LOS ANGELES — “Las elecciones burguesas dan una imagen distorsionada de la lucha de clases, pero las condiciones y las batallas que enfrentan los trabajadores hoy fueron fundamentales para los resultados de las elecciones de 2024”, dijo Norton Sandler, miembro del Comité Nacional del Partido Socialista de los Trabajadores, en un evento el 10 de noviembre del Militant Labor Forum sobre las elecciones.
Mirar el Programa de Transición para la Revolución Socialista, escrito por León Trotsky y adoptado por el PST en 1938, ayuda a pensar sobre las elecciones en Estados Unidos, dijo Sandler. Trotsky explicó que las dos aflicciones básicas que enfrenta la clase trabajadora bajo el capitalismo son el desempleo y los precios elevados.
Los precios altos, dijo Sandler, están devastando a la clase trabajadora. Los salarios de los trabajadores con empleo están lejos de ser suficientes para cubrir el alquiler, los alimentos, el cuidado de los niños y otras necesidades. Millones de trabajadores necesitan trabajar en dos empleos para sobrevivir, y las deudas de tarjetas de crédito son abrumadoras. Los horarios de trabajo, las largas horas y las horas extras obligatorias impuestas por los patrones dificultan la vida de los trabajadores. Esto afecta especialmente a las mujeres de la clase trabajadora.
Estas condiciones afectan de forma más severa a los africano americanos, dijo Sandler, a pesar de que el tamaño de las capas profesionales y de clase media privilegiadas en la comunidad negra ha aumentado. No es de extrañar que más negros hayan votado por Trump.
La crisis mundial del sistema capitalista sigue profundizándose, dijo Sandler. La política está y estará cada vez más marcada por los conflictos comerciales entre las potencias capitalistas rivales y nuevas guerras para repartirse el mundo. Y todos ellos buscan profundizar la explotación de la clase trabajadora para mejorar su ventaja competitiva y defender sus ganancias.
Estas tendencias se aceleraron con la guerra del presidente ruso Vladímir Putin contra Ucrania, así como con el pogromo de Hamás del 7 de octubre de 2023 contra los judíos en Israel, respaldado por Teherán.
“Es necesario recalcar en este foro el virulento ataque contra los judíos en Ámsterdam el 7 de noviembre y lo que esto refleja”, dijo Sandler.
“Después de un partido de fútbol, partidarios del equipo israelí fueron atacados y perseguidos por las calles por grupos en bandadas. Estos ataques fueron planificados de antemano”, dijo Sandler. A pesar de ser alertada con antelación, la policía no detuvo la violencia contra los judíos. Algunos de los grupos atacantes tenían vínculos directos con Hamás.
“Ámsterdam es un recordatorio de que el odio a los judíos y los pogromos son una parte integral de la época imperialista que estamos viviendo”, dijo. “El PST defiende el derecho de Israel a existir como refugio para los judíos. Pero el Partido Socialista de los Trabajadores también explica que el odio antijudío y los pogromos solo terminarán cuando la clase trabajadora tome el poder político”.
Los partidos de los patrones
Durante décadas el Partido Demócrata se ha presentado como el partido de la clase trabajadora. Esto cambió con la presidencia de Barack Obama, quien conscientemente trató de ocultar la naturaleza de clase de la política. Obama fue fundamental para ungir a Kamala Harris como candidata presidencial del Partido Demócrata y dejar de lado a Joseph Biden este año, dijo Sandler.
Los republicanos lograron en gran medida convencer a los trabajadores de que ellos eran el mal menor. Esto fue cierto a pesar de que muchos dirigentes sindicales apostaron todo por Harris, dijo Sandler. Otros en la cúpula sindical, percibiendo el estado de ánimo de las bases, no apoyaron ni a Trump ni a Harris, incluyendo el sindicato de mineros UMW, el de estibadores ILA y los Teamsters.
Las capas meritocráticas de clase media alta que dominan el Partido Demócrata, de la que Obama es parte, ven a los trabajadores como la fuente de la intolerancia, el racismo y la reacción. La advertencia condescendiente de Obama a los hombres negros sobre de que deben apoyar a la hermana negra fue un claro ejemplo.
