LA HABANA — “Estos libros son importantes para comprender que en el país capitalista más poderoso del mundo, hay personas que están planteando la necesidad de una revolución socialista, un cambio radical del sistema”, dijo Silvio Jova, quien representó a la Central de Trabajadores de Cuba (CTC) en un evento celebrado aquí el 13 de febrero. “No es lo mismo ver a Estados Unidos de afuera. Ellos están allá. Y lo que pasa en Estados Unidos es un tema prioritario para nosotros en Cuba”.
Jova, miembro del consejo editorial de CTC, revista de la central sindical, habló en una presentación de tres libros publicados en inglés y español por la editorial Pathfinder. El evento fue parte de la Feria Internacional del Libro de La Habana, celebrada del 6 al 16 de febrero. Después de la feria, la CTC organizó otros dos encuentros en torno a estos títulos.
Los tres libros juntos “nos dan la oportunidad de presentarles el Partido Socialista de los Trabajadores”, dijo Mary-Alice Waters, dirigente del PST y presidenta de Pathfinder. “Delinean nuestro curso de acción y continuidad comunista en la lucha de clases de Estados Unidos y del mundo. Nunca habíamos tenido una oportunidad tan importante para hacerlo en Cuba”. (Las palabras de Waters se publicarán en una próxima edición del Militante).
Los títulos son El viraje a la industria: Forjando un partido proletario, de Jack Barnes, secretario nacional del Partido Socialista de los Trabajadores; Los tribunos del pueblo y los sindicatos, con escritos de dirigentes comunistas desde Carlos Marx, V.I. Lenin y León Trotsky hasta Farrell Dobbs y Jack Barnes; y Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, también de Barnes.
Unas 30 personas asistieron a cada una de las tres presentaciones. Al evento en la feria del libro concurrieron personas que habían visitado el stand de Pathfinder y querían aprender más sobre el movimiento comunista en Estados Unidos y a nivel mundial. También participó un buen número de personas que durante años han conocido y trabajado con miembros del PST y sus partidos hermanos en otros países.
Los dos encuentros organizados por el movimiento sindical se realizaron el 20 de febrero, uno en la sede nacional de la CTC y el otro en su centro administrativo. Asistieron jóvenes que trabajan para la central obrera así como dirigentes nacionales y cuadros veteranos de la CTC. Milexsy Guizado y Caridad Cabrera, responsables de relaciones de la CTC con movimientos sindicales en América, presentaron a los oradores invitados, y el secretario de relaciones internacionales Ismael Drullet habló en la primera actividad. En la segunda, Belkis Batista, secretaria del sindicato de los trabajadores en el edificio administrativo, dio la bienvenida a los invitados.
Waters fue la oradora principal, acompañada por Jova en dos de los eventos. Martín Koppel, editor de Pathfinder, habló sobre otro título presentado en la feria del libro, Zona Roja: Cuba y la batalla contra el ébola en África occidental, por Enrique Ubieta, y sobre su importancia para difundir la verdad sobre el ejemplo de la Revolución Cubana. Presidió Róger Calero, también editor de Pathfinder.
Continuidad del movimiento comunista
Los tres eventos fueron animados intercambios. Un hilo conductor en todos los eventos fue la observación que hizo más de una persona: “Yo solía pensar en ustedes como la editorial Pathfinder, con sus libros sobre política revolucionaria. Pero ahora veo mejor quiénes son las personas detrás de esos libros: que ustedes son miembros de un partido que hace trabajo político como comunistas en Estados Unidos”.
En el evento de la feria del libro, Jova dijo que al leer Los tribunos del pueblo y los sindicatos aprendió cosas nuevas sobre la continuidad del movimiento obrero revolucionario.
“En ese libro, el artículo de Marx sobre los sindicatos es breve pero tiene una vigencia que sorprende en pleno siglo XXI”, dijo. Y los escritos de Farrell Dobbs y Jack Barnes, dirigentes del PST, “han mantenido la misma línea política”. Muchos cubanos se sorprenden al enterarse de que existe un partido que lleva a cabo una perspectiva comunista en el seno de la clase obrera de Estados Unidos, señaló, pero estos libros “no son de ciencia ficción. ¡Es una realidad!”
