En una manifestación celebrada el 10 de octubre en Miami en solidaridad con los judíos de Israel tras el pogromo al estilo nazi realizado por Hamás y sus aliados, Rachele Fruit, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el Senado de Estados Unidos por Florida en 2024, presentó la siguiente declaración a la prensa y a los participantes.
El Partido Socialista de los Trabajadores forma parte de la continuidad en la lucha contra el odio a los judíos que se remonta a Lenin y la Revolución Bolchevique en Rusia. Los socialistas nunca deben apoyar ningún crimen contra la humanidad en nombre de la revolución.
En 2010, Fidel Castro le pidió al periodista Jeffrey Goldberg que lo entrevistara para poder responder al presidente iraní Mahmud Ahmadineyad, quien negaba el Holocausto. Respondiendo a una pregunta de Goldberg, Fidel dijo que apoyaba el derecho de Israel a existir “sin lugar a dudas”.
“Nadie ha sido más calumniado que los judíos”, dijo Fidel.
Los trabajadores no pueden confiar en el imperialismo democrático para proteger a los judíos. Washington y Londres cerraron las puertas a la inmigración judía antes, durante y después de la Segunda Guerra Mundial. Ese hecho, y la traición de los estalinistas en Moscú y en otros lugares, a las oportunidades revolucionarias, condujeron a la “Solución Final” de Hitler.
Por eso Israel tenía que ser y tiene que ser un refugio para los judíos.
Los que se autodenominan “socialistas” y defienden a Hamás y otros terroristas proxy de Irán, se encontrarán fácilmente aliados con futuras fuerzas fascistas.
Solo las clases trabajadoras de Israel, Palestina, Irán y toda la región pueden encontrar una solución que responda a sus intereses comunes. Lo mismo puede decirse de los trabajadores de Estados Unidos.