Después de las elecciones, David Axelrod, un conocido comentarista de la CNN y antiguo asesor principal de la administración Obama, fue uno de los muchos demócratas que dijeron que el partido se había convertido en un “partido sabelotodo, suburbano y con educación universitaria” que seguirá perdiendo elecciones.
La victoria de Trump fue un golpe para los Obamas y la meritocracia de la que forman parte, dijo Sandler, y fue un golpe para el wokeismo promovido ampliamente por el Partido Demócrata y en las corrientes radicales de clase media.
Los demócratas juzgaron mal el peso de la cuestión del aborto, sometiendo a voto enmiendas constitucionales en varios estados con la esperanza de aumentar los votos para su partido, agregó Sandler. Aunque muchas mujeres de la clase trabajadora apoyan la despenalización del aborto, lo ven como solo una parte de una batalla más amplia: por mejores salarios, condiciones que les permitan formar y mantener una familia, acceso al cuidado infantil y atención médica.
Los referendos sobre el aborto ganaron en siete estados, dijo Sandler, incluidos Montana, Arizona, Nevada y Missouri. Harris perdió en esos cuatro estados.
Desde la primera victoria de Trump en 2016, los demócratas han llevado a cabo un ataque implacable a las protecciones constitucionales, utilizando al FBI y a tribunales complacientes para tratar de expulsarlo de la política. Con su victoria el 5 de noviembre, la plétora de casos legales que los fiscales del Partido Demócrata a nivel federal, estatal y local han estado llevando contra él comenzó a desmoronarse. Estos procesos escandalosos pisotearon los derechos que los trabajadores necesitamos para defendernos de los ataques del gobierno.
Ya veremos qué hará una administración Trump, respaldada por la Cámara de Representantes y Senado bajo control republicano, dijo Sandler. Cualquier intento de realizar deportaciones masivas se enfrentará a la resistencia de los trabajadores de todo el país, que buscan fortalecer la unidad de la clase obrera, y también de los patrones, que dependen de los inmigrantes para cubrir puestos en fábricas, construcción, hoteles, restaurantes y granjas.
El Partido Socialista de los Trabajadores seguirá impulsando la demanda por una amnistía para los inmigrantes y la necesidad de que el movimiento obrero reclute a todos los trabajadores para fortalecer los sindicatos.
La campaña del PST dio un ejemplo
La campaña del PST en 2024 dio un ejemplo, dijo Sandler, impulsando el programa y el camino a seguir que necesita la clase trabajadora. Trabajadores en lucha llegaron a conocer a nuestra candidata presidencial, Rachele Fruit, y a su compañero de fórmula, Dennis Richter, junto con los candidatos del PST en todo el país.
“Planteamos la necesidad de crear un partido obrero y organizar a millones de trabajadores para defender nuestros intereses de clase y luchar para tomar el poder político. Esto tuvo una audiencia seria que seguirá en el futuro”.
Lo que decimos —que ya superamos el punto más bajo de la resistencia obrera y que sopla un nuevo viento— es cierto, dijo Sandler. Las peticiones de los trabajadores que buscan sindicalizarse aumentaron un 27% durante el último año. Los trabajadores están más dispuestos a hacer huelga.
“Explicaremos la necesidad de luchar por una semana laboral más corta sin recortes salariales para evitar despidos, y por clausulas que establezcan aumentos de salarios en consecuencia con los aumentos de precios”, dijo. “Y explicamos la necesidad de luchar para establecer un mínimo necesario para las familias obreras, y que el gobierno cubra un ingreso suplementario necesario para sobrevivir.
“También explicaremos que estos pasos necesarios no se pueden lograr bajo el capitalismo, otra razón por la que la clase trabajadora debe tomar el poder político.
“Ganamos patrocinadores de la campaña entre los luchadores de la clase trabajadora, muchos de los cuales se nos unieron para hacer campaña. El PST es más fuerte hoy”, dijo Sandler.
Los miembros del partido ayudarán a promover la solidaridad a través de nuestros sindicatos con nuestros compañeros de trabajo y con otras huelgas y luchas sindicales.
Y el partido seguirá luchando contra toda manifestación de odio a los judíos, y continuará nuestro trabajo en defensa de la Revolución Cubana, un ejemplo a emular por los trabajadores de todo el mundo.