RESEÑA

‘Burocracia Teamster’ es lectura necesaria para trabajadores hoy

17 de septiembre de 2018
Arriba, obreros repelen ataque de policía y guardia nacional en mayo de 1934 contra huelga de los Teamsters. En el juicio de dirigentes de los Teamsters y del Partido Socialista de los Trabajadores en 1941, el fiscal le preguntó a James P. Cannon si esta lucha contra los agentes “es el tipo de violencia promovida por el PST”. Los agentes “fueron organizados para expulsar a los trabajadores de las calles. Recibieron una dosis de su propia medicina”, dijo Cannon. “Pienso que los trabajadores tienen derecho a defenderse. Si eso es traición, que así sea”.
Biblioteca del Condado de HennepinArriba, obreros repelen ataque de policía y guardia nacional en mayo de 1934 contra huelga de los Teamsters. En el juicio de dirigentes de los Teamsters y del Partido Socialista de los Trabajadores en 1941, el fiscal le preguntó a James P. Cannon si esta lucha contra los agentes “es el tipo de violencia promovida por el PST”. Los agentes “fueron organizados para expulsar a los trabajadores de las calles. Recibieron una dosis de su propia medicina”, dijo Cannon. “Pienso que los trabajadores tienen derecho a defenderse. Si eso es traición, que así sea”.

Burocracia Teamster, por Farrell Dobbs, 440 págs, Editorial Pathfinder, segunda edición, 2018

POR ALYSON KENNEDY

El cúmulo de lecciones contenidos en los cuatro tomos sobre el sindicato de los Teamsters por Farrell Dobbs, es indispensable para los trabajadores que están comenzando a ver la necesidad de luchar y reconstruir el movimiento sindical. En Rebelión Teamster, Poder Teamster, Política Teamster  y Burocracia Teamster, los trabajadores aprenden de primera mano sobre las batallas sindicales de mayor alcance e importancia política de los años 1930.

Sobre todo, aprenderán sobre el liderazgo comunista que hizo que esas batallas obreras fueran tan poderosas y efectivas. Es narrado por Farrell Dobbs, uno de sus dirigentes y organizador central de los Teamsters por más de media década.

La editorial Pathfinder acaba de publicar una nueva edición de Burocracia Teamster  y una nueva traducción al español de este tomo. Ahora los cuatro volúmenes están disponibles para los trabajadores que leen predominantemente este idioma.

La nueva edición contiene más de 130 fotos e ilustraciones, la mayoría de las cuales no habían sido publicadas en ediciones anteriores. Las fotos, y también los titulares, artículos y caricaturas, tanto de la prensa obrera como de los diarios de los patrones, infunden vida a las campañas lideradas por los Teamsters de Minneapolis y la respuesta cada vez más represiva de los gobernantes.

Los dirigentes de los Teamsters se empeñaron en organizar a los no sindicalizados como parte de un creciente movimiento social a nivel nacional para organizar los sindicatos industriales. Acudieron a los agricultores, a los desempleados, a los camioneros dueños de sus equipos, y a otros trabajadores oprimidos. Se organizaron políticamente para movilizar oposición obrera a los objetivos bélicos imperialistas cuando los gobernantes capitalistas estadounidenses se preparaban para arrastrar a los trabajadores a esta segunda guerra imperialista que ya estaba expandiéndose por Europa y Asia.

Dobbs, con menos de 30 años de edad, trabajaba paleando carbón en un deposito de camiones en Minneapolis en 1934. Ese año se convirtió en un participante y dirigente de la campaña de sindicalización y huelgas que hizo posible el reconocimiento del Local 574 (después 544) y la afiliación de trabajadores a este en centros laborales en Minneapolis donde el sindicato no era permitido. Cuando vio cómo los miembros de la Liga Comunista (antecesora del Partido Socialista de los Trabajadores) ayudaron a liderar esa lucha, ingresó al partido.