Asimismo, El viraje a la industria: Forjando un partido proletario “fue para mí una sorpresa agradable”, dijo. El libro describe el trabajo político concreto de “un partido en Estados Unidos que aspira al poder de los trabajadores”.
En Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero, Jova dijo, “Encontré muchas cosas que no conocía”. Le impresionó lo que aprendió sobre la fuerza y resistencia de un siglo y medio de luchas de los africano-americanos, desde la Guerra Civil y la Reconstrucción Radical hasta Malcolm X y el día de hoy.
Destacó la importancia de Malcolm X. En Cuba, apuntó, “muchas veces rendimos homenaje a dirigentes negros como Martin Luther King, que fue un hombre valiente. Pero King nunca se catalogó de revolucionario. Malcolm X sí lo fue”.
“Me alegró que en el libro también se mencione a Robert Williams”, dijo. Siendo estudiante de secundaria, Jova conoció al luchador pro derechos de los negros en 1962, en una época cuando Williams residía en Cuba. “Él dio una conferencia en el Instituto de La Habana donde yo estudiaba”.
Este libro también es pertinente para Cuba, comentó Jova en una de las actividades de la CTC. La lucha por erradicar el legado de la opresión racista “es un problema que, como dijo el presidente [Miguel] Díaz-Canel, tenemos que seguir trabajando”. Se refería a una nueva comisión gubernamental, encabezada por el presidente, para supervisar un Programa Nacional Contra el Racismo y la Discriminación Racial.
Jova también instó al público a que leyera el artículo del dirigente comunista ruso León Trotsky, “Los sindicatos en la época de la decadencia imperialista”, que aparece en Los tribunos del pueblo y los sindicatos. Para algunos cubanos de las generaciones mayores, dijo: “el pecado mayor de Trotsky —por el que no lo podíamos leer— fue decir que si la Unión Soviética continuaba por el camino que seguía, iba a volver al capitalismo. ¡Parece que acertó! Tenemos que leer a Trotsky, y este es uno de los pocos libros que tenemos para leer lo que realmente decía Trotsky”.
Desde mediados de los años 20 hasta que fue asesinado en 1940 por agentes de la dirección estalinista contrarrevolucionaria en la Unión Soviética, Trotsky lideró la lucha para continuar el curso internacionalista de Lenin.
El viraje a la industria del PST
Waters comenzó abordando El viraje a la industria: Forjando un partido proletario. “Sin el viraje a la industria, que los cuadros del Partido Socialista de los Trabajadores comenzaron a mediados de los años 70, no hubiera sido posible la línea de marcha que también se presenta en los otros dos libros”, dijo. La construcción de un partido que no solo es proletario en su programa y acción, sino que está compuesto en su gran mayoría de trabajadores en fábricas, depósitos ferroviarios, minas y refinerías, es lo que “forjó al PST —y la claridad política de sus cuadros— hoy”.
Los tribunos del pueblo y los sindicatos explica “por qué el trabajo de fortalecer y transformar los sindicatos no solo es esencial para la unidad combativa y capacidad de impacto político de la clase trabajadora. También es fundamental para forjar un partido revolucionario”, dijo Waters.
Pero nuestro trabajo ni comienza ni termina ahí, dijo. Un partido proletario “usa toda manifestación de la opresión capitalista para explicar por qué los trabajadores y nuestros aliados podemos descubrir y descubriremos nuestras propias capacidades y nuestro valor propio” y empezaremos a romper con la dependencia del gobierno de los gobernantes capitalistas y sus partidos políticos.
Waters señaló que Malcolm X, la liberación de los negros y el camino al poder obrero destaca el papel de vanguardia de los trabajadores que son negros en las luchas del pueblo trabajador en Estados Unidos, desde la Guerra Civil hasta el presente. Explica “por qué solo la conquista revolucionaria del poder por la clase trabajadora hará posible la batalla final por la libertad del pueblo negro —como ustedes demostraron aquí en Cuba— y abrirá paso a un mundo basado, no en la explotación, la violencia y el racismo, sino en la solidaridad humana. Un mundo socialista”.
