MONTREAL — Los ataques contra los camioneros y otros participantes del reciente Convoy de la Libertad realizado en Ottawa para exigir el fin de los mandatos de vacunación han continuado a pesar de que la protesta se ha terminado y el primer ministro Justin Trudeau había suspendido la Ley de Emergencias el 23 de febrero. El gobierno llevó a cabo una de los operativos policiales contra los trabajadores más grandes de la historia de Canadá.
La policía arrestó a casi 200 personas y presentó casi 400 cargos. Confiscaron e incautaron 115 vehículos, quitándole a los camioneros su medio para ganarse la vida. La policía de Ottawa instruyó a los camioneros a que pagaran “costos de recuperación” de hasta 1,191 dólares CA (939 dólares US) por sus vehículos confiscados antes del 4 de marzo o que los vehículos serían “reubicados”.
Haciendo uso de los poderes de emergencia, el gobierno ordenó a los bancos que congelaran, sin orden judicial, las cuentas personales y comerciales de los organizadores, participantes y partidarios del convoy. Unos 7.8 millones de dólares canadienses (US$ 6.1 millones) fueron congelados en más de 200 cuentas antes de que el gobierno instruyera a los bancos a levantar la restricción. La policía dice que continuará tratando de rastrear a los manifestantes.
Los portavoces del convoy Tamara Lich y Pat King fueron encarcelados y se les negó la libertad bajo fianza. Lich, quien fue líder del Partido Maverick, procapitalista y separatista occidental, enfrenta varios cargos criminales.
“Con cientos enfrentando cargos y más pendientes, los gobernantes capitalistas de Canadá continúan castigando a los participantes”, dijo al Militante Philippe Tessier, el candidato de la Liga Comunista en el distrito electoral de Marie-Victorin en las próximas elecciones de Quebec. Tessier trabaja para el ferrocarril Canadian National Railway como conductor y es miembro del sindicato Teamsters.
“La criminalización de esta protesta por Trudeau es una amenaza para los derechos de todos los trabajadores”, dijo Tessier. “Uno de los cargos contra Lich es ‘interferir con el uso y la operación legal de la propiedad’, un cargo que podría usarse contra trabajadores en huelga”. El dirigente de la Liga Comunista instó a los sindicatos a hacer campaña para que se retiren todos los cargos y se devuelvan todos los vehículos confiscados.
Sindicatos deben oponerse a ataques
En la parada de camiones En Route, un poco al oeste de la frontera entre Quebec y Ontario, los camioneros tenían mucho interés en discutir sobre los ataques que enfrentan por parte de las empresas y agencias transportistas y el gobierno.
“Las empresas pagan menos a los inmigrantes porque saben que tienen que trabajar para obtener los papeles de inmigración”, dijo Saragjeet Singh, de Ontario, a este corresponsal. Singh nos dijo que conduce largas distancias desde Montreal a Edmonton por carreteras peligrosas de dos carriles. Los patrones tratan de infundir miedo de deportación entre los trabajadores inmigrantes para reducir los salarios y las condiciones de todos los trabajadores.
Singh compró una suscripción al Militante y el libro Rebelión Teamster, el primero de cuatro tomos de Farrell Dobbs que relata las exitosas huelgas y campañas de sindicalización que afiliaron a cientos de miles de choferes al sindicato en la década de 1930 en el medio oeste de Estados Unidos.
Singh tomó con interés la declaración emitida por Tessier el 15 de febrero titulada: “¡Opóngase a Ley de Emergencia de Ottawa! ¡Defendamos los derechos democráticos y políticos de los trabajadores!”. “Los sindicatos deben oponerse a los ataques de Ottawa contra nuestros derechos”, dice la declaración, y “dejar de apoyar a uno u otro partido capitalista y construir un partido de trabajadores”.
Ocho días antes de que la policía reprimiera la protesta en Ottawa, el Sindicato Canadiense de Trabajadores Postales publicó una “Declaración conjunta de los sindicatos de Canadá sobre la ocupación de Ottawa”. Condenó al convoy como “una turba enfurecida” y llamó al gobierno a poner fin a la protesta.
“Esa declaración no sirvió los intereses de los trabajadores”, dijo Tessier. “Repetía casi palabra por palabra la campaña de difamación de Trudeau”.
“El gobierno utilizó la Ley de Emergencias para beneficiar los intereses de las familias gobernantes multimillonarias”, dijo Tessier. Establece “un precedente para su uso en el futuro contra los trabajadores y nuestros sindicatos que luchan por defender nuestros derechos y mejorar nuestras condiciones de trabajo”.