Dobbs llegó a ser el organizador central de una campaña que abarcó 11 estados en la que para finales de los años 1930 decenas de miles de camioneros se afiliaron al sindicato. A través de estas batallas y otras experiencias políticas, Dobbs llegó a ser uno de los dirigentes centrales del PST, fungiendo como secretario nacional del partido de 1953 a 1972 y como candidato del partido para presidente de Estados Unidos en cuatro ocasiones entre 1948 y 1960.

Las conclusiones que Dobbs señala en Burocracia Teamster, son valiosas para los trabajadores de hoy, que han encontrado inspiración en batallas de clase como las de Virginia del Oeste y otras huelgas de maestros hace unos meses.

Cuando el presidente Franklin Roosevelt ganó un segundo término como presidente de Estados Unidos en 1936, se enfocó progresivamente en la preparación de la “defensa de los intereses americanos”, a medida que los nubarrones de guerra se expandían sobre los rivales imperialistas de los gobernantes norteamericanos alrededor del mundo.

‘Campaña sindical contra la guerra’

Los Teamsters de Minneapolis, explica Dobbs, comenzaron una campaña en el movimiento sindical para organizar la oposición a los preparativos bélicos de Roosevelt. El primer paso fue educar a las filas sindicales sobre el carácter de clase de las guerras de Washington a través de las páginas del Northwest Organizer, el semanario de los Teamsters de Minneapolis. Burocracia Teamster reproduce editoriales y artículos que respondían a los argumentos de los gobernantes cuando trataban de fomentar sentimientos patrióticos hacia la guerra. El Organizer publicó una serie por Carlos Hudson sobre cómo los patrones usaron la primera guerra mundial imperialista, que terminó en 1918, para atacar al movimiento sindical de Minnesota.

Después del ataque japonés contra un buque de guerra norteamericano, y tres barcos-tanque de la Standard Oil, los gobernantes desataron una ola masiva de propaganda anti-japonesa. “Nuestra” bandera había sido ultrajada y “nosotros” debemos responder, decía la prensa capitalista. El Northwest Organizer  respondió, “¿Qué quieren decir con ‘nosotros’ y ‘nuestra’?”

Los trabajadores y los patrones tienen intereses de clases contrapuestos, explicaba el Organizer. “Si las inversiones de la Compañía Standard Oil están en peligro, ese es un dolor de cabeza para Rockefeller, no para nosotros”.

A medida que los patrones gritaban que “nosotros” debíamos prepararnos para la guerra, atacaban a los sindicatos para obtener más ganancias a costa nuestra.

En el epílogo del libro, Dobbs describe la transformación de los trabajadores en el curso de luchas sindicales y sociales como en las que participaron los Teamsters. Ellos “aprendieron a generalizar sus necesidades, como clase”, explica, “y a erigir sus demandas a los capitalistas sobre una base política, como clase”.

“Si se les ayuda a percibir la esencia de un capitalismo caduco, ellos podrán ver que los problemas actuales no son casuales”, dijo Dobbs. “Entonces comprenderán por qué el movimiento obrero y sus aliados tienen que arrebatarles a los capitalistas el control del gobierno”.

Y para lograr esto, explica Dobbs, se requiere un partido comunista revolucionario.

Encausan líderes de Teamsters y PST

La cubierta de la nueva edición del libro, muestra la portada del Militant del 26 de julio de 1941. “Por qué hemos sido acusados: El Partido Socialista de los trabajadores es el partido antiguerra” decía el titular. Dobbs describe en detalle cómo el gobierno de Roosevelt, en confabulación con los oficiales nacionales pro-guerra y pro-Partido Demócrata de los Teamsters, lanzaron una campaña para aplastar al combativo movimiento de los Teamsters del Medio Oeste y encarcelar a sus dirigentes.

El libro muestra cómo los gobernantes estadounidenses convirtieron al FBI en lo que es hoy: su agencia anti-sindical y anti-comunista de espionaje e infiltración.

El libro reproduce un artículo de primera plana del Minneapolis Morning Tribune, detallando la redada del FBI contra las oficinas de Partido Socialista de los Trabajadores de esa ciudad el 27 de junio de 1941, junto con imágenes de titulares de periódicos del 15 de julio sobre la formulación de cargos contra 29 dirigentes del PST y del Local 544 por “sedición” para derrocar al gobierno.

