El pueblo ucraniano ha incrementado la valiente defensa de su patria ante los continuos bombardeos del presidente ruso, Vladímir Putin. Los ataques contra la infraestructura eléctrica de Ucrania pretenden someter a la población congelándola. Pero el pueblo trabajador ucraniano, la espina dorsal de la resistencia, está más resuelto que nunca a defender su independencia.
“Ucrania es muy ingeniosa”, dijo Yevhenia Sontsova al Financial Times. Ella y su hija de 2 años animaron a los ciclistas que se turnaban para pedalear una bicicleta (derecha) conectada a un generador para iluminar el árbol de Navidad en la estación principal de trenes de Kyiv.
El Kremlin está atascado en una guerra extenuante que está generando oposición en Rusia. Pero los objetivos bélicos de Putin siguen inalterados: conquistar Ucrania, subyugar a su pueblo y restablecer la prisión zarista de naciones. La demanda del retiro inmediato e incondicional de las fuerzas de Moscú de toda Ucrania está a favor de los intereses de los trabajadores de todo el mundo.
Cientos de miles de trabajadores y otros, incluyendo sindicalistas, trabajan para producir desde alimentos y medicinas hasta redes de camuflaje de invierno. Han formado destacamentos de combate que colaboran con las fuerzas militares del país y las fortalecen.
A diferencia de los reclutas que Putin usa como carne de cañón, las fuerzas ucranianas están convencidas de que pueden ganar. Su fuerza y tenacidad se ha ganado la admiración y la solidaridad de trabajadores por todo el mundo.