NUEVA YORK — Más de 25 actos tuvieron lugar de costa a costa el 15 de febrero como parte del “Día sin Inmigrantes”. Muchos exigieron amnistía para los 11 millones de inmigrantes en Estados Unidos sin documentos reconocidos por el gobierno.
Las acciones fueron convocadas inicialmente por Carlos Espina, de 23 años, un popular personaje en la plataforma de redes sociales TikTok. Luego, el canal de televisión en español Telemundo informó al respecto. Espina dice que apoyó a Joseph Biden durante las elecciones de 2020 por su promesa de impulsar una reforma migratoria, pero que no ha hecho nada desde que ingresó a la Casa Blanca.
Cuando trabajadores agrícolas en el estado de Washington se enteraron de las manifestaciones, contactaron al sindicato de trabajadores agrícolas UFW. Estaban “mirándonos y diciendo. ‘¿Qué vamos a hacer para participar? Queremos ser parte de este movimiento’”, dijo Zaira Sánchez, vocera del UFW, a la prensa en la manifestación de más de 50 personas en Pasco, Washington. “Entonces, rápidamente organizamos esta manifestación”.
En Nueva York, más de 150 personas se manifestaron durante dos horas en temperaturas bajo cero en Times Square. La actividad fue organizada por New Immigrant Community Empowerment (NICE) y respaldada por trabajadores del Local 79 del sindicato de trabajadores de la construcción.
“Lo que es significativo es que estamos aquí, trabajadores inmigrantes de pie junto a nuestros hermanos del Local 79”, dijo a la multitud la directora ejecutiva interina de NICE, Diana Moreno. “Estamos aquí porque conocemos el poder de los sindicatos, el poder del trabajo. Es nuestro sudor, son nuestras manos las que construyeron este país”. Exigió la ciudadanía para los 11 millones de inmigrantes sin papeles.
Para el trabajador de McDonald’s, Ricardo Carranza, de 25 años, fue su primera manifestación por los derechos de los inmigrantes. “Ya basta de estar en las sombras”, dijo Carranza al Militante. “Estamos cansados de hacer trabajos con salarios bajos y sin beneficios”.
María Izquierdo, de 55 años, trabaja “haciendo lo que puedo, en la construcción, limpiando casas, de vendedora ambulante. Sin papeles somos más explotados, humillados, despreciados”, dijo. Con papeles legales, dijo que podría solicitar un trabajo estable, mejor pagado.
“Estoy luchando para que los que no tienen papeles puedan salir de las sombras”, dijo Juan Álvarez, un conductor de Uber que llegó al mitin de 50 personas en Chicago con una delegación del gremio de conductores independientes IDG. Los miembros del grupo en Chicago, como los de Nueva York y otras ciudades, se han estado organizando para exigir mejores salarios y condiciones y el derecho a formar un sindicato.
El acto más grande fue en Washington, con casi mil personas, entre ellas personas que viajaron en autobuses desde Nueva Jersey y otros que vinieron de Connecticut y otras partes del noreste. Hubo manifestaciones en Brewster, Nueva York; Miami; Houston; Dallas; Filadelfia; tres ciudades en Iowa y varias en California, entre otras.
La mano de obra inmigrante es una fuente clave de ganancias para los patrones de Estados Unidos, quienes se aprovechan de quienes no tienen documentos legales para reducir sus salarios y luego usan eso como una cuña para reducir los salarios de todos los trabajadores. Los patrones tratan de debilitar a los sindicatos enfrentando a los trabajadores inmigrantes y a los nativos entre sí.
“Toda la clase trabajadora enfrenta ataques cada vez más profundos de los patrones”, dijo Naomi Craine, trabajadora ferroviaria y candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para gobernadora de Illinois, en el mitin de Chicago. “El movimiento obrero necesita luchar por la amnistía para todos los inmigrantes para ponernos en una posición más fuerte para unir y organizar a todos los trabajadores”.