Washington y la oposición venezolana continúan impulsando su campaña para derrocar al gobierno del presidente Nicolás Maduro, a pesar de su fallido intento de golpe de estado del 30 de abril. Washington está intensificando su guerra económica contra Venezuela —y contra Cuba, a quien acusa de mantener a Maduro en el poder— y continúa amenazando con intervenir militarmente.
Según Reuters, funcionarios del Departamento de Estado presionaron en mayo a proveedores de combustible para aviones de Suiza y el Reino Unido para que dejen de venderle a Venezuela. Esto se suma a las sanciones estadounidenses destinadas a impedir las exportaciones de la compañía estatal de petróleo de Venezuela, PDVSA.
Después de congelar los activos de dos compañías marítimas que transportan petróleo venezolano a Cuba, el secretario del Tesoro Steven Mnuchin dijo: “EE.UU. tomará más medidas si Cuba continúa recibiendo petróleo venezolano a cambio de apoyo militar”, repitiendo las calumnias de que el ejército venezolano está dirigido por Cuba.
Washington busca justificar su violación de la soberanía venezolana con la mentira de que los 22 mil voluntarios cubanos internacionalistas son principalmente soldados.
“Estas son mentiras”, dijo Osborne Hart, candidato del Partido Socialista de los Trabajadores para alcalde de Filadelfia, el 25 de mayo. “La gran mayoría de los cubanos en Venezuela son médicos y otro tipo de personal médico, así como maestros e instructores de deporte”. Venezuela ofrece petróleo a Cuba a precios reducidos.
“Nos oponemos a la violación de la soberanía venezolana por el imperialismo norteamericano y su guerra económica contra la Revolución Cubana”, dijo Hart. “¡Exigimos que Washington cese las sanciones ya! ¡EEUU manos fuera de Venezuela! ¡EEUU manos fuera de Cuba!”
Sanciones dirigidas contra el pueblo
El Wall Street Journal informó el 21 de mayo que Washington está preparando medidas contra el programa CLAP del gobierno venezolano que proporciona alimentos subsidiados a millones de trabajadores.
El pueblo trabajador es quien está pagando el precio de la presión imperialista, que se suma a la grave crisis económica y social que enfrenta Venezuela. Hay una escasez de suministros médicos y gasolina. Millones de personas se han ido del país. En muchas partes del país hay frecuentes apagones eléctricos que duran casi todo el día.
Si bien el gobierno de Maduro ha arrestado a algunos dirigentes de la oposición por su papel en el intento de golpe de estado, no han tomado represalias contra el autoproclamado “presidente interino”, Juan Guaidó, quien ha abogado por una invasión de Washington.
La administración de Trump le entregó a Guaidó en enero la empresa de gasolina Citgo, propiedad de PDVSA y sus cuentas bancarias en Estados Unidos. La junta directiva designada por Guaidó para administrar Citgo realizó en mayo un pago de intereses de 71 millones de dólares en su deuda, con la esperanza de evitar que la empresa incurriera un impago.
Los trabajadores y campesinos en Venezuela están buscando formas de defender sus intereses ante las sanciones y amenazas de intervención militar de Washington, así como los efectos de las políticas y la corrupción del gobierno de Maduro, las cuales han socavado la unidad y la capacidad de lucha del pueblo trabajador.
Cientos de campesinos, pequeños agricultores y cooperativistas marcharon en la ciudad de Libertador en el estado de Táchira, el 14 de mayo, para expresar su compromiso de combatir cualquier intervención militar estadounidense. Al mismo tiempo, exigieron tierra para campesinos y ayuda del gobierno, incluyendo prestamos, semillas, fertilizantes y uso de tractores y maquinaria, así como el fin de los ataques de sicarios al servicio de terratenientes capitalistas.
Cubanos responden a calumnias
Para responder a las calumnias y mentiras de Washington, la prensa cubana, la cual se ha visto obligada a reducir su número de páginas debido a la guerra económica del gobierno norteamericano, ha estado publicando cartas, entrevistas y datos sobre las misiones internacionalistas de Cuba.
Granma informó el 23 de mayo que solo en Caracas, los médicos cubanos han realizado más de 12 millones de exámenes y pruebas médicas desde que comenzó el programa Barrio Adentro en 2003.
“Estamos en nuestra trinchera de combate que es ofrecer asistencia médica gratuita al pueblo venezolano y trabajar masivamente. Esa es nuestra postura de lealtad a los principios de solidaridad, internacionalismo y valores revolucionarios”, dijo a Juventud Rebelde Mailén Elena Rodríguez, de 27 años, una de las trabajadoras de la salud.
Marisnely Echemendía Concepción, una doctora cubana en Venezuela, escribió una carta a CubaDebate diciendo: “Solamente nos interesa mejorar la salud de la población, sin importar filiación política, raza o credo religioso”. Añadió: “Seguiremos cumpliendo en el lugar que se necesite, porque un médico solo es esclavo de su vocación humanista”.