Huelga de maestros en Massachusetts obtiene logros

Por Emily Fitzsimmons
9 de diciembre de 2024

BEVERLY, Massachusetts — Los maestros de Beverly y Marblehead llegaron a un acuerdo el 27 de noviembre después de una huelga de tres semanas. Hicieron logros en sus demandas por aumentos salariales, contratación de  más ayudantes de maestros, licencia de maternidad más prolongada y mejores condiciones en las escuelas.

Las huelgas de empleados públicos son ilegales en Massachusetts y ambos sindicatos acumularon multas. Un juez de la Corte Superior del Condado de Essex amenazó con imponer un mediador “imparcial” que podría poner fin a la huelga si los maestros y los comités escolares no llegaran a un acuerdo antes del 24 de noviembre.

“No regresaremos hasta conseguir un salario digno para los auxiliares. Tienen que saberlo”, respondió la copresidenta de la Asociación de Maestros de Beverly, Julia Brotherton. Calificó la ley anti-huelga de “injusta e inmoral”.

Los maestros de Gloucester, que también salieron en huelga el 8 de noviembre, firmaron un acuerdo el 22 de noviembre y volvieron a trabajar tres días después. Lograron aumentos salariales para los maestros y la extensión de la licencia familiar pagada. Sin embargo, el Sindicato de Educadores de Gloucester dijo que, si bien obtuvieron un aumento salarial para los auxiliares, aún no es lo suficientemente alto. Ganarán alrededor de 36 mil dólares al final del contrato de cinco años.

Firmes a pesar de las amenazas

Las autoridades estatales y locales incrementaron las amenazas contra los maestros. “Se necesitan medidas más duras contra las huelgas de maestros; multas mucho más altas surtirían efecto”, insistió el editorial del Boston Globe el 19 de noviembre.

Los sindicatos en huelga recibieron multas por un total de cientos de miles de dólares: 50 mil dólares por día desde el tercer día de la huelga, con un aumento de 10 mil dólares por cada nuevo día de huelga.

La gobernadora Maura Healy reprendió a los maestros el 23 de noviembre, amenazando con que “los estudiantes deben volver a la escuela” incluso si no se firman nuevos contratos.

En una manifestación el 24 de noviembre frente a la escuela secundaria Beverly, el ánimo de los huelguistas era alto y el apoyo de la comunidad era visible. Las pancartas a favor de los maestros abundaban en los patios delanteros por la ciudad. A los huelguistas se les unieron los maestros de Gloucester y Newton con sus gorras y pancartas sindicales, mientras la multitud coreaba: “¡Cuando luchamos, ganamos!”.

Dawn Leoni, una maestra de educación especial de séptimo grado de Gloucester y ex auxiliar, dijo al Militante: “Los comités administrativos escolares intentaron dividirnos, pero nos hicieron más fuertes”. Dijo que la constante insistencia de las autoridades en calificar las huelgas como ilegales había hecho que los padres empezaran a preguntarse: “¿Por qué es ilegal que los maestros hagan huelga? Hemos tenido un gran apoyo de los padres y los estudiantes”, dijo. Los estudiantes de Gloucester organizaron una manifestación. “Me sentí muy alentada al ver a mis estudiantes salir a mostrar su apoyo”.

“Saldremos mañana por la mañana en las líneas de piquetes en todas nuestras escuelas”, dijo Lydia Ames, una líder sindical de la Asociación de Maestros de Beverly, al ver que todavía no se había llegado a un acuerdo.

Starsha Berchoff, una joven ayudante de maestro en la Escuela Primaria de North Beverly, describió su trabajo: “Todos los auxiliares tienen que atender a niños con necesidades especiales, sea dentro del espectro de autismo o cuestiones emocionales, incluyendo conducta agresiva. Necesitan atención personalizada individual”, manifestó.

“Esta es una población que no recibe lo que se merece. Muchos padres no tienen los recursos para luchar cuando sus hijos no reciben los servicios que necesitan. Nos preocupamos por los niños, también tenemos familias”.

Berchoff es madre soltera con dos niños pequeños. Dijo que el bajo salario que reciben los auxiliares obliga a muchos de ellos a tener que trabajar en múltiples empleos.

Dijo que el Comité de Participación del sindicato, del cual ella es líder, se preparó para la huelga durante 11 meses. Coordinaron la difusión diaria de la información sobre los piquetes y manifestaciones, prepararon materiales para los piquetes y ayudaron a los miembros que enfrentaban dificultades.

“Esta huelga nos ha beneficiado mucho”, dijo. “Hemos llegado a conocer a personas en otros edificios escolares y hemos visto todo el apoyo de la comunidad. ¡Nunca había visto algo así!”.

La noche del 24 de noviembre, cientos de padres, estudiantes y otras personas realizaron una vigilia afuera de la Escuela Primaria Hannah en apoyo a los maestros.