Los partidarios del Partido Socialista de los Trabajadores y sus candidatos están haciendo campaña en las puertas de las casas de los trabajadores por todo el país, presentándoles al partido, su programa y sus perspectivas. Están aprovechando las tres semanas restantes previas a las elecciones intermedias y la campaña de ocho semanas para vender 1 400 suscripciones al Militante y 1 400 libros de dirigentes del partido y recaudar 100 mil dólares para el trabajo del partido.
“Los partidos demócrata y republicano dicen que representan a todos, pero sirven servilmente los intereses de los ricos”, dijo Cal Hansen, partidario de Osborne Hart, candidato del PST para el senado de Estados Unidos, a la enfermera Siri Larsen en su puerta en Filadelfia el 13 de octubre.
“Estoy de acuerdo, los demócratas son tan malos como los republicanos”, dijo Larsen.
“Cuando me hice enfermera, votamos a favor de afiliarnos al sindicato y cambió todo: las discrepancias en el pago, las enfermeras no tenían una voz sobre las condiciones y los niveles de personal que ponen a riesgo a los pacientes”, dijo. La gerencia de un hospital combatió la campaña sindical intimidando y amenazando al personal, dijo, y luego vendió el hospital.
“Necesitamos un partido de la clase trabajadora que luche para cambiar eso”, dijo Hansen. “Algunos trabajadores en la tienda minorista donde yo trabajo han estado hablando sobre la necesidad de afiliarnos a un sindicato. ¿Le interesaría reunirse y contarnos su experiencia en la organización de un sindicato?
“Por supuesto”, dijo ella. “Llámeme”.
Larsen se suscribió al Militante y compró tres libros en oferta especial: ¿Son ricos porque son inteligentes? y El historial antiobrero de los Clinton, del secretario nacional del PST, Jack Barnes, y ¿Es posible una revolución socialista en Estados Unidos? de la dirigente del partido Mary-Alice Waters.
Antes de unirse a la línea de piquetes de los choferes de buses escolares en huelga, miembros del Local 251 de los Teamsters, en Providence, Rhode Island, los miembros del PST tocaron puertas en el barrio de Silver Lake. First Student Co., los dueños de la empresa de buses y los medios locales habían estado tratando de fomentar sentimientos en contra de los huelguistas, quienes salieron en huelga en respuesta a los ataques contra los fondos de jubilación. Celeste Thomason, quien opera una guardería infantil en su casa, le dijo a Ellen Brickley, miembro del PST de Albany, que le preocupaba que la huelga afectara a los estudiantes.
“Los patrones están tratando de pintar a los sindicalistas como irresponsables para encubrir sus ataques contra las pensiones”, dijo Brickley. “Creo que la empresa está tratando de estafar a los trabajadores y debemos apoyar su huelga”.
Necesitamos un movimiento obrero más fuerte que pueda defender las luchas de los trabajadores y también que el movimiento obrero rompa con los patrones y sus partidos, los demócratas y los republicanos y forme un partido obrero, dijo Brickely.
Thomason hojeó Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero de Jack Barnes y sus páginas con fotos, mientras que Brickley señaló cómo Malcolm X y otros luchadores contra el prejuicio racial y la segregación de Jim Crow se transformaron a través de la lucha. Eso puede pasar hoy si luchamos, dijo Brickley.
“Creo que tienes razón”, dijo Thomason. “Hace unos años, cuando los operadores de guarderías lucharon y ganaron un sindicato y seguro médico, llevamos a los niños a las protestas y se enteraron de por qué luchábamos”.
Ella compró el libro y se suscribió al Militante.
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