‘Ejemplo de los Cinco Cubanos es producto de la revolución’

Por Sara Lobman
13 de enero de 2020
Nueva York, dic. 14. Evento celebra quinto aniversario de la excarcelación de los Cinco Cubanos, revolucionarios presos en Estados Unidos hasta por 16 años. Desde la izq., Ana Silvia Rodríguez, embajadora de Cuba ante la ONU; Ike Nahem, Coalición Cuba Sí; Mary-Alice Waters, presidenta de Pathfinder y dirigente del PST; y Martin Garbus, abogado de los Cinco Cubanos.
Militante/Mike ShurNueva York, dic. 14. Evento celebra quinto aniversario de la excarcelación de los Cinco Cubanos, revolucionarios presos en Estados Unidos hasta por 16 años. Desde la izq., Ana Silvia Rodríguez, embajadora de Cuba ante la ONU; Ike Nahem, Coalición Cuba Sí; Mary-Alice Waters, presidenta de Pathfinder y dirigente del PST; y Martin Garbus, abogado de los Cinco Cubanos.

NUEVA YORK — “La liberación de los Cinco Cubanos no fue regalo o concesión del gobierno de Estados Unidos”, dijo Ana Silvia Rodríguez, embajadora de Cuba ante Naciones Unidas, en un evento el 14 de diciembre. La ocasión fue la celebración del quinto aniversario de la liberación de Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Antonio Guerrero, los restantes tres miembros que todavía se encontraban en prisión el 17 de diciembre de 2014. Fernando González y René González habían cumplido sus sentencias y habían sido ya excarcelados. Fue “el resultado de una batalla permanente y victoriosa librada por todo un pueblo y sus familiares, por el gobierno cubano”, incluido el ex presidente Fidel Castro, quien “dirigió la batalla”.

Los Cinco Cubanos, como se les conoce, fueron arrestados en Florida en 1998 y acusados falsamente por el gobierno de Estados Unidos por sus acciones para proteger a Cuba de ataques dinamiteros y otros atentados organizados desde territorio estadounidense por contrarrevolucionarios respaldados por Washington. Recibieron sentencias que iban desde 15 años para René González hasta doble cadena perpetua más 15 años para Hernández.

El evento fue auspiciado por la Coalición Cuba Sí de Nueva York-Nueva Jersey. Participaron alrededor de 90 personas.

Ike Nahem de la coalición Cuba Sí inició el programa. Claudia de la Cruz, directora ejecutiva del People’s Forum, donde se celebró la actividad, presentó a la embajadora Rodríguez.

Cuba debe la libertad de los cinco héroes, dijo Rodríguez, a la campaña internacional de 15 años para exigir su liberación.

Estos cinco hombres “no buscaban premios o glorias personales. Solo estaban tratando de prevenir y detener los ataques terroristas contra su pueblo”, dijo la embajadora. “Nunca renunciaron a sus principios”.

Nancy Cabrero, ex presidenta de Casa de las Américas en Nueva York y veterana defensora de la Revolución Cubana, fue una de los moderadores. Ella describió muchas de las actividades realizadas en Nueva York en torno a la campaña por la liberación de los Cinco Cubanos.

Cabrero presentó a Mary-Alice Waters, quien mantuvo correspondencia con los Cinco Cubanos y editó varios libros sobre la lucha para liberarlos. Entre estos “Son los pobres quienes enfrentan el salvajismo del sistema de ‘justicia’ de EE.UU.”: Los cinco cubanos hablan sobre su vida en la clase trabajadora norteamericana, una entrevista con los cinco tras su regreso a Cuba. Waters es presidenta de la editorial Pathfinder y dirigente del Partido Socialista de los Trabajadores.

Waters recordó la “intensa alegría” que sintió ella y miles de personas al enterarse que Gerardo, Ramón y Antonio habían regresado al suelo cubano.

Ejemplo para trabajadores

Waters enfocó sus comentarios en el ejemplo político de los Cinco Cubanos para los trabajadores y jóvenes en Estados Unidos y en todo el mundo. A través de ellos, dijo, “vemos el verdadero carácter de la revolución socialista de Cuba: el tipo de hombres y mujeres que esa revolución ha forjado.

“Los mantuvieron presos durante tres administraciones: dos demócratas y una republicana”, dijo Waters. “Desde el interior de las prisiones federales en las que los mantuvieron, estaban en la primera línea de la lucha de clases en Estados Unidos”.

