Trabajadores de hospital en Irán: ‘Somos enfermeras, no esclavos’

Por Seth Galinsky
25 de noviembre de 2024
Consejo Coordinador de Protestas de Enfermeras
Consejo Coordinador de Protestas de Enfermeras

Enfermeras y otros trabajadores de la salud en hospitales de por lo menos 17 ciudades realizaron protestas o paros antes y durante el Día Nacional de las Enfermeras, el 7 de noviembre en Irán. Están protestando contra bajos salarios, horas extras obligatorias, falta de personal y malas condiciones de trabajo.

“¡Somos enfermeras, no esclavas! Sin enfermeras el sistema colapsa”, decía una declaración del Consejo Coordinador de Protestas de Enfermeras. Mientras el gobierno intenta utilizar su creciente conflicto con Israel para convencer a los trabajadores de que no protesten, el consejo respondió: “Basta de belicismo. Nuestra mesa está vacía”.

En Yazd, arriba, las protestas duraron siete días seguidos. En Shiraz, los trabajadores de cuatro hospitales realizaron una “huelga total”, con “huelgas parciales” en otros dos. En agosto, las enfermeras y otros trabajadores de hospital realizaron protestas o se declararon en huelga en más de 60 hospitales y centros de salud en 40 ciudades.

En la ceremonia oficial del Día de las Enfermeras en Tabas, en la provincia de Jorasán del Sur, en Mashhad y otras ciudades, las enfermeras intervinieron con carteles de protesta y tomaron la palabra para plantear sus reivindicaciones.

“Hacemos trabajar en exceso a las enfermeras y no les pagamos salarios adecuados”, dijo Mahmoud Umidi —funcionario de la Casa de las Enfermeras, una asociación reconocida por el gobierno— a la Agencia de Noticias Laborales de Irán.

El salario medio de las enfermeras en los hospitales públicos de Irán es de 200 dólares al mes, y frecuentemente incluso pagado con semanas o meses de retraso. Para compensar la falta de 70 mil enfermeras, según cifras admitidas por el Ministerio de Salud de Irán, muchos hospitales imponen horas extras obligatorias.

Hasta 1,500 enfermeras emigran cada año a Alemania, Suiza, Australia y otros lugares, donde pueden ganar hasta 20 veces más. Otras, hartas de los salarios y las condiciones, renuncian y se quedan en casa o buscan otros trabajos, incluso en clínicas privadas que ofrecen cirugía estética.

Las protestas y huelgas “continuarán hasta que ganemos nuestros derechos sindicales inalienables”, afirmó el Consejo Coordinador de Protestas de Enfermeras.