La siguiente declaración de Lea Sherman, candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para la asamblea general de Nueva Jersey, fue emitida el 17 de julio.
El 13 de julio el New York Times publicó un editorial titulado —“Todos los presidentes son Deportadores en Jefe”— admitiendo lo que el Partido Socialista de los Trabajadores y el periódico el Militante han señalado durante décadas: los ataques del gobierno contra los inmigrantes indocumentados son una política bipartidista.
El PST exige la amnistía para los 11 millones de trabajadores sin papeles en Estados Unidos. Esta es la única vía para unir a la clase trabajadora, organizar y construir el movimiento sindical y luchar por los intereses de todos los explotados y oprimidos.
Bill Clinton deportó a más inmigrantes que cualquier presidente en la historia de Estados Unidos: 1.8 millones durante su último año en el cargo. Barack Obama deportó a cientos de miles de personas bajo una forma más severa de deportación conocida como “remoción”, que convierte en delito grave regresar ilegalmente a Estados Unidos. Donald Trump continúa en el mismo curso, al mismo tiempo que intensifica la retórica demagógica usando a los inmigrantes como chivos expiatorios.
Los capitalistas norteamericanos dependen de los trabajadores indocumentados para reducir los salarios y aumentar sus ganancias para competir contra sus rivales en todo el mundo. Quieren inmigrantes, pero quieren que teman la deportación. Esperan que eso les impida unirse a los sindicatos, exigir mayores salarios y mejores condiciones laborales.
El pueblo trabajador necesita la vía para unirse para poder enfrentar los efectos de la crisis del capitalismo impuesta sobre nuestras espaldas. Hay que rechazar el juego bipartidista de los demócratas y republicanos, los partidos de los gobernantes. Los multimillonarios gobernantes nos piden que seamos “realistas” y respaldemos el “mal menor”. Pero esto significa que estamos condenados a la continua opresión capitalista.
No importa que político capitalista esté en la Casa Blanca. Lo que importa es lo que hacemos nosotros para organizarnos y luchar por nuestros propios intereses, incluyendo forjar un partido político obrero independiente para luchar para tomar el poder en nuestras manos.
Esta no es una “cuestión de los inmigrantes”, es una cuestión de vida o muerte para los sindicatos. La lucha por la amnistía para los inmigrantes indocumentados es clave para luchar juntos por mejores salarios y condiciones de trabajo para todos. ¡No podemos permitir que los patrones nos dividan!
Los trabajadores y agricultores en Honduras, El Salvador, Guatemala y en otras partes de la región enfrentan los mismos desafíos que nosotros enfrentamos: forjar una dirección de la clase trabajadora capaz de luchar para derrocar la explotación imperialista y el dominio capitalista. Los trabajadores en Estados Unidos deben extender la mano de la solidaridad internacionalista.
La revolución que realizaron los trabajadores y agricultores cubanos en 1959, dirigida por Fidel Castro y el Movimiento 26 de Julio, una revolución que sigue viva hoy, es un ejemplo que todos debemos emular.
Para fortalecer la lucha de los trabajadores de América Latina y América del Norte, decimos: ¡Cancelar la deuda del Tercer Mundo! ¡Sindicalizar a los no sindicalizados! ¡Amnistía para los inmigrantes ya!