Huelguistas resisten ataque de Asarco contra sindicato

Huelga entra a octava semana, no se prevé final

Por Seth Galinsky
y Bernie Senter
16 de diciembre de 2019
Striking copper workers picket at Asarco Ray Mine near Kearny, Arizona, in November.
United SteelworkersTrabajadores del cobre en huelga en mina Mission de Asarco en Arizona, en noviembre.

Al inicio de la octava semana de la huelga de 1 700 trabajadores contra la campaña antisindical de los patrones del cobre de Asarco, la compañía dijo que las negóciaciones han llegado a un “punto muerto”. Desde el 2 de diciembre ha estado implementando su “mejor, última y final oferta”.

La oferta final de Asarco incluye la duplicación o triplicación de los costos del seguro médico, la congelación de los salarios del 76 por ciento de los trabajadores —los cuales no han recibido un aumento en casi 10 años—, la congelación de las pensiones y la eliminación de protecciones a la actividad sindical en el trabajo que son parte del convenio. La compañía está empleando un número creciente de rompehuelgas y algunos trabajadores que han cruzado las líneas de piquetes.

En una carta a Asarco, Manny Armenta, subdirector del Distrito 12 del sindicato del acero USW  y negociador principal para los siete sindicatos involucrados en la huelga, se quejó de la “implementación unilateral” del  contrato y el rechazo de la compañía a negociar, y explicó que los sindicatos han puesto una nueva propuesta sobre la mesa.

“La intención de Asarco es sacar al sindicato del trabajo”, dijo el presidente del Local 937 del USW, Alex Terrazas, al Militante por teléfono el 30 de noviembre. Los sindicatos están “preparándose para la Navidad, solicitando solidaridad y asegurando que ninguna familia quede sin regalos”.

Los huelguistas en los cuatro complejos mineros de Asarco en Arizona y su refinería en Amarillo, Texas, continúan ganando una amplia solidaridad y ayuda.

Hay mucho en juego en la huelga. Asarco es la última empresa del cobre en Arizona que está sindicalizada en un momento en el que los patrones mineros de Asarco, Freeport McMoRan y Resolution Copper están invirtiendo miles de millones de dólares en la expansión de la producción del cobre.

Hay una larga historia de luchas por la protección sindical y la seguridad laboral de los trabajadores en las minas de cobre de Arizona, así como también de feroces ataques de los magnates del cobre con el respaldo del gobierno para bloquear los logros de los sindicatos.

Entre 1906 y 1907, unos 1 200 hombres fueron despedidos por luchar por un sindicato en las minas de cobre, muchos de ellos trabajadores de ascendencia mexicana y del sur de Europa. En julio de 1917, vigilantes armados al servicio de Phelps Dodge y otros patrones del cobre detuvieron a más de mil trabajadores del cobre que se encontraban en huelga por mejores salarios y condiciones de trabajo seguras y los “deportaron” al estado de Nuevo México. El gobierno de la ciudad de Bisbee montó guardias en todas las carreteras para asegurar que los “alborotadores” no pudieran regresar.

Eventualmente los trabajadores se sindicalizaron en los principales complejos de cobre del estado. Pero en 1983, Phelps Dodge decidió que ya no aceptaría los patrones establecidos por los acuerdos entre los sindicatos y las empresas Kennecott y Magma, y los trabajadores se vieron forzados a declararse en huelga.

Cuando los patrones trajeron esquiroles para reabrir su mina Morenci, mil huelguistas y partidarios bloquearon los portones y paralizaron la producción.

El gobernador de Arizona Bruce Babbitt, un demócrata, viajó al área y presionó a los sindicatos para que aceptaran un período de enfriamiento de 10 días, prometiendo que esto conduciría a un acuerdo aceptable.

Los huelguistas descubrieron que habían sido engañados. La mañana del 19 de agosto de 1983, un convoy de varios kilómetros de largo de tanques, otros vehículos, efectivos de la guardia nacional armados y unidades SWAT subieron hasta la entrada de la mina para asegurar que los esquiroles pudieran volver a trabajar.

En octubre de 1984, Phelps Dodge condujo una votación supervisada por el gobierno en la que se excluyó a los huelguistas, que descertificó al sindicato. Para febrero de 1986, la huelga había terminado oficialmente después de que la Junta Nacional de Relaciones Laborales rechazara la apelación de los sindicatos.

La solidaridad international

Los sindicatos involucrados en la huelga han presentado una queja por prácticas laborales injustas ante la Junta Nacional de Relaciones Laborales, la cual no ha dicho cuando la abordará. La solidaridad con la huelga es más necesaria que nunca.

“Apoyamos su lucha por aumentos salariales justos, prestaciones justas y trato justo después de años de austeridad y congelaciones salariales”, dice una resolución enviada por la división de Trabajadores de Minería y Energía de la CFMEU, uno de los sindicatos más grandes de Australia.

El sindicato de trabajadores agrícolas Fensuagro y el sindicato de trabajadores petroleros de la USO en Colombia, así como grupos indígenas y de afrocolombianos enviaron videos de solidaridad a los huelguistas de Asarco.

Los huelguistas están instando a que los partidarios se unan a las líneas de piquetes, que se mantienen las 24 horas, siete días a la semana. Inste a su sindicato a enviar una contribución generosa al fondo de huelga y a la despensa de alimentos, al Pima Area Labor Federation Community Services a través de paypal.me/palfcommunityservice.

Haga circular mensajes de solidaridad, tarjetas y saludos festivos para que los firmen compañeros de trabajo y envíelos a los huelguistas a palfchair@gmail.com.