LONDRES — Jim Spaul, dirigente de la Liga Comunista, falleció en esta ciudad el 6 de marzo, tras combatir una enfermedad debilitante relacionada a su trabajo en las minas. Como veterano del movimiento comunista durante tres décadas, Spaul asumió una serie de responsabilidades de liderazgo, incluyendo como miembro del comité central del partido desde mediados de los 90 hasta principios de la década de 2000, y en el trabajo de masas de la Liga Comunista.
Los suscriptores del Militante en Europa, África y Medio Oriente tienen que agradecer a Spaul el haber recibido el periódico: él se encargaba de organizar el correo semanal. Antes de eso, era responsable de las finanzas.
Spaul se integró a la Liga Comunista en 1989 cuando era minero del carbón en Yorkshire. Entró en contacto con miembros del Partido Socialista de los Trabajadores de Estados Unidos que habían venido al Reino Unido a raíz de la huelga de mineros de 1984-85. Spaul, que había sido dirigente de la huelga en su región, ayudó a promover la campaña que luchó por la restitución de mineros despedidos durante esa lucha.
Su larga historia como luchador de la clase trabajadora lo ayudó a ver rápidamente lo que estaba detrás de los cargos falsos de la policía en 1988 contra el miembro del PST y obrero de la carne Mark Curtis. Spaul podía explicar con presteza que Curtis era “culpable” de ser un luchador sindical y político eficaz, no de los delitos de violación y allanamiento por los que las autoridades lo encarcelaron. Se insertó en la campaña de defensa y a través de ella conoció a la Liga Comunista.
Después de unirse a la Liga, Spaul ayudó a dirigir el trabajo de defensa de Mark Curtis en el Reino Unido y el trabajo internacional junto con el PST para ampliar el alcance del movimiento comunista entre los mineros.
Spaul viajó a Estados Unidos en 1989 para divulgar la defensa de Curtis y para brindar junto a miembros del PST solidaridad a los mineros en huelga contra Pittston Coal Company.
En 1992, ayudó a dirigir el trabajo internacional para defender al minero y miembro de la Liga Comunista Paul Galloway, quien había sido agredido físicamente mientras trabajaba en una mina subterránea. Spaul escribió para el Militante y para el Yorkshire Miner, periódico del sindicato minero NUM en esa región. Sus artículos incluían reseñas de títulos de Pathfinder sobre la Revolución Cubana, de la cual era un firme defensor. En 1993 participó en una brigada de trabajo a Cuba, brindando solidaridad, aprendiendo de primera mano sobre la revolución, e introduciendo la Liga Comunista a sus compañeros de brigada.
A mediados de la década de 1990, Spaul aceptó una propuesta de la dirección del partido para mudarse a Londres. Asumió importantes responsabilidades en la distribución de libros de Pathfinder, y obtuvo un empleo como trabajador ferroviario, involucrándose en el sindicato ferrocarrilero RMTU.
La Liga Comunista celebrará un evento el 30 de marzo en Londres para celebrar las contribuciones de Spaul a la construcción del movimiento comunista.