LA HABANA — Argelia es el país de honor de la Feria Internacional del Libro de La Habana, que se inauguró aquí el 7 de febrero. Muchos de los asistentes a la feria tienen curiosidad por conocer más sobre la cultura e historia de esa nación norafricana. Para satisfacer esta sed de conocimiento, el programa de la feria incluye conferencias, películas, conciertos, exposiciones de fotos y una muestra de 200 obras de literatura argelina, incluidos eventos especiales en el pabellón de Argelia.
La feria, al que han concurrido decenas de miles de personas, viajará a todas las provincias durante los próximos dos meses. Este enorme festival anual, una expresión del nivel casi universal de alfabetización y de la cultura de lectura en Cuba – que comienza con los niños más jóvenes— es el producto de una profunda revolución socialista. Los trabajadores y agricultores aquí tomaron el poder en 1959, derrocaron el dominio capitalista y transformaron las relaciones sociales al tiempo que se transformaron ellos mismos, así como generaciones posteriores.
Al hablar en la inauguración de la feria del libro, Juan Rodríguez, presidente del Instituto Cubano del Libro, dio la bienvenida a la delegación argelina encabezada por el ministro de cultura Azzedine Mihoubi, un destacado escritor. Rodríguez comentó sobre las estrechas relaciones de apoyo mutuo entre las Revoluciones Cubana y Argelina a principios de los años 60, una historia poco conocida fuera de Cuba o por las generaciones más jóvenes en Cuba.
Una exposición fotográfica sobre “Cuba, Argelia y la lucha africana por la libertad” es uno de los aspectos más populares del stand de Pathfinder aquí, que tiene varios libros que abordan este tema.
Artículos en la prensa cubana sobre la feria del libro han señalado que las luchas revolucionarias en Cuba y Argelia, separadas por miles de kilómetros de distancia, se intensificaron simultáneamente en los años 50 y principios de los 60. El 26 de julio de 1953, los revolucionarios liderados por Fidel Castro asaltaron el cuartel Moncada en Santiago de Cuba, iniciando una guerra popular revolucionaria contra la dictadura de Batista. Triunfaron cinco años y medio después, el 1 de enero de 1959.
En Argelia, el Frente de Liberación Nacional (FLN) lanzó una lucha de masas por la independencia del dominio colonial francés en 1954. A pesar de la represión salvaje —más de un millón de personas murieron y 300 mil niños quedaron huérfanos— el pueblo argelino derrotó al imperialismo francés. Se proclamó la independencia el 3 de julio de 1962.
“Cuando nosotros luchábamos en las montañas, los argelinos luchaban en las wilayas [provincias]”, dijo el dirigente cubano Fidel Castro en un discurso en 2001. Fue citado en un artículo del diario cubano Granma titulado “Algo especial nos une a Argelia”, que apareció el 7 de febrero, el día de la inauguración de la feria.
Cuba apoya independencia argelina
En junio de 1961, un año antes de que Argelia ganara su independencia y dos años después de la victoria revolucionaria aquí, Rodríguez explicó en el evento inaugural de la feria: “Cuba fue el único gobierno del hemisferio occidental que reconoció al gobierno provisional de la república argelina”.
Apenas unos meses después, en diciembre de 1961, La Habana envió un barco con armas para los combatientes independentistas argelinos. El buque regresó con 76 combatientes heridos del FLN y 20 niños de los campamentos de refugiados, en su mayoría huérfanos de guerra. La dirección cubana lo hizo sabiendo que esta acción audaz podría poner en peligro sus relaciones diplomáticas y comerciales con París.
A medida que se profundizaba la revolución popular y los capitalistas argelinos intentaban limitar los logros de las clases trabajadoras, se estableció un gobierno de trabajadores y agricultores, con el líder del FLN Ahmed Ben Bella a la cabeza. Organizó a los trabajadores para tomar medidas que progresivamente atacaban el poder y las prerrogativas de los antiguos colonizadores franceses y de los latifundistas y capitalistas nacionales de Argelia.
