La salida del Reino Unido de la UE favorece lucha de trabajadores

Por Jonathan Silberman
30 de septiembre de 2019

LONDRES — Hace más de tres años millones de trabajadores fueron parte de la mayoría que votó a favor de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Pero una alianza de partidos capitalistas está intensificando sus esfuerzos para prevenir que esto suceda.

Una coalición multipartidista opuesta al gobierno conservador del primer ministro Boris Johnson, promulgó leyes que impondrían una nueva prorroga para el Brexit, que actualmente expira el 31 de octubre. Su meta es un trato con Bruselas que sea Brexit solo en nombre para mantener en pie las relaciones del Reino Unido con el bloque comercial europeo y ganar tiempo para celebrar un segundo referéndum, con la esperanza de revertir el voto de 2016.

El gobierno de Johnson ha extendido por cinco días la pausa rutinaria del parlamento con el fin de suprimir la oposición. El bloque anti-Johnson ha movilizado en las calles a miles de personas de clase media que se oponen a salirse de la Unión Europea, calificando la medida de Johnson como un “golpe de estado”. Los opositores del gobierno también impugnaron la extensión en tribunales de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte.

La oposición también está preparando un voto parlamentario de no confianza en el gobierno de Johnson.

Johnson prometió que el Reino Unido se separará de la Unión Europea el 31 de octubre “pase lo que pase”. Ya expulsó a 21 miembros conservadores del parlamento por oponerse a sus planes, reforzando su control del Partido Conservador. Su gobierno ya ha perdido su mayoría en el parlamento, incrementando la probabilidad de una elección general. El Partido Laborista y los otros partidos de oposición están maniobrando para posponer una nueva elección, ya que temen que Johnson gane una mayoría clara.

“Haremos todo lo necesario para prevenir una desastrosa salida del Reino Unido de la Unión Europea sin un acuerdo”, dijo el líder del Partido Laborista, Jeremy Corbyn. Corbyn está colaborando con ex dirigentes del Partido Conservador, incluido el ex canciller Philip Hammond, así como con el Partido Demócrata Liberal, y los partidos Nacional Escocés y Verde. El Partido Comunista de Gran Bretaña y el centrista Partido Socialista de los Trabajadores británico también están apoyando a Corbyn. Estas fuerzas dicen estar actuando en defensa de “nuestra democracia”.

“Su objetivo es evitar que el Reino Unido salga de la Unión Europea”, dijo Caroline Bellamy, al anunciar su candidatura al parlamento por la Liga Comunista en Manchester. “Quieren bloquear el voto de millones de trabajadores y otras personas en el referéndum de 2016. En cuanto a “nuestra” democracia, no hay un ‘nosotros’ que una a los trabajadores y a los gobernantes capitalistas”.

“Sacar al Reino Unido de la Unión Europea pondría a los trabajadores en una mejor posición para luchar por sus intereses de clase contra su enemigo principal, los gobernantes capitalistas del Reino Unido”, dijo Bellamy.

Preocupado por lo que se está gestando entre el pueblo trabajador, que durante años ha sido golpeado por recortes en sus niveles de vida, por la inseguridad laboral y una amplia crisis social en el Reino Unido, Johnson afirma que su gobierno implementará el referéndum de 2016 y terminará los programas de austeridad impuestos por gobiernos anteriores.

En la realidad, Johnson quiere llegar a un acuerdo con Bruselas. Se ha reunido con la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron. La mayoría de su gabinete votó por permanecer en la Unión Europea y al igual que Johnson apoyaron el acuerdo negociado por su predecesora, la primera ministra Theresa May, el cual fue rechazado por el parlamento.

El plan incluiría un “período de transición” que mantendría al Reino Unido en el mercado único de la Unión Europea y en la unión aduanera por lo menos dos años más. Continuarían las negociaciones con los 27 estados miembros de la Unión Europea sobre un acuerdo de más largo plazo.

Johnson propone solo un cambio al acuerdo de May: eliminar la denominada “salvaguarda irlandesa’. Esto daría a Bruselas poder de decisión sobre la frontera entre la República de Irlanda e Irlanda del Norte en caso de que termine el “período de transición”. “La frontera entre el norte y el sur de Irlanda, impuesta por Londres, es un asunto que los irlandeses deben resolver”, dijo Bellamy. “¡Gran Bretaña debe salirse de Irlanda, al igual que el Reino Unido debe salirse de la Unión Europea, ya!”

Las reglas de la Unión Europea fueron redactadas para hacer lo más difícil posible que una nación miembro se pueda salir del bloque comercial proteccionista. Y los gobernantes capitalistas rivales en Berlín y París, los cuales dominan la Unión Europea, quieren hacer un ejemplo de Londres, para disuadir a cualquier otro gobierno de intentar salirse.

A medida que se agudizan los conflictos entre las potencias rivales que componen el bloque, la Unión Europea se está desmoronando. La utopía de un “superestado europeo” se puede ver como la fantasía que siempre fue.

Los conservadores, laboristas y otros partidos capitalistas en el Reino Unido no han podido llegar a un acuerdo de cómo apuntalar los intereses de los gobernantes británicos frente a su relativo declive ante sus rivales, a medida que el desorden capitalista mundial se profundiza.

Durante la reciente reunión del G-7 en Francia, Johnson se reunió con el presidente norteamericano Donald Trump, quien respalda su posición sobre el Brexit. Trump propuso un acuerdo comercial “muy grande” entre el gobierno norteamericano y el británico, para remplazar las relaciones especiales de los capitalistas británicos con la Unión Europea. Los gobernantes norteamericanos están ofreciendo un bloque contra sus competidores europeos, chinos, rusos e iraníes.

“Muchos trabajadores esperan que la ‘crisis del Brexit’ se termine”, dijo Bellamy. Ella señaló los ataques patronales contra los trabajadores y agricultores durante años, y explicó: “El pueblo trabajador no debe mirar hacia los gobernantes capitalistas, sus gobiernos y partidos políticos. Necesitamos nuestro propio curso político obrero independiente, uno destinado a forjar la unidad obrera en la lucha contra los patrones, impulsar la solidaridad y superar las divisiones que los gobernantes siembran entre nosotros. Este es un curso para aumentar la conciencia de clase y la autoconfianza de los trabajadores para impulsar la construcción de un movimiento para luchar por un gobierno de trabajadores y agricultores”.