El estalinista ‘Frente Popular contra el fascismo’ solo conduce al desastre

Por Róger Calero
23 de diciembre de 2024
Obreros ocupan fábrica Renault en Francia, mayo 1936, durante ola de huelgas que abrió posibilidades revolucionarias. El Partido Comunista y el Socialista se unieron al gobierno del Frente Popular, abogaron por la “harmonía social” con patrones y desmovilizaron auge revolucionario.
Obreros ocupan fábrica Renault en Francia, mayo 1936, durante ola de huelgas que abrió posibilidades revolucionarias. El Partido Comunista y el Socialista se unieron al gobierno del Frente Popular, abogaron por la “harmonía social” con patrones y desmovilizaron auge revolucionario.

Alegando que el pueblo trabajador se encuentra ante el peligro inminente de que los fascistas tomen el poder (en Francia, Hungría, Italia, Argentina y Estados Unidos), los partidos estalinistas de todo tipo, los socialdemócratas y los radicales de clase media están resucitando propuestas para crear un Frente Popular contra el Fascismo al estilo de los años 30.

Este esquema ata a la clase trabajadora a una alianza con una supuesta ala progresista de la clase capitalista, la misma clase cuyo dominio da origen a las fuerzas fascistas cuando se profundiza la crisis y la lucha de clases se agudiza. Este esquema condujo a sangrientas derrotas en los años 30, entre ellas la victoria del generalísimo Francisco Franco en la Guerra Civil española.

“Nuevo Frente Popular moviliza a los franceses para salvar a la democracia del golpe de estado de Macron y Le Pen”, se titulaba un artículo publicado en septiembre en People’s World, el periódico digital del Partido Comunista de Estados Unidos. El artículo elogió la coalición liderada por el Partido Comunista francés, junto con La France Insoumise, el Partido Socialista y Les Ecologistes, para colaborar con el presidente francés, Emmanuel Macron, para impedir que el partido Agrupación Nacional de Marine Le Pen ganara las elecciones.

Argumentos similares fueron usados en Estados Unidos para justificar una alianza multiclasista contra Donald Trump.

“Georgi Dimitrov estaría sonriendo esta mañana en el cielo marxista”, decía un artículo de People’s World sobre los resultados de las elecciones en Francia. A Dimitrov, líder del Partido Comunista búlgaro y de la Internacional Comunista de Stalin en los años 30, se le atribuye ser el autor del Frente Popular.

Los partidos comunistas de todo el mundo fueron instruidos a formar coaliciones con partidos imperialistas considerados “antifascistas” o favorables a las necesidades diplomáticas de Moscú.

Era un nuevo nombre para la colaboración de clases: partidos y organizaciones de la clase trabajadora subordinaban los intereses de los productores explotados a los patrones y su gobierno, bajo la bandera de formar una “gran alianza” para detener el fascismo.

Lejos de derrotar a los matones nazis, los Frentes Populares bloquearon las posibilidades revolucionarias y los levantamientos obreros en Europa, Asia y las Américas, con consecuencias desastrosas para los trabajadores. Su objetivo no era que la clase trabajadora tomara el poder político en sus propias manos, sino lograr la “coexistencia pacífica” del régimen estalinista en Moscú con los regímenes imperialistas “democráticos” de Estados Unidos, Francia y otros países.

Esta traición abrió el camino a la victoria fascista en España, apuntaló el dominio de Hitler en Alemania e hizo inevitable el inicio de la Segunda Guerra Mundial imperialista.

En Estados Unidos, la nueva línea aplicada por el PC brindó un apoyo incondicional al presidente demócrata Franklin D. Roosevelt y en contra del creciente sentimiento a favor de un partido obrero.

El Partido Comunista promovió el Nuevo Trato de Roosevelt, allanando el camino para la entrada de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial. Esto trajo consigo ataques a los derechos constitucionales y al espacio para la acción política del movimiento sindical, el Partido Socialista de los Trabajadores, los negros y otras nacionalidades oprimidas.

El PC “ha seguido variaciones de la estrategia del Frente Popular desde entonces, haciendo ajustes según las circunstancias, hasta el día de hoy”, afirmó orgullosamente el director de People’s World, C.J. Atkins, en el sitio web del periódico.

En contraste, el curso obrero revolucionario que promovió el Partido Socialista de los Trabajadores fue y es la movilización de la clase trabajadora para liderar a millones de los oprimidos y explotados por el capital a tomar el poder político en sus propias manos para prevenir la brutalidad fascista a medida que se profundiza la crisis del capitalismo.

Este programa se detalla en el Programa de Transición para la Revolución Socialista del dirigente revolucionario ruso León Trotsky, adoptado por el PST en 1938. Está al centro del programa del PST en la actualidad. Actualizado para las condiciones de hoy día, está disponible en el libro Ya superamos el punto más bajo de la resistencia del pueblo trabajador: El Partido Socialista de los Trabajadores mira hacia adelante.

¿Frente popular contra Trump?

Mientras la llamada coalición anti-MAGA de demócratas, estalinistas y prácticamente toda la izquierda avanza “hacia la próxima etapa de la lucha” tras las elecciones de 2024, culpan a los trabajadores “deplorables” por votar por Trump. Se quejan de que los dirigentes del Partido Demócrata no presentaron un programa para abordar la crisis que enfrentan los trabajadores, como si fuera posible que un partido capitalista pudiera hacer eso.

Estas fuerzas debaten cómo “remediar” la “desvinculación” de la clase trabajadora con el Partido Demócrata y “arrancar a los votantes de clase trabajadora de las garras del trumpismo”, como lo expresa el sitio web socialdemócrata Jacobin.

¿Qué recomienda la coalición ANSWER, liderada por el Partido por el Socialismo y la Liberación? “Derrotar la agenda multimillonaria de extrema derecha de Trump”.

Pero “derrotar la agenda de Trump” no significa nada más que apoyar a los “mejores” candidatos del Partido Demócrata. Es una forma de encubrir la colaboración de clases.

Trump no resolverá la crisis que viven los trabajadores. Tampoco lo habría hecho Kamala Harris, ni ningún otro demócrata o republicano. Los patrones no dejan de ser patrones y el gobierno capitalista en Washington no deja de servir a los intereses de los patrones.

La característica más destacable de las elecciones presidenciales de 2024 en Estados Unidos fue el número de huelgas que ocurrieron el año pasado. Mostró la creciente convicción entre los trabajadores de que la lucha de clases es el camino a seguir para lograr avances.

El Partido Socialista de los Trabajadores dice: Forjar, ampliar y fortalecer los sindicatos y utilizar el poder sindical para promover los intereses de los trabajadores.

Hoy en día, más trabajadores ven que este curso va de la mano con la construcción de un partido obrero y con dirigir una lucha para derrocar el dominio de los patrones y sus partidos para que la clase trabajadora tome el poder político.

Este último esfuerzo de reciclar la ilusión del frente popular como algo progresista significa que es hora de que los trabajadores y los jóvenes repelidos por las brutales realidades del capitalismo vuelvan a examinar estas lecciones.