MINNEAPOLIS — “Si esto tiene algo que ver con las elecciones, quiero que me digan qué es lo que están haciendo”, dijo Layla Bashir, pidiéndole a Rachele Fruit que se acercara a su coche afuera de una tienda Target en esta ciudad el 22 de julio.
Fruit le explicó que ella es la candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente de Estados Unidos. El PST llama a la construcción de un partido obrero para organizar y movilizar a los trabajadores, tanto a los sindicalizados como a los no sindicalizados. “Nuestra clase, la clase trabajadora, necesita romper con el sistema bipartidista y con todos los partidos capitalistas”, dijo.
“¡Tienes razón!” dijo Bashir, una enfermera. “Ayer realmente me abrieron los ojos cuando obligaron al presidente a que se retire de la contienda. Retiraron su dinero y cambiaron el candidato sin que tuviéramos siquiera un voto. Los demócratas son todos mentirosos. Voy a hacer correr la voz sobre su campaña a todos los que conozco”.
Bashir firmó la petición para incluir a Fruit y al candidato a vicepresidente del PST, Dennis Richter, en la boleta electoral. Se llevó con ella volantes de la campaña para distribuirlos y un ejemplar del Militante.
El PST ha iniciado un esfuerzo de 16 días para aprovechar el interés hacia una alternativa obrera a los partidos de los patrones y para presentar el programa del PST. Los partidarios planean recolectar más de las 2 mil firmas necesarias para incluir la fórmula del partido en la boleta electoral de Minnesota.
“A pesar de su retórica sobre las ‘familias que trabajan duro’, ni los republicanos ni los demócratas están interesados en defender la vida y el sustento de los trabajadores”, dijo Fruit en un evento aquí el 20 de julio. “Existen para garantizar que las familias capitalistas gobernantes estén seguras en el poder y para que las fuerzas armadas sean lo suficientemente fuertes para defender los intereses de los imperialistas estadounidenses en el mundo.
“Los precios elevados y las dificultades para conseguir empleos decorosos y bien remunerados a tiempo completo siguen exprimiendo a la clase trabajadora”, dijo Fruit. “Ni la Bidenómica ni la retórica de Hacer-Grande-a-Estados Unidos pueden cambiar esta realidad. Es por eso que más trabajadores se están afiliando y organizando sindicatos para luchar por mejores salarios y protecciones contra las alzas en el costo de vida y los estragos de la inflación”.
Fruit citó un informe reciente que anunció el cierre el próximo mes de uno de los pocos centros de maternidad que quedan en el sur de Alabama, en el condado rural de Clarke. Alabama ya tiene una tasa de mortalidad materna de más de 64 muertes por cada 100 mil nacimientos, casi el doble del promedio nacional. Para las mujeres negras, la tasa es de 100.7. “Esta impactante estadística refleja la continua opresión de la nacionalidad negra en Estados Unidos, que sólo puede superarse mediante luchas y la lucha por el poder obrero”, dijo.
La clase dominante está empezando a reconocer que ya hemos superado el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador, dijo. Eso quedó claro en la convención del Partido Republicano. “El atractivo de Trump desde el principio ha sido su voluntad de hablar sobre las condiciones desastrosas que enfrentan las comunidades de la clase trabajadora en todo el país”, dijo. “Pero que Sean O’Brien, el dirigente del sindicato Teamsters, se dirija a la convención republicana es algo nuevo”.
El discurso de O’Brien no rompió de ninguna manera con la política capitalista. Al contrario, propuso trabajar con los llamados amigos del movimiento obrero en ambos partidos de los patrones. Pero su discurso demostró que la clase dominante ve la necesidad de convencer a los trabajadores de que tienen una opción estable entre los partidos capitalistas.
“Queremos que consideren la campaña del Partido Socialista de los Trabajadores”, dijo Fruit. “Demuestra que tan amplias son las oportunidades que tenemos para presentar nuestro programa, a medida que promovemos la solidaridad a través de nuestros sindicatos y llevamos nuestra campaña a todas las luchas de trabajadores que podamos”.
Desorden mundial del imperialismo
“La crisis económica capitalista mundial está provocando devastación y guerra para millones de personas”, dijo Fruit. “La lucha sobre qué clase gobernará es la cuestión central para los trabajadores de todo el mundo”.
Washington “es una potencia imperialista debilitada, pero sigue siendo la más poderosa, y busca expandir su control económico, militar y político en todo el mundo tal como lo hacen sus competidores, tanto sus aliados como sus enemigos”, dijo. “La cumbre de la OTAN en Washington fue un paso hacia la preparación para las guerras venideras con armas cada vez más terribles”.
En 1916, el dirigente revolucionario bolchevique V.I. Lenin señaló que el imperialismo “no es una política que el gobierno elige seguir”, dijo Fruit. “El impulso hacia la guerra es inherente al capitalismo en la época imperialista. La única forma de acabar con esto es organizando un movimiento revolucionario de trabajadores y agricultores para tomar el poder estatal y derrocar el dominio capitalista. Y eso es lo que hicieron los bolcheviques”.
La invasión de Ucrania por Moscú y la masacre de judíos en Israel por Hamás el 7 de octubre, respaldada por Teherán, han acelerado drásticamente el desorden mundial del imperialismo.
“Hay más peligro que nunca de que algún gobierno capitalista —ya sea en Irán, Rusia, Estados Unidos o China— recurra al uso de armas nucleares”, dijo. “Sólo las revoluciones socialistas pueden poner fin de una vez por todas al peligro de una conflagración nuclear mundial”.
Después del evento, varios participantes endorsaron la campaña de Fruit. “Creo que el capitalismo no es bueno para los trabajadores”, dijo Tyler Hurtgen, un joven trabajador de panadería quien hizo campaña por Fruit el día siguiente. “Me gustó lo que dijo”.
“Es la única campaña que plantea la necesidad de luchar para poner fin al sistema de salarios”, dijo Chris Pennock, delegado sindical del sindicato de trabajadores postales, mientras firmaba una tarjeta para endorsar la campaña.
Respuesta a negadores de Holocausto
Los partidarios del PST “explican que el odio antijudío, un reflejo de la crisis del capitalismo, es también una cuestión de vida o muerte para la clase trabajadora”, dijo Fruit en el evento. “Tenemos que actuar contra cualquier intento de difamar, atacar y convertir a los judíos en chivos expiatorios”.
Es importante explicar lo que fue el pogromo de Hamás el 7 de octubre, dijo, “para responder a los negadores del Holocausto del siglo XXI”.
Los partidarios de la campaña están teniendo muchas discusiones sobre este tema con trabajadores. Varios han comprado ejemplares del libro La lucha contra el odio antijudío y los pogromos en la época imperialista: Lo que está en juego para la clase trabajadora internacional.
Los partidarios de la campaña del PST Betsy Farley y Kevin Dwire conocieron a un grupo de trabajadores agrícolas afuera de Walmart en Bloomington. Venían de todas partes de México, desde Guadalajara hasta Veracruz, para trabajar temporalmente en una finca cercana. Un trabajador se alegró especialmente al ver el artículo del Militante sobre las acciones comunes de camioneros estadounidenses y mexicanos por mejores salarios y condiciones. Había participado en la organización de sindicatos en México.
Los equipos de la campaña irán por todo el estado hasta el 4 de agosto. Para ayudar, comuníquese con la rama del Partido Socialista de los Trabajadores en su área.