Declaración de rachele fruit y dennis richter

Un programa obrero para enfrentar la crisis

25 de noviembre de 2024
Rachele Fruit (der.), candidata del PST para presidente, habla con Howard Allen, huelguista de Boeing, en línea de piquete en Everett, Washington, oct. 5, sobre temas clave para clase trabajadora.
Militante/Mary MartInRachele Fruit (der.), candidata del PST para presidente, habla con Howard Allen, huelguista de Boeing, en línea de piquete en Everett, Washington, oct. 5, sobre temas clave para clase trabajadora.

El pueblo trabajador está enfrentando una creciente crisis económica, social y moral del capitalismo en Estados Unidos y el resto del mundo. Los patrones están recortando empleos, imponiendo horarios onerosos que destrozan la vida familiar, restricciones al acceso al cuidado médico y a las pensiones, condiciones peligrosas y más. Juntas y burócratas del gobierno prohíben las huelgas y respaldan a los patrones. Y estos ataques se profundizaron bajo la administración de Joseph Biden y Kamala Harris.

Los trabajadores han respondido organizándose y realizando huelgas, desde los trabajadores automotrices hasta los portuarios, los de Boeing, de hoteles, y otros. Sus luchas han ganado el apoyo de otros trabajadores, un creciente reconocimiento de que los trabajadores son una clase social, con intereses comunes y un enemigo común: las familias gobernantes capitalistas y su gobierno.

Un reflejo de este cambio es la elección de Donald Trump, que ganó más votos de trabajadores de todas las nacionalidades y colores.

Ningún partido o candidato capitalista puede liderar a la clase trabajadora. Eso requiere el fortalecimiento de los sindicatos y la construcción de nuestro propio partido político, un partido obrero, basado en los sindicatos, con un programa para luchar por los intereses de todos los trabajadores: los sindicalizados y los no sindicalizados, los inmigrantes y los nacidos en Estados Unidos, los empleados y los desempleados.

Se requiere un partido con una política exterior de la clase trabajadora, que se oponga a la intervención imperialista norteamericana en el extranjero; que defienda intransigentemente el derecho de Israel a existir como refugio contra el odio a los judíos y los pogromos; y que respalde las luchas de los trabajadores en todas partes.

En el libro Ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador: El Partido Socialista de los Trabajadores mira hacia adelante, disponible a través de Pathfinder, nuestro partido propone un programa de este tipo:

Aspecto fundamental de cualquier programa comunista es la lucha, dirigida por los sindicatos, por empleos: con salarios, horarios y condiciones laborales que permitan que las familias vivan, y no se vean destrozadas por el incesante afán de ganancias de los patrones. Como afirma nuestro programa de 1938, “El derecho al empleo es el único derecho serio que le queda al trabajador en una sociedad basada en la explotación”. Y por tanto es nuestro punto de partida.

El empleo, y no la dependencia de programas de asistencia social, abre una vía que permite avanzar. La historia demuestra que después de cada importante crisis cíclica del capitalismo, las familias de trabajadores que reciben asistencia pública quedan más pobres que en la previa recesión. Los trabajadores necesitamos una perspectiva que fortalezca nuestra confianza en nuestro valor propio y en nuestra capacidad para organizarnos y luchar. Una perspectiva que ayude a la clase trabajadora y a los sindicatos a forjar alianzas con agricultores, otros productores explotados y los oprimidos.

Los trabajadores con conciencia de clase reivindicamos una semana laboral más corta sin recorte salarial, y con horarios regulares. Exigimos un programa masivo de obras públicas para dar empleo a millones de personas —con salarios a nivel sindical— construyendo hospitales, escuelas, centros de cuidado infantil, viviendas, puentes, carreteras y otras obras necesarias de infraestructura. Frente a la inflación, reclamamos ajustes por el costo de vida en los salarios (y en las pensiones de jubilación y beneficios por desempleo y discapacidad).

Un ala izquierda con perspectiva de lucha de clases organizaría a los sindicatos para dirigir una lucha de la clase trabajadora por estas demandas fundamentales.

Al tiempo que la clase trabajadora y los sindicatos organizan estas batallas de clase, millones de familias necesitan suplementar sus ingresos.

Pero la forma de lograrlo no es tratando de mantener dos o tres empleos, sin disponer de tiempo para relajarse y pensar, tiempo para actividades sindicales, políticas y sociales, tiempo para la familia.

Y tampoco dependiendo de programas de asistencia social que  exigen “verificación de recursos” (means testing) y burocracias gubernamentales “de pobreza”. Esos programas humillan y estigmatizan a las personas que los reciben, crean condiciones que impiden que la gente ocupe un empleo y destruyen las familias.

Lo que hace falta es un nivel mínimo para todas las familias de trabajadores: un ingreso suficiente para que los trabajadores puedan mantener un empleo estable, al tiempo que el movimiento obrero lucha por cuidado infantil y atención médica universales. Un ingreso suficiente para que nuestra clase pueda mantener su solidaridad, actividad sindical y espíritu de vanguardia necesarios para luchar.

Una lucha de este tipo puede surgir de las batallas de clase de hoy. A medida que las luchas se profundicen, se puede construir un partido obrero, decidido a liderar a millones de trabajadores en la lucha por tomar el poder político.

Únase a nosotros para promover esta perspectiva obrera.