EAST PALESTINE, Ohio — En varias reuniones auspiciadas por la Agencia de Protección Ambiental (EPA), los trabajadores, agricultores y pequeños comerciantes de esta ciudad continúan expresando su ira y desconfianza en las declaraciones de las empresas ferroviarias y las agencias gubernamentales. Los residentes están buscando formas de ejercer mayor control sobre las operaciones de limpieza y los servicios de atención médica tras el descarrilamiento de un tren de Norfolk Southern el 3 de febrero y el subsecuente incendio que emitió sustancias tóxicas al aire, la tierra y el agua.
Los sindicatos ferroviarios y sus funcionarios se están pronunciando en solidaridad con el pueblo trabajador de East Palestine, explicando que el afán de ganancias de los patrones es responsable de este desastre y cómo este y otros descarrilamientos amenazan tanto a los trabajadores ferroviarios como a las comunidades por las que transitan los ferrocarriles. Los patrones ferroviarios han recortado el número de trabajadores, pasado por alto el mantenimiento necesario, instituido más y más turnos de 12 horas con poco tiempo libre y han estado operando trenes de más de 200 vagones algunos con materiales peligrosos.
Los corresponsales obreros Candace Wagner y Tony Lane mostraron a los residentes aquí el número del Militante que destacó el artículo del periódico del sindicato ferroviario SMART-TD con el titular “Los desastres ferroviarios hacen que la nación tome nota”.
Mallory Aponick, coordinadora de servicios de desastres de la Primera Iglesia de Cristo, estaba distribuyendo un tercer envío de purificadores de aire donados al pueblo. A medida que van llegando suministros, trabaja con una agencia local para, “avisarle a la gente que ha llegado comida, que hay artículos de limpieza, para que la gente venga”.
Aponick dijo que apoya a los trabajadores ferroviarios, que sin trenes y camiones no se envía nada. Pero, dijo, los patrones ferroviarios “están ganando dinero a manos llenas”.
En la florería de East Palestine “Flores enviadas desde el corazón”, la dueña Joy Mascher describió la situación que enfrenta la gente cuando los equipos de limpieza excavan la tierra contaminada y la transportan por la ciudad. “Es un verdadero desastre, tienen almohadillas en los desagües de las calles, muchísimo polvo, barredoras limpiando las calles constantemente”.
Un grupo de 50 residentes abarrotó la cuarta “sesión informativa” semanal del EPA el 11 de mayo. En la presentación sobre la limpieza de los arroyos del área, el supervisor de calidad del agua de la EPA de Ohio, Bill Zawiski, se encontró con escepticismo y recusaciones.
El Centro de Toxicología y Salud Ambiental (CTEH), está examinando el agua. “Pueden ser contratistas, pero ¿quién les paga? Norfolk Southern les paga”, dijo Jami Wallace, residente de East Palestine. “¿Cómo esperas que tomemos en serio estos resultados cuando el responsable del desastre es el que está haciendo las pruebas?”
“Quítese su vestimenta de la EPA e imagínese que fuera un residente de East Palestine”, agregó Linda Murphy. “Norfolk Southern no ha sido transparente, no ha sido responsable y no ha sido honesta”.
Las acciones de los trabajadores y otros aquí, como en esta reunión, es lo que ha obligado a los patrones ferroviarios y las agencias gubernamentales a hacer concesiones.
“Sé que hay preocupaciones de que estamos pintando una imagen de que todo está bien”, admitió Mark Durno, portavoz de la EPA, “pero reconocemos que todavía hay mucha contaminación allí”.
Rick Tsai preguntó por qué excavaron el suelo contaminado debajo de los rieles y no en la fosa donde se quemó el cloruro de vinilo, y qué se iba a hacer al respecto.
Por primera vez, Durno dijo que habían comenzado a excavar la fosa y que “tenían que ir más profundo, había niveles más altos de contaminación”.
También hubo una discusión sobre otro descarrilamiento de la Norfolk Southern la noche anterior en la cercana ciudad de New Castle, Pennsylvania. Nueve de los 216 vagones de un tren se descarrilaron en un puente sobre el río Mahoning. Las autoridades dicen que no se derramó ningún material peligroso. Debido a la longitud del tren, los cruces estuvieron bloqueados durante horas en pequeños pueblos al sur del descarrilamiento.
Norfolk Southern le había dicho a los residentes del área que utilizarían trenes más cortos allí, pero el tren que se descarriló en New Castle era más de 50 vagones más largo que el que contaminó East Palestine.
Hablan ferroviarios de Nebraska
Después de leer el periódico sindical SMART News sobre el descarrilamiento en Ohio, dos trabajadores ferroviarios de Lincoln, Nebraska, recurrieron a sus sindicatos para respaldar a los trabajadores y agricultores de East Palestine en su lucha contra Norfolk Southern y el gobierno.
“Reconocimos que a menos que los trabajadores y sus sindicatos desempeñen un papel central en la solidaridad con el pueblo trabajador de East Palestina, tarde o temprano su lucha se desmoronará y vamos a ver más descarrilamientos desastrosos”, dijeron al Militante Jakob Forsgren, reparador de vías, soldador y presidente del Local 1320, del sindicato de mantenimiento de vías BMWE, y el conductor Lance Anton, miembro del Local 0305 del sindicato SMART-TD.
Redactaron un mensaje de solidaridad y lo llevaron junto con copias del SMART News a sus asambleas sindicales, las cuales lo respaldaron, y al Consejo Laboral de Lincoln. Luego enviaron copias al presidente de la federación sindical AFL-CIO de Nebraska y al SMART News, a sus dirigentes sindicales nacionales, así como a consejos laborales y periódicos de East Palestine y sus alrededores.
Los miembros del sindicato ferroviario “valoran la lucha de los trabajadores de East Palestine mientras continúan insistiendo en obtener el control de todas las medidas necesarias para limpiar el área tras el descarrilamiento del 3 de febrero y proteger su salud a largo plazo”, dice el mensaje, aprobado por los dos sindicatos. “Su lucha es nuestra lucha, ya que los miembros del sindicato SMART-TD se unen con los trabajadores que viven y trabajan cerca de la propiedad ferroviaria para hacer que nuestras condiciones de vida y de trabajo sean más seguras”.