Millones de personas en Estados Unidos —sin o con empleos, nacidos aquí o inmigrantes— sienten la debacle de la crisis económica capitalista a fuego lento.
Millones que quieren trabajar no pueden conseguir empleos. Los salarios están estancados o siendo recortados. Los trabajadores que se encuentran en el ejército son enviados a guerras continuas a defender los intereses de los capitalistas. La infraestructura está desmoronándose. Para los trabajadores y agricultores el acceso al cuidado médico es literalmente una cuestión de vida o muerte.
Tenemos que unirnos para luchar para que el cuidado médico financiado por el gobierno sea un derecho social de por vida para todos. Nuestros sindicatos deberían de estar al frente de esta lucha.
La mescolanza de la Ley de Cuidado de Salud Asequible, a menudo llamado Obamacare, es un seguro médico no el cuidado médico. Esta diseñado ante todo para aumentar las ganancias de los monopolios de seguros y farmacéuticos. Aunque millones pudieron obtener cobertura inadecuada y racionada —lo cual es mejor que nada— ha significado un aumento de las primas, deducibles y copagos por un cuidado médico menguante.
Trumpcare habría empeorado aún más este sistema de lucro, agregando 24 millones de personas al número de personas sin atención médica para el 2026. Como Obamacare, la principal preocupación de sus patrocinadores son las ganancias de la “industria” de la salud.
El plan de la administración de Trump —descartado por ahora— incluye un ataque fundamental al Medicaid, un logro histórico de la masiva lucha por los derechos de los negros que derrocó el sistema de segregación Jim Crow y ganó derechos sociales más amplios. Los esfuerzos de los gobernantes para asestar golpes al Medicaid afectarían a decenas de millones de trabajadores, niños, ancianos, personas con discapacidades y sus familiares y amistades. Abriría la puerta a ataques a otros derechos logrados por luchas obreras anteriores, desde el Medicare hasta el Seguro Social.
El pueblo trabajador no fija precio para la vida ni la salud. La salud no debe basarse en la rentabilidad. Es por eso que muchos trabajadores simpatizan con la demanda por un sistema de “single-payer” (pagador único), a veces llamado “Medicare para todos”.
La clase trabajadora, dirigida por el movimiento sindical, debe de luchar por el cuidado médico para todos y de por vida, cualquiera que sea el nombre que se le dé. Mediante nuestro trabajo, la clase trabajadora produce toda la riqueza, más que suficiente para proveer servicios médicos y otras necesidades sociales para todos.
Cuba Revolucionaria —donde la atención médica es un derecho, y no un privilegio— demuestra lo que el pueblo trabajador puede lograr cuando le quitamos el poder a los gobernantes capitalistas y empezamos a construir una sociedad basada en la solidaridad humana. La lucha por el cuidado médico universal hoy ayudará a abrir ese camino para un futuro socialista en Estados Unidos.
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