Tras el fallido intento de golpe de estado respaldado por Washington en Venezuela, el cual fue presentado como un “levantamiento” por el opositor pro-imperialista Juan Guaidó, el gobierno norteamericano está incrementando sus amenazas contra Cuba revolucionaria. El Partido Socialista de los Trabajadores hace un llamado a la acción instando a los trabajadores a que organicen y se unan a protestas, foros y otras actividades para exigir ¡Manos de EEUU fuera de Venezuela! ¡Manos de EEUU fuera de Cuba!
La maniobra de Guaidó el 30 de abril para remover al presidente venezolano Nicolás Maduro fue su acto más provocador hasta ahora. El autodeclarado “presidente interino” se presentó en las afueras de una base militar en Caracas, acompañado de un pequeño grupo de desertores de la Guardia Nacional, y llamó a la oficialidad castrense a derrocar el gobierno.
Guaidó y funcionarios estadounidenses regaron rumores de que altos oficiales militares habían acordado apoyar el golpe. Pero el intento se esfumó después de un corto intercambio de disparos. Varios oficiales de alto mando que se rumoraba habían desertado, anunciaron su respaldo al gobierno. El día siguiente, Guaidó y defensores del gobierno realizaron marchas contrapuestas.
El presidente Trump y otros funcionarios del gobierno amenazaron al gobierno y pueblo de Cuba. “Si las tropas y milicias cubanas no cesan de inmediato sus operativos militares y otras acciones con el propósito de causar muertes y destrucción de la Constitución de Venezuela, un embargo total y completo, junto con acciones de máximo nivel, serán impuestas contra la isla de Cuba”, amenazó Trump en un tweet el 30 de abril. “Ojalá, que todos los soldados cubanos retornen sin demora y pacíficamente a su isla”.
Pero el gobierno de Estados Unidos sabe muy bien que los 20 mil internacionalistas cubanos en Venezuela son en su mayoría médicos, enfermeras, instructores de deporte y baile y maestros. Cuentan con el respeto de muchos trabajadores por su labor en algunas de las comunidades más pobres y regiones más aisladas de Venezuela.
Washington ha mantenido un embargo contra Cuba —a veces más estricto, a veces más flexible— desde poco después que el pueblo trabajador derrocó a la dictadura de Fulgencio Batista en 1959. Los gobernantes estadounidenses —independientemente de quien ocupe la Casa Blanca— nunca han perdonado al pueblo cubano por haber llevado al poder un gobierno de trabajadores y agricultores.
La Casa Blanca anunció recientemente medidas para incrementar el embargo, incluyendo limites en las remesas de cubanos americanos a sus familiares en la isla y permitir que ciudadanos estadounidenses entablen demandas legales por propiedades expropiadas durante la revolución. Washington también anunció que impondría restricciones de viajes a Cuba.
Un embargo “completo” solo podría ser implementado a través de una acción naval, la cual sería considerada como un acto de guerra por cualquier país del planeta que sea víctima de tal acción militar. La Casa Blanca no ha tomado pasos todavía para implementar esta amenaza. No obstante, está en los intereses del pueblo trabajador de Cuba, de Estados Unidos y de todo el mundo, de asegurarnos que Washington no lo haga nunca.
El presidente cubano Miguel Díaz Canel y la cancillería emitieron declaraciones condenando esta flagrante violación de la soberanía venezolana y las mentiras y amenazas contra Cuba.
El secretario de estado Mike Pompeo dijo que “es posible una acción militar. Si es necesario, es lo que hará Estados Unidos”. El asesor de seguridad nacional de la Casa Blanca John Bolton dijo a MSNBC que “están abiertas todas las opciones” en Venezuela, como también declaró el general Joseph Dunford Jr, Jefe del Estado Mayor Conjunto. El secretario de defensa interino Pat Shanahan canceló su viaje a Europa para permanecer en el Pentágono.
No son solo los aliados republicanos de Trump quienes están apoyando las amenazas. El candidato presidencial demócrata y ex vicepresidente Joe Biden dijo el 30 de abril que, “Estados Unidos debe apoyar a la Asamblea Nacional y a Guaidó en sus esfuerzos para restaurar la democracia”. La presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi hizo un llamado a Maduro a “reconocer el deseo del pueblo venezolano”.
Los gobiernos y pueblos de Cuba y Venezuela han tenido relaciones estrechas desde 1998 cuando Hugo Chávez fue electo presidente en medio de un auge de luchas por trabajadores. Miles de internacionalistas cubanos han ayudado en programas sociales en Venezuela, y Caracas ha proporcionado a Cuba petróleo a precios reducidos.
La oposición respaldada por Washington, la cual intentó un golpe contra Chávez en 2002, ha estado apostando en la profunda crisis económica y social en Venezuela para ganar apoyo para derrocar al gobierno. Se han enfocado en tratar de convencer a los mandos castrenses a que se pasen a su lado.
La crisis se ha agravado debido a las políticas de los gobiernos de Chávez y Maduro, quienes han tratado de “manejar” las relaciones capitalistas, a la vez que muchos en el estado y el partido gobernante se han enriquecido. Actualmente reina la escasez de alimentos y medicinas y una inflación descontrolada. Millones de trabajadores y personas de clases medias se han ido del país.
Washington está presionando a Moscú para que convenza a Maduro a que renuncie. El New York Times del 1 de mayo citó un informe del Departamento de Estado que dice que Pompeo le dijo al canciller ruso Serguéi Lavrov que las relaciones amistosas de Moscú con el gobierno de Maduro son “desestabilizadoras” para las “relaciones bilaterales entre Estados Unidos y Rusia”.
La compañía estatal de petróleo rusa ha invertido fuertemente en la industria petrolera venezolana, incluyendo miles de millones de dólares en préstamos.
Washington no está ofreciendo ningún tipo de relaciones más amistosas con La Habana, independientemente de lo que pase en Venezuela, y el pueblo trabajador en Cuba lo sabe.
“Millones de cubanos salieron a marchar el miércoles para protestar contra las nuevas sanciones impuestas a la isla caribeña por la administración de Trump y contra los intentos de derrocar el gobierno del aliado socialista de Venezuela” informó Reuters.