LA HABANA — “Por ser solidaria y coherente con su historia de luchas y sacrificios, por ser hermana y compañera de los pueblos que resisten, a Cuba se le condena y sanciona sin límites”, dijo el presidente cubano Miguel Díaz-Canel Bermúdez en la sesión de clausura de la conferencia internacional “Manos fuera de Cuba”, celebrada del 1 al 3 de noviembre en esta ciudad.
“Nuestra Patria sufre hoy un estrechamiento criminal del cerco”, dijo Díaz-Canel. Washington está ampliando el uso de la Ley Helms-Burton, “que persigue y sanciona a terceros países” que tienen vínculos comerciales y bancarios con Cuba. Llamó la atención a las “prácticas de asedio, persecución y sanciones contra países, empresas y barcos que contribuyan a transportar combustible a Cuba”.
Pero el pueblo y el gobierno cubanos “no cederán jamás” a la presión del gobierno de Estados Unidos, ni cederán su asistencia internacionalista a Venezuela y otros países del mundo, dijo el presidente cubano.
El evento, organizado en respuesta a la intensificación de sanciones y amenazas económicas de Washington contra la Revolución Cubana, convocado por el Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos (ICAP) y la Central de Trabajadores Cubanos (CTC), atrajo a más de 1 300 delegados de 86 países de América, África, Europa y Asia.
La conferencia reunió a una pluralidad de participantes, incluidas delegaciones sindicales de Trinidad, Panamá, Brasil, Francia y otros países, así como trabajadores y estudiantes participantes en las actuales explosiones sociales en Chile, Ecuador y Haití. También participaron miembros de grupos solidarios de Estados Unidos y Canadá, activistas en la lucha para legalizar el derecho de la mujer a elegir el aborto en Argentina y ministros de gobierno actuales y anteriores de países de África, América Latina y el Caribe.
Junto a Díaz-Canel, en la tribuna de la sesión de clausura, se encontraban Raúl Castro, primer secretario del Partido Comunista de Cuba, y otros dirigentes cubanos de alto rango, así como el presidente venezolano Nicolás Maduro. La presencia de Maduro fue una confirmación de la negativa de la dirección cubana a romper sus lazos de solidaridad frente a los ataques dirigidos por Washington contra la soberanía venezolana.
Intensificados ataques de EE.UU.
El gobierno estadounidense y sus aliados están librando una guerra de propaganda, dijo Díaz-Canel, para tratar de racionalizar los ataques de Washington. Portavoces capitalistas culpan falsamente a los gobiernos cubano y venezolano de las protestas masivas en Chile y Ecuador. Pero es el sistema capitalista así como Washington y otros gobernantes imperialistas los que causan el desastre económico y social que genera estas convulsiones.
Respondiendo a las “burdas mentiras” de Washington, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, dijo en la sesión de apertura que lo que realmente preocupa a los gobernantes estadounidenses y sus aliados capitalistas en la región “es el ejemplo de la Revolución Cubana”.
También se dirigió al plenario de apertura el presidente del ICAP Fernando González. González fue uno de los cinco revolucionarios cubanos, “los Cinco Cubanos”, encarcelados en Estados Unidos hasta 16 años por su trabajo para defender a Cuba de ataques terroristas respaldados por Washington.
Tanto él como Rodríguez describieron la escalada de la guerra económica de Washington contra la Revolución Cubana, incluida la plena implementación de la Ley Helms-Burton por primera vez desde que fuera promulgada en 1996 por el presidente William Clinton. Washington ahora está aplicando el Título III de la ley que permite a ciudadanos estadounidenses demandar a terceros países e individuos y compañías cubanas que, según ellos, tienen conexiones con propiedades nacionalizadas en beneficio del pueblo cubano. El objetivo es evitar que empresas en Canadá, Europa y otros lugares mantengan lazos comerciales, de transporte y financieros con Cuba.
Rodríguez denunció la ampliación de las restricciones de Washington al comercio con Cuba, incluidos los barcos que visitan la isla, lo que está reduciendo los ingresos del turismo y ralentizando las importaciones de petróleo. En los últimos meses, Cuba se ha enfrentado a graves dificultades para adquirir combustible, lo que afecta los suministros de energía industriales y domésticos, dijo. Las colas de automóviles y camiones fuera de las estaciones de servicio confirman el impacto.
