“El Partido Socialista de los Trabajadores basa sus posiciones políticas para todas las cuestiones en el hecho de que existen dos clases sociales: la clase trabajadora y la clase capitalista”, dijo John Studer, director de la campaña nacional del PST, a más de 30 personas que asistieron a un programa del Militant Labor Forum en Albany, Nueva York, el 17 de agosto. El evento celebraba la inauguración de la nueva sede del PST en esa ciudad.
La clase capitalista es un puñado de familias multimillonarias que gobiernan a través de sus dos partidos, el Demócrata y el Republicano, agregó Studer.
El PST se une a las luchas de trabajadores y presenta un programa para impulsar a la clase trabajadora en su línea de marcha hacia la conquista del poder.
Ved Dookhun, candidato del PST para alcalde de Troy, dio la bienvenida y presentó a los otros candidatos del PST presentes: Lawrence Quinn, para presidente del consejo municipal de Troy, Abby Tilsner para el ejecutivo del condado de Albany y Lea Sherman para la asamblea estatal de Nueva Jersey. Partidarios de la campaña de toda la región asistieron al evento y contribuyeron 2 600 dólares para el fondo de 3 500 dólares necesarios para la apertura de la nueva sede.
La misma tarde, el dirigente del PST, Dave Prince, fue el orador principal de un programa que dio por inaugurada una nueva sede del PST en Louisville, Kentucky.
“El Partido Socialista de los Trabajadores decidió establecer una rama aquí hace un año, pero el partido tiene una larga historia en Kentucky y la región”, dijo Prince. “Ha participado en luchas de mineros y otras luchas sindicales y sociales en Kentucky y Virginia del Oeste; en la lucha contra la segregación en las escuelas de Louisville en 1975, por el acceso de las mujeres a la planificación familiar, incluyendo el derecho al aborto, y el derecho al voto de ex convictos”. El PST es bien conocido, dijo Prince.
Entre los asistentes se encontraban dos trabajadores de Walmart que trabajan con miembros del PST.
Prince explicó que los dos partidos están en acuerdo en las cuestiones políticas principales. “El ex presidente William Clinton comenzó guerras que George Bush, Barack Obama y Donald Trump continuaron”, explicó Prince. “Durante su presidencia el número de personas encarceladas en Estados Unidos aumentó a 1.4 millones. Fue conocido como el ‘presidente de la pena de muerte’”.
Estuvieron presente también los candidatos del PST de Kentucky Amy Husk para gobernadora y Samir Hazboun para vicegobernador. El PST se solidariza con los mineros del carbón y sus familias que han estado protestando en el condado de Harlan contra Blackjewel Coal Co., donde no existe un sindicato (ver artículo en la portada). Han viajado varias veces al área y utilizan la campaña para promover la solidaridad por todo el estado.
“Los miembros del PST hacen todo lo posible para organizar sindicatos”, dijo Prince. “Un sindicato no es una ‘cosa’, sino la acción colectiva de los trabajadores, la solidaridad de trabajadores que luchan para defenderse a sí mismos y a otros de los ataques de los patrones. Y en el proceso cambiamos nuestra visión de nosotros mismos y de lo que somos capaces”.
La rama del PST ha recaudado 2 mil dólares de una meta de 2 500 para la nueva sede y la adquisición de libros con el programa del partido.
Trabajadores necesitan un partido
Haciendo campaña de puerta en puerta en una área rural de Wisconsin, el 17 de agosto, la candidata del PST para el concejo municipal de St. Paul, Helen Meyers, conoció en Amery a la trabajadora Patrisha Castilleja.
“Los trabajadores necesitamos nuestro propio partido que luche para poner fin a los grandes problemas que enfrentamos”, le dijo Meyers.
Castilleja dijo que todavía está pagando por el parto de su hijo, aunque en ese entonces tenía seguro médico. “Ahora tiene cuatro años”, dijo.
Meyers le explicó que la atención médica disponible en Cuba es un producto de la revolución hecha por los trabajadores, que derrocaron el dominio capitalista y tomaron el poder en sus manos. “La atención médica está basada en lo que los trabajadores necesitan, no en lo que pueden pagar”, dijo. Castilleja compró una suscripción de 6 meses al Militante.