“¡Llévense las hamburguesas, llévense las papas, lo que queremos son salarios súper grandes!” corearon más de 100 trabajadores de comida rápida y sus partidarios que se congregaron en un restaurante de McDonald’s en Minneapolis el 4 de diciembre.
Apenas una semana después de las acciones del Viernes Negro en todo el país por trabajadores de Walmart exigiendo 15 dólares por hora y trabajo a tiempo completo, miles de trabajadores de comida rápida y sus partidarios organizaron huelgas y manifestaciones para la “Lucha por los $15” en 190 ciudades, 40 más que en protestas similares en septiembre.
Algunos de los trabajadores de comida rápida habían participado en las manifestaciones organizadas por OUR Walmart, un grupo de trabajadores de la gigantesca empresa, y por otro lado empleados de Walmart se unieron las protestas del 4 de diciembre. “Hoy todo salió muy bien. El punto principal que queremos señalar es que la lucha por los 15 dólares y un sindicato está creciendo”, dijo al Militante Erica Concepción que trabaja en Dunkin’ Donuts en Boston por 8.50 dólares la hora. “Uno no debería tener que trabajar dos o tres trabajos para poder sobrevivir”.
Las protestas atrajeron no solo a trabajadores de comida rápida, sino que también a empleados de tiendas pequeñas, trabajadores del aeropuerto y del cuidado de la salud en el hogar. En septiembre se lanzó a nivel nacional una “Lucha por los $15 para el trabajo de cuidado médico en el hogar”. Las protestas ganaron fuerza de la explosión de la oposición a las decisiones de los gran jurados de no presentar cargos contra los policías que mataron a Eric Garner en Staten Island y Michael Brown en Ferguson, Missouri.
En Miami 100 manifestantes, incluyendo trabajadores de Walmart y trabajadores de comida del aeropuerto, marcharon por el centro del distrito de la Pequeña Habana. Cuando la policía les impidió entrar a un McDonald’s la multitud gritó, “No puedo respirar”. Esto fue lo que Eric Garner repitió numerosas veces cuando estaba siendo asfixiado por un policía de Nueva York en Staten Island.
Veteranos de la campaña por los $15, que se inició hace dos años, están resistiendo la intimidación de los patrones.
“Yo he participado en cuatro o cinco de estas huelgas, y cada vez me amenazan con el despido o me han sancionado”, dijo al Militante Ana Mosquera, trabajadora de Wendy’s que recibe 7.25 dólares la hora y que trajo a un compañero de trabajo para unirse a una acción de cien personas en Houston. “Pero por ahora sigo aquí”.
Helen Meyers en Minneapolis, Kevin Dwire en Boston, Naomi Craine en Miami, Cindy Jaquith en Houston y Rachele Fruit en Atlanta contribuyeron a este artículo.
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