CHICAGO — Las animadas consignas de “¡UAW! ¡UAW! ¡UAW!” y “¿No acuerdo? ¡No ruedas!” llenaron el gran salón del Local 551 de los trabajadores de la Ford, miembros del sindicato automotriz UAW. Cientos de personas participaron en una manifestación donde habló el presidente del UAW, Shawn Fain, y otros sindicalistas, como parte de la huelga del UAW contra las “Tres Grandes” compañías automotrices.
Más de 4,600 miembros del Local 551 se sumaron a la huelga el 29 de septiembre en la planta de ensamblaje de la Ford en el South Side de Chicago, al igual que los trabajadores de la planta de ensamblaje de General Motors en Lansing, Delta Township, en Michigan.
Esto elevó el total de trabajadores en huelga contra Ford, General Motors y Stellantis, a 25 mil en 43 fábricas, almacenes y centros de distribución en 21 estados. La huelga comenzó el 15 de septiembre.
En la manifestación participaron delegaciones de media decena de otros sindicatos de la región.
“Esta lucha es para todos nosotros”, dijo al Militante Osvaldo Mendoza, quien trabaja para Metra, la línea de tren de pasajeros regional. Es miembro del Local 134 del sindicato de electricistas IBEW. “Hicimos una colecta en el trabajo y llevamos 100 tacos a la línea de piquetes”.
“En 2008 hicimos concesiones. Nos quitaron nuestros derechos”, dijo el presidente del Local 551, Chris Peña, en la manifestación. “Pero ahora estamos en huelga para recuperar lo que sacrificamos”.
El sindicato está luchando por un substancial aumento salarial, una semana laboral de 32 horas con 40 horas de pago, el restablecimiento de los ajustes automáticos por el aumento en el costo de vida (COLA) para combatir los efectos de la inflación, el fin de los divisivos dobles niveles de salarios y beneficios y por mejoras en las pensiones y seguro médico de los jubilados.
También hablaron en la manifestación la presidenta del sindicato de maestros de Chicago, Stacy Davis Gates; Sara Nelson, presidenta del sindicato de auxiliares de vuelo; el alcalde de Chicago, Brandon Johnson; y Elmer Labog, presidente de Kilusang Mayo Uno, una confederación sindical de Filipinas.
“Ayer obligamos a GM a incluir en nuestras negociaciones a los trabajadores de las fábricas de baterías para vehículos eléctricos”, dijo Fain entre los aplausos de los sindicalistas.
“Nunca había visto tanta solidaridad en el trabajo, en los piquetes y a nivel nacional”, dijo Cornelius Vandergroes, quien lleva 24 años trabajando en la Ford. “Esta huelga ha tardado mucho en llegar”.
Chanda Lawson, trabajadora de Ford, dijo: “Como madre soltera, la inflación hace imposible que me alcance el dinero. Necesitamos salarios que se mantengan al ritmo de la inflación. Nunca había oído hablar de ‘COLA’, pero esto es definitivamente lo que necesitamos”.
El huelguista Frederick Young dijo: “Ford te mantiene en período de prueba durante dos años como temporario. Esto tiene que terminar. Soy un hombre de 58 años de edad y ¿quieres que trabaje por 16 dólares la hora y algo de cambio? Mi hijo gana más que yo. Eso me lastima el alma y el orgullo”.
“A Ford no le importa la seguridad en el trabajo”, dijo Denise Brown, con 20 años en la planta. “Solían darnos cinco minutos pagados de estiramiento antes de que comenzara la línea de ensamblado. Lo eliminaron, diciendo que le quita demasiado tiempo a la producción. En consecuencia, las lesiones han aumentado. He tenido seis cirugías relacionadas con el trabajo”.