Dobbs describe la amplia campana pública organizada por el partido y sindicalistas, que obtuvo un vasto apoyo del movimiento sindical, la Unión Americana de Libertades Civiles, la Asociación Nacional para el Progreso de las Personas de Color (NAACP) y otras organizaciones a favor del “derecho constitucional a hacer trabajo político, incluyendo oposición a la guerra imperialista”. Se realizaron asambleas para protestar contra el juicio amañado.

En el capítulo titulado “Si eso es traición…” Dobbs detalla el testimonio del primer testigo de la defensa, el Secretario Nacional del PST, James P. Cannon, quien describió las posiciones del PST.

En lo que el Minneapolis Tribune llamó una “escena parecida a un salón de clase”, Cannon explicó cómo funciona el sistema capitalista —cómo está basado en la explotación de los trabajadores, sacudido por crisis periódicas como la depresión que comenzó en 1929, cómo sus mecanismos agudizan la competencia entre los capitalistas dentro y fuera del país, lo que inevitablemente conduce a guerras imperialistas.

Estas condiciones, “no la propaganda socialista, son la causa de la incesante lucha de clases bajo el capitalismo”, dijo Cannon. Estas llevan a los trabajadores a formar sindicatos donde, al demostrar capacidad de liderazgo en las batallas sindicales, el PST gana “el respeto de las filas, con la esperanza de encontrar una acogida positiva a nuestro programa de lucha de clases y nuestras ideas socialistas”.

Explicando que la guerra imperialista emerge directamente de la competencia y las crisis del capitalismo, “nosotros hablamos contra ella, escribimos en contra de ella, tratamos de crear un sentimiento masivo contra ella”, dijo Cannon.

“Instamos a los trabajadores a que rompan definitivamente con los partidos capitalistas, desarrollen su propio partido independiente y adopten un programa político que realmente beneficie los intereses de los trabajadores y sus aliados”.

Basándose en los escritos básicos del marxismo, Cannon describió cómo los explotados y oprimidos se llegan a convencer de la necesidad de derrocar el dominio capitalista y a tomar el poder en sus propias manos.

Al interrogar a Cannon, Henry Schweinhaut, el fiscal —traído directamente del Departamento de Estado en Washington para apuntalar el caso amañado— leyó un pasaje del Militante sobre cómo, en 1934, los Teamsters “combatieron y pararon en seco a los policías y agentes especiales, y los expulsaron de las calles de la ciudad”. ¿Era este el tipo de violencia que el PST patrocinaba? Preguntó Schweinhaut.

“Para eso fueron organizados los agentes, para expulsar a los trabajadores de las calles. Recibieron una dosis de su propia medicina”, respondió Cannon. “Pienso que los trabajadores tienen derecho a defenderse. Si eso es traición, que así sea”.

Los trabajadores pueden aprender mucho en las páginas de Burocracia Teamster  sobre la naturaleza del capitalismo, sobre cómo dirigir luchas sindicales, sobre política obrera revolucionaria y sobre el camino para hacer una revolución en Estados Unidos y luchar por un mundo socialista.

Al escribir la serie de cuatro volúmenes, dice Dobbs en el epílogo, “Mi objetivo era ayudar a encontrar claves para las maneras de transformar la fuerza potencial de clase del movimiento obrero en una fuerza dinámica y activa en la lucha contra los explotadores capitalistas”.

En la víspera de la sangrienta carnicería imperialista, los gobernantes de Estados Unidos lograron la sentencia que querían. Pero fracasaron completamente en silenciar al PST. Cuando comenzó el juicio, el partido anunció que nominaba a Cannon como candidato para alcalde de Nueva York. Y cuando los 18 de Minneapolis salieron de la prisión federal en enero de 1945, la rama del partido en Nueva York anunció la candidatura de Farrell Dobbs para alcalde.

Este es un libro interesante y valioso. Los insto a obtenerlo, leerlo y estudiarlo. A medida que se desarrollen nuevas batallas de clase será una fuente a la que retornarán una y otra vez.