González respondió a la campaña de difamación de Washington contra la asistencia médica de Cuba a países de todo el mundo. Hoy, unos 29 mil médicos, enfermeros y otros voluntarios médicos cubanos trabajan en 65 países.
Durante la discusión plenaria de ,apertura, el delegado cubano Enrique Ubieta señaló que tal solidaridad internacional es el producto de la transformación de millones de cubanos lograda por una profunda revolución socialista. Ubieta es el autor de Zona roja, un libro sobre los más de 250 médicos, enfermeros y otros trabajadores de la salud voluntarios cubanos que lideraron con éxito la lucha de 2014 a 2015 para poner fin a la epidemia del ébola en África occidental. El punto de Ubieta sobre el carácter de la Revolución Cubana fue subrayado en un evento social y concierto para participantes de la conferencia, organizado por los Comités para la Defensa de la Revolución en el complejo habitacional obrero de Barbosa, en La Habana. Los CDR son organizaciones comunitarias que involucran a millones de personas del pueblo trabajador de Cuba. Los miembros de los CDR prepararon alimentos y bebidas para los delegados, invitándonos a sus hogares y entablando debates en las esquinas de las calles.
Roberto Guerra nos dijo que el complejo Barbosa de 54 edificios fue construido por brigadas de trabajo voluntario en la década de 1980 y que él fue uno de los brigadistas.
Solidaridad con Revolución Cubana
El segundo día de la conferencia, los delegados se dividieron en seis comisiones. Una de las más grandes, de unos 350 delegados, fue sobre “Solidaridad con Cuba y otras causas justas”. Se llevó a cabo en la Escuela Latinoamericana de Medicina (ELAM). En los 20 años desde su fundación, la escuela ha graduado a casi 30 mil médicos de 105 países. Actualmente, 1 200 estudiantes extranjeros de 80 países reciben allí capacitación médica gratuita y de calidad.
Los delegados internacionales fueron recibidos por cientos de estudiantes de la ELAM alineados en la acera. Los estudiantes organizaron un espectáculo musical nocturno y participaron en las sesiones de apertura y clausura.
El ministro de salud cubano, José Ángel Portal, habló de la colaboración médica de Cuba en todo el mundo, incluidas la lucha contra el ébola, la ayuda médica de Cuba a países devastados por desastres naturales desde Pakistán hasta Haití y la atención médica brindada a 25 mil niños afectados por la radiación en la explosión nuclear de Chernobyl en Ucrania.
Posteriormente, los delegados participaron en talleres regionales. La reunión de América del Norte fue presidida por Yamil Martínez del ICAP. Los participantes discutieron planes de actividades que incluyen acciones de solidaridad mensuales en curso en Canadá y Quebec, celebraciones a principios de diciembre para conmemorar el quinto aniversario de la puesta en libertad de los últimos Cinco Cubanos, y una conferencia contra el embargo en Norte América en marzo de 2020 que tendrá lugar en la ciudad de Nueva York. En su discurso de apertura, Martínez también llamó la atención a las brigadas de solidaridad con Cuba planeadas para la primavera y verano que vienen. Otros talleres discutieron planes coordinados para sus regiones.
En la reunión de América del Norte, Estela Vazquez, vicepresidenta del Local 1199 del sindicato de trabajadores de la salud y miembro de la Coalición Cuba Sí de Nueva York, señaló el aumento actual en las luchas de los trabajadores en Estados Unidos y como presentan una oportunidad para llegar a más personas con la verdad sobre la Revolución Cubana, dijo.
“La solidaridad no es caridad”, dijo Vázquez, citando al luchador por la libertad africana Amílcar Cabral. “Comienza con los intereses en común”.
Steve Clark, también miembro de la Coalición Cuba Sí y dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores, agregó que para llegar al pueblo trabajador los partidarios de la Revolución Cubana deben ir a las líneas de piquetes, organizaciones y vecindarios, con libros, periódicos y otros materiales que explican lo que está en juego para el pueblo trabajador en la defensa de la revolución.
