Funcionarios penitenciarios de Florida han incautado ejemplares del Militante en por lo menos 18 ocasiones en los últimos 16 meses, cuatro veces más que en todas las prisiones del resto del país en los últimos 10 años.
El Comité de Revisión de Literatura del Departamento Correccional del estado revocó casi todas las prohibiciones en el estado de Florida, pero funcionarios del estado siguen incautando más ejemplares, más recientemente seis ediciones consecutivas, de la 24 a la 29. El comité revocó la prohibición de las ediciones 24, 26, 27 y 28, pero confirmó la exclusión de la edición 25. Pronto decidirá sobre la suerte de la 29.
Parecería que los directores de las prisiones esperan enredar al periódico y a sus abogados en peleas costosas y laboriosas para oponerse a la censura.
Los funcionarios de la prisión federal en Greenville, Illinois, han prohibido todos los ejemplares del Militante destinado a un suscriptor de esa prisión. Ese suscriptor fue puesto en libertad el 15 de agosto, pero el Militante continúa sus esfuerzos para revertir la prohibición inconstitucional.
“Hay más de 2 millones de trabajadores tras las rejas en Estados Unidos, una parte importante de la clase trabajadora”, dijo el director del Militante John Studer. “Tienen derecho a leer la literatura de su elección, a pensar por sí mismos, a aprender acerca de las luchas obreras y a expresar su apoyo a las protestas de la clase trabajadora en todo el mundo”.
“Y el Militante tiene el derecho a llegar a sus suscriptores: la libertad de prensa y la libertad de expresión acuñadas en la lucha en la Constitución de Estados Unidos”, dijo Studer
En cartas dirigidas al Comité de Revisión de Literatura de Florida del 21 de agosto, apelando la incautación de los números 25 y 29, el abogado del Militante David Goldstein detalla las flagrantes violaciones cometidas por los funcionarios penitenciarios. El bufete de Goldstein —Rabinowitz, Boudin, Standard, Krinsky & Lieberman— es muy conocido por su defensa de las libertades civiles.
El Militante nunca recibió aviso oficial de varias de las incautaciones, una violación de las leyes de Florida. Fue un prisionero quien informó al Militante sobre la prohibición del número 25. Esto, por sí solo, debería haber sido “motivo suficiente para revocar este último intento de censura”, señala Goldstein.
Las prohibiciones del Departamento Correccional son “arbitrarias, irracionales, inconsistentes, ilegales e inconstitucionales”, agrega Goldstein.
Todas las incautaciones hacen uso de un pretexto genérico, afirmando falsamente que el periódico “representa una amenaza a la seguridad, el buen orden o la disciplina” de la prisión. Todos los aspectos de las prohibiciones indican que la verdadera razón es que el Militante “cubre cuestiones políticas, mítines o protestas desde un punto de vista que los funcionarios penitenciarios podrían estar en desacuerdo”, dice la apelación.
Un objetivo especial de las autoridades penitenciarias ha sido la cobertura en el Militante de la lucha contra su censura. El aviso de la incautación de la edición número 26 citó el artículo titulado “‘El Militante’ desafía la continua censura de prisión en Florida”. El Comité de Revisión de Literatura revocó esa prohibición. El aviso de la incautación del número 25 citaba un artículo similar, “El ‘Militante’ combate una nueva ronda de censuras en prisiones de Florida. Esa prohibición no fue revocada sin una palabra de explicación.
Mientras tanto, Sara Revell, directora de la Oficina Regional Norte Central del Buró Federal de Prisiones, dijo en una carta a Goldstein del 14 de agosto que había recomendado que los funcionarios de la prisión de Greenville efectuaran una “revisión adicional” del periódico. Al mismo tiempo, afirmó que, en general, la discreción del director de la prisión para prohibir al Militante “con el fin de mantener una institución segura y protegida es válida”.
Amnistía Internacional de EE.UU., PEN América, Unión de Libertades Civiles de Florida, Gremio Nacional de Abogados, Ministerio de Prisiones de la Iglesia Riverside de Nueva York y muchas otras organizaciones y personas han respaldado la lucha del Militante contra la censura.
¡Únete a la lucha!
“Podemos detener estos intentos de censurar al Militante”, dijo Studer, “y nuestros suscriptores y otros partidarios de los derechos políticos pueden ayudar.
“Pidan a los sindicatos, a grupos religiosos, a organizaciones comunitarias, a defensores de los derechos civiles, a personas destacadas y a grupos de compañeros de trabajo que envíen cartas para protestar las prohibiciones”, dijo. “Cartas personales también pueden tener un impacto”.
Cartas de protesta contra la censura de las cárceles de Florida deben ser enviadas a Dean Peterson, Library Services Administrator, Florida Department of Corrections, Att: Literature Review Committee, 501 South Calhoun St., Tallahassee, FL 32399-2500 o por correo electrónico a: Allen.Peterson@fdc.myflorida.com
Cartas de protesta contra la censura en Greenville deben ser enviadas a Sara Revell, Directora Regional Norte Central, Oficina Federal de Prisiones, Gateway Complex Tower II, 8th Floor, 400 State Ave., Kansas City, KS 66101-2492.
Por favor envíe copias al Militante a 306 W. 37th St., New York, NY 10018, o a themilitant@mac.com.