El presidente Donald Trump salió ganador contra sus oponentes, tanto en el Partido Demócrata como en el Republicano, con su discurso sobre el Estado de la Unión del 5 de febrero, pregonando los éxitos de su administración en política exterior y económica. En particular criticó la más prominente nueva ala “socialista” de los demócratas.
“Las grandes naciones no pelean guerras interminables”, dijo. Señaló los planes para retirar las tropas estadounidenses de Siria y reducirlas en Afganistán, a pesar de la reciente censura de estas propuestas por un voto bipartidista de 68-23 en el senado, controlado por los republicanos. Mitch McConnell, líder de la mayoría en el senado, se quedó sentado en silencio cuando el presidente confirmaba que seguiría adelante con sus planes de todos modos.
Y describió los esfuerzos de su administración para alcanzar un acuerdo con los líderes en Corea del Norte para la desnuclearización.
Estas iniciativas son populares entre los trabajadores, que están hartos de décadas de guerras y lo que le hacen a los jóvenes que son la carne de cañón de los gobernantes.
Tras el colapso del régimen estalinista en la Unión Soviética, los gobernantes de Estados Unidos se jactaron de que habían ganado la Guerra Fría y trataron de imponer sus deseos con guerras en Afganistán, Iraq y otros lugares. Trump ha roto con las administraciones demócratas y republicanas anteriores, reconociendo que Washington no puede ganar estos conflictos y debería reducir sus pérdidas. Al mismo tiempo, está fortaleciendo las fuerzas armadas de Washington, tratando de contener la rivalidad económica y política de Beijing y Moscú.
Trump también tomó crédito por la actual recuperación económica capitalista. Enfatizó que los aumentos de empleos y salarios habían beneficiado especialmente a los trabajadores industriales, a los africano americanos, latinos y mujeres.
Señaló los pasos de su administración para reformar las leyes sobre sentencias penales que afectan al pueblo trabajador, especialmente a los que son negros.
Si bien sus medidas para reducir los impuestos de los patrones capitalistas dieron un pequeño impulso a la anémica recuperación cíclica actual, las nubes de tormenta de una masiva deuda indican que se avecina una recesión económica. Y a la vez continúa amenazando la crisis económica y moral más amplia que enfrentan los trabajadores —millones forzados a trabajar dos o tres empleos, un endeudamiento creciente, la epidemia de adicción a los opioides y la caída de la esperanza de vida.
El socialismo de los demócratas
El presidente también dijo: “Estados Unidos nunca será un país socialista”. Se estaba refiriendo al “socialismo” predicado por un grupo de demócratas elegidos en 2018, especialmente demócratas como Alexandria Ocasio-Cortez que abogan por un programa de regulaciones impuestas desde arriba, y la ampliación de la burocracia del estado para imponer a los trabajadores medidas que son “buenas para ellos”, les guste o no. La mayoría de los trabajadores están de acuerdo con Trump en que esto sería un desastre. Quieren quitarse al gobierno de sus espaldas, no hacerlo más grande y más fuerte.
Un buen ejemplo del tipo de políticas que Ocasio-Cortez y sus aliados están impulsando es el Green New Deal (Nuevo Trato Verde). Motivado para supuestamente mejorar el medio ambiente, este “trato” sería un desastre para el pueblo trabajador, parecido a las acciones antiobreras del presidente francés Emmanuel Macron para elevar los precios de la gasolina, que produjeron las protestas populares de los chalecos amarillos.
El esquema requiere el fin de todo uso de combustibles fósiles en 10 años, incluida la eventual supresión de todos los viajes aéreos. Personas en el mundo semicolonial estarían condenadas al estancamiento en nombre de mejorar las condiciones para los ya desarrollados. La medida incluso incluye pasos para eliminar los pedos de las vacas, tal vez eliminando las vacas.
Al mismo tiempo, Ocasio-Cortez no tiene ninguna prisa para atacar el arsenal militar del imperialismo estadounidense. Dijo que era la única miembro de la cámara que había votado en contra del presupuesto del gobierno porque contiene fondos para la policía de Inmigración y Control de Aduanas. De lo contrario, dijo, habría votado a favor. Eso incluye votar por fondos para fortalecer las fuerzas militares de Washington.
La ofensiva de Trump contra el ala “socialista” de los demócratas está obligando a los líderes del partido a alejarse de sus hermanos “socialistas”. La líder de la mayoría en la cámara de representantes, Nancy Pelosi, dijo que no tiene ningún plan para proponer que se discuta el Green New Deal.
En contraposición al “socialismo” de un gobierno más grande y anti obrero de Ocasio-Cortez, el Partido Socialista de los Trabajadores señala la necesidad de que los trabajadores se organicen y luchen por sus intereses. Y de trazar un rumbo para derrocar el dominio capitalista y dirigir la sociedad en interés de todos.