En respuesta a las propuestas de algunos en el taller para centrarse en llamamientos a los miembros del congreso y candidatos para presidente del Partido Demócrata durante la campaña electoral de 2020 de Estados Unidos, Clark señaló que los 60 años de ataques de Washington contra la Revolución Cubana tienen un amplio apoyo bipartidista. Muchos de estos, desde la invasión organizada por Washington en la Bahía de Cochinos hasta la ley Helms-Burton, fueron llevados a cabo por administraciones del Partido Demócrata.
Este tema también se abordó en la sesión plenaria final de la conferencia. Después de leerse un borrador del Plan de Acción, un delegado de Puerto Rico propuso que se eliminara una frase que hacía un llamado a “No más Trump”. Las atrocidades del dominio norteamericano en Puerto Rico se han llevado a cabo igualmente bajo administraciones demócratas como republicanas, dijo Aleida Centeno del Partido Nacionalista, añadiendo que, como ejemplo, fue el presidente Barack Obama quien impuso la junta de “control fiscal” de austeridad a Puerto Rico. La declaración debería decir: “¡No más imperialismo estadounidense!”
Crisis social y política
En la sesión plenaria de apertura el canciller cubano Bruno Rodríguez dijo sentirse en el deber de alertar que se avecinan tiempos difíciles. La crisis social y política que está sacudiendo a América Latina fue objeto de debate durante toda la conferencia.
Los participantes de la conferencia condenaron unánimemente la intervención hostil y las medidas de Washington contra gobiernos soberanos en Venezuela y Bolivia, entre otros.
Al evaluar las perspectivas para impulsar los objetivos de la conferencia, algunos delegados argumentaron que la clave hoy en día es un mejor uso de las “redes sociales”. Hablando en la comisión sobre “Descolonización y guerra cultural”, el panelista Amauri Chamorro lanzó una nota de precaución.
“No podemos sustituir el puerta a puerta, el tú a tú”, dijo Chamorro, ex jefe de comunicaciones del anterior presidente ecuatoriano Rafael Correa. “No podemos engañarnos pensando que se ganan o se pierden las elecciones porque nuestra comunicación fue buena o mala”. Lo que se necesita es que “la política sea buena”, dijo.
Lucha anticolonial de Puerto Rico
La lucha por la independencia de Puerto Rico del dominio colonial de Washington fue otro tema de la conferencia. Cándida Valderrama, miembro de la vasta delegación de 50 miembros de Puerto Rico, dijo en la reunión que Washington “controla las esferas más importantes de la isla: aduana, inmigración, educación, banca, política laboral, telecomunicaciones, reglamento ambiental y comercio exterior”.
Una junta de control fiscal designada por el gobierno estadounidense ha aplicado recortes en los empleos y pensiones de los empleados públicos, el cierre de cientos de escuelas y otros ataques contra el nivel de vida del pueblo trabajador, dijo.
En la sesión plenaria de clausura, María de Lourdes Santiago, vicepresidenta del Partido Independentista Puertorriqueño, leyó la Declaración Final de la conferencia. Los delegados aplaudieron con entusiasmo su llamado a apoyar la lucha por la independencia de Puerto Rico.
Otros puntos en la declaración incluyeron saludar el largo historial de apoyo de Cuba a las luchas de liberación en todo el mundo, incluidas las de Angola, Namibia y Sudáfrica. La declaración se opuso a la destrucción ambiental causada por el sistema imperialista e hizo un llamado a apoyar la lucha por un estado palestino, la independencia para el pueblo del Sáhara Occidental del dominio marroquí y las conversaciones en curso entre los gobiernos de Corea del Norte y Corea del Sur.
La conferencia también adoptó una Declaración de Solidaridad, leída por la delegada estadounidense Gail Walker, directora ejecutiva de IFCO/Pastores por la Paz. La declaración subrayó el fracaso de Washington en su objetivo de más de 60 años: para “destruir la Revolución Cubana”.
La Declaración Final hizo un llamado a ampliar la oposición a la guerra económica de Washington contra Cuba y apoyar la lucha por la devolución a Cuba del territorio de Guantánamo, ocupado por la base naval norteamericana durante casi 125 años en violación de la soberanía de Cuba.
El Plan de Acción de la conferencia instó a los participantes a organizar actividades para decir la verdad sobre los ataques de Washington contra Cuba y sobre el ejemplo de la revolución socialista de Cuba.