposición, un puñado de manifestantes se reunió en Moscú el 20 de febrero con carteles que decían “¡Rusia, no toques a Ucrania!” antes de que fueran arrestados. En una protesta en Rostov-on-Don, en el suroeste de Rusia, cerca de la frontera con Ucrania, Tatiana Sporisheva dijo a la CBC: “Ya no tenemos grandes protestas, pero eso no significa que la gente acepte” la guerra contra sus vecinos ucranianos.