“Por su integridad y conducta, cada uno de los Cinco ganó el respeto de sus compañeros de prisión, y fueron estos trabajadores tras las rejas los que se convirtieron en su primera línea de defensa”, dijo.

Waters señaló que el 97 por ciento de las personas en las cárceles federales están allí debido a acuerdos de declaración de culpabilidad, es decir, fueron forzados a “firmar una declaración de culpabilidad” sin un juicio ante un jurado de sus pares. El simple hecho de que los Cinco insistieron en un juicio, dijo Waters, y se negaron a “cooperar” con los fiscales, los convirtió en personas confiables.

“Cuando regresaron a prisión de la corte de Miami en junio de 2001 después de recibir los veredictos de culpabilidad”, dijo, “fueron recibidos con un estallido de aplausos de sus compañeros de prisión”.

Tres de los cinco, Hernández, Fernando González y René González, fueron parte de la misión cubana en Angola para ayudar a derrotar al régimen del apartheid sudafricano y su ejército invasor. Alrededor de 425 mil cubanos fueron parte de este esfuerzo entre 1975 y 1991. Esto también les ganó el respeto de muchos prisioneros, especialmente de africano-americanos.

Al regresar a Cuba, dijo Waters, los Cinco pasaron un año visitando todas sus regiones, así como otros países, contrastando las brutalidades de la vida bajo el capitalismo norteamericano y su llamado sistema de justicia con los logros y la transformación de los seres humanos y de los valores sociales como resultado de la revolución socialista en Cuba.

Waters concluyó citando la respuesta de Guerrero a un estudiante cubano que preguntó de dónde sacaron los Cinco “la fuerza para crear arte” en la prisión. “Cualquiera puede escribir un poema”, respondió Guerrero. “Pero pasar 17 meses en el hueco y 16 años en prisión y crear pinturas que no contengan ni una pizca de odio o amargura, sino más bien optimismo, amor y libertad, eso es diferente. Eso es producto de la forma en que fuimos educados como revolucionarios. Es algo que pudimos lograr gracias a la revolución”.

El principal orador fue Martin Garbus, el abogado de los Cinco Cubanos después de la muerte en 2011 de Leonard Weinglass, quien había dirigido el equipo legal. Garbus, un conocido abogado litigante, publicó recientemente su libro Al norte de La Habana: La historia no contada de la política sucia, diplomacia secreta y el juicio de los Cinco Cubanos.

“Cuando visité a Gerardo en [la penitenciaría federal en] Victorville [California], se podía ver el respeto que todos tenían por él”, dijo Garbus. “Nadie tenía la reputación que tenían los Cinco. Fueron respetados por todos”.

“Conjuntamente los Cinco Cubanos pasaron 75 años en prisión”, dijo. “En todo ese tiempo, ninguno de ellos fue acusado de una sola infracción, una hazaña casi inconcebible en una prisión federal de Estados Unidos”.

Leyendo extractos de su nuevo libro, Garbus citó documentos del FBI y otras fuentes, algunos de expedientes del caso, otros más recientes, que exponen cómo los fiscales federales construyeron el caso amañado.

No hay nada nuevo sobre las “falsas noticias”, dijo Garbus. Explicó cómo periodistas del Miami Herald, cuyos artículos falsos e incendiarios difamaron a los Cinco Cubanos durante y después de su juicio, estaban en la nómina del gobierno de Estados Unidos.

Documentos producidos por el equipo legal de los Cinco muestran que la Oficina de Radiodifusión de Cuba del gobierno de Estados Unidos pagó miles de dólares a siete reporteros a partir de 1999, incluidos 80 mil dólares a cinco reporteros durante el juicio.

Ben Ramos, de ProLibertad y el Proyecto de Educación Popular, Bill Sacks del Partido Mundo Obrero, el ex Pantera Negra Tarik Haskins, encarcelado en prisión por 17 años y ahora con la Nación Universal Zulu y Yhamir Chabur, participante de la Brigada Venceremos de 2019 a Cuba presentaron mensajes de solidaridad. Se presentaron saludos grabados de Mumia Abu-Jamal, quien fue condenado bajo cargos falsos y encarcelado en Pensilvania en 1982, y ha tenido que luchar para poder recibir la atención médica que necesita.