Rodríguez explicó que el gobierno argelino desarrolló fuertes lazos con Cuba. El presidente Ben Bella, dijo, “en un gesto solidario, visitó nuestro país en vísperas de la Crisis de Octubre”, conocida fuera de Cuba como la “crisis de los misiles”. En octubre de 1962, Washington se preparaba para invadir Cuba, llevando al mundo al borde de un conflicto nuclear, pero fue bloqueado por la movilización de los trabajadores y agricultores armados de Cuba.
Ben Bella había viajado a Nueva York para hablar ante Naciones Unidas como representante de la nueva nación independiente. Luego se reunió en Washington con el presidente de Estados Unidos, John F. Kennedy, quien le advirtió que no visitara Cuba. Desoyendo las amenazas imperiales, él voló directamente a La Habana.
“Argelia quiso destacar públicamente su total solidaridad con la Revolución Cubana, especialmente en este momento difícil”, escribió Ben Bella años después, en un artículo reproducido en Celebración de la bienvenida a Cuba de la brigada de refuerzo de Ernesto Che Guevara, de la editorial Pathfinder. “Llegamos a Cuba el 16 de octubre en medio de escenas indescriptibles de entusiasmo popular”. Fue recibido calurosamente por Fidel Castro y otros dirigentes cubanos.
Ayuda internacionalista cubana
Rodríguez señaló que la primera misión de voluntarios médicos de Cuba en el extranjero en su larga historia de solidaridad internacionalista “llegó a Argelia en mayo de 1963, conducida personalmente por el compañero José Ramón Machado Ventura, en aquel entonces ministro de salud pública, y hoy, segundo secretario del Partido Comunista de Cuba”.
El grupo inicial estaba formado por 55 médicos, enfermeros y técnicos. Machado Ventura comentó posteriormente: “Era como un mendigo ofreciendo ayuda, pero sabíamos que el pueblo argelino la necesitaba incluso más que nosotros, y que la merecía”. En esa época los recursos médicos de Cuba estaban muy limitados porque la mitad de sus 6 mil médicos había emigrado a Estados Unidos después de 1959.
Rodríguez agregó que unos meses después, en octubre de 1963, el gobierno argelino solicitó la ayuda de Cuba para repeler una invasión desde el vecino país de Marruecos. La monarquía marroquí y las potencias imperialistas estaban profundamente preocupadas por las repercusiones políticas de la revolución argelina que se propagaban por la región.
El gobierno cubano respondió enviando a casi 700 combatientes voluntarios a Argelia junto con 22 tanques y otro equipo militar, la primera misión militar internacionalista en gran escala de Cuba. Esa acción disuadió al régimen marroquí, que retiró sus tropas del territorio argelino.
Ayuda a luchas libertarias africanas
“No es posible escribir la historia de estos lazos de hermandad sin mencionar la activa presencia en Argelia del inolvidable Guerrillero Heroico, Ernesto Che Guevara”, dijo Rodríguez.
Guevara visitó Argelia varias veces. El gobierno de Ben Bella colaboró con Che y otros dirigentes cubanos para ayudar a luchas de liberación nacional en África desde el Congo hasta Angola. Argelia se convirtió en un centro organizador de movimientos antiimperialistas de todo el continente. El liderazgo de Ben Bella, trabajando estrechamente con La Habana, también brindó ayuda a grupos revolucionarios que luchaban en Argentina y otros países sudamericanos.
En junio de 1965, el gobierno de trabajadores y agricultores encabezado por Ben Bella fue derrocado en un golpe de estado contrarrevolucionario dirigido por el coronel Houari Boumedienne. El golpe fue denunciado públicamente por Fidel Castro.
A través de las décadas, la dirección cubana ha continuado brindando solidaridad internacionalista a Argelia sin condiciones políticas a cambio, como lo ha hecho con otras naciones de África y del mundo. Rodríguez dijo que hoy día prestan sus servicios “más de 900 médicos y paramédicos cubanos en cuatro ciudades de esta hermana nación”.