Por qué la clase trabajadora
En el evento de la feria del libro, un miembro del público le preguntó a Waters por qué se enfocaba en la clase trabajadora en la lucha por transformar la sociedad. “¿Y por qué no médicos y científicos?”, preguntó.
Waters señaló que en Cuba el pueblo trabajador ha desempeñado el papel decisivo en la revolución socialista. “¿Cuál fue la composición del Ejército Rebelde al mando de Fidel [Castro]? En su gran mayoría trabajadores y campesinos. Fueron los trabajadores y campesinos quienes se movilizaron para tomar las fábricas, haciendas y otras propiedades capitalistas, y quienes en 1961 derrotaron a los mercenarios de Washington en Playa Girón. Al mismo tiempo, la mitad de los médicos abandonaron Cuba después del triunfo de 1959. Es la clase trabajadora la que ha sido decisiva para la defensa y el avance de la revolución en cada momento decisivo hasta el día de hoy”.
Dijo que en Estados Unidos y otros países imperialistas, “es solo al tener un partido compuesto en su gran mayoría de trabajadores que podremos mantener la trayectoria proletaria revolucionaria que se necesita para dirigir una revolución socialista”.
Jova comentó que había leído el discurso del Estado de la Unión del presidente estadounidense Donald Trump, “y me llamó la atención cuántas veces él habló de trabajadores, empleos, salarios, hasta de sindicatos”.
Waters respondió que “Trump habla sobre esos problemas reales porque busca votos entre el pueblo trabajador”. Hay receptividad hacia lo que dice “porque las condiciones bajo Clinton, Bush y Obama fueron devastadoras para la clase trabajadora”, y él afirma que su administración está haciendo algo al respecto.
“Pero ni Trump ni ninguna otra administración demócrata o republicana va a hacer otra cosa que no sea defender los intereses de la clase capitalista”.
Cubanos resisten ataques de EEUU
En uno de los encuentros auspiciados por la CTC, el secretario de relaciones internacionales Ismael Drullet dijo, “Estos libros nos sirven mucho en el movimiento sindical cubano” para conocer las experiencias del pueblo trabajador en Estados Unidos. Comentó que hoy en Cuba los trabajadores están resistiendo la intensificación de sanciones económicas de Washington, que han provocado escaseces de combustible y otras necesidades.
Elena Chagues, jefa del departamento de educación y propaganda de la CTC, dijo que lo que Washington odia de Cuba es que “aquí la clase obrera está en el poder. La clase alta de Estados Unidos quiere forzarnos a devolverles las industrias que nacionalizamos. Pero los trabajadores en Cuba estamos defendiendo lo que conquistamos”.
Refiriéndose a Zona Roja: Cuba y la batalla contra el ébola en África Occidental, Chagues dijo que era importante responder a los ataques de Washington contra los voluntarios médicos internacionalistas. “Nuestros médicos llevan su solidaridad a los pueblos del mundo, contra cualquier obstáculo. Es una de las cosas que fortalecen nuestra revolución”.
Ernesto Rodríguez, jefe de relaciones internacionales de la CTC para África, señaló que la política de la administración Obama hacia Cuba, incluyendo menos restricciones a los viajes a la isla, fue diseñada “para influir en el pueblo cubano y hacer que renunciáramos a nuestros principios. Pero eso no iba a funcionar”. Por eso la actual administración regresó a medidas más severas para tratar de asfixiar la economía cubana, dijo.
Rodríguez preguntó cómo los trabajadores en Estados Unidos pueden defender sus intereses frente a la ofensiva capitalista. “Usted señaló que la afiliación sindical en el sector privado era la más baja en todo un siglo”, dijo. “Es porque los trabajadores en Estados Unidos no creen en sus dirigentes. ¿Por qué no eligen a una dirección nueva?”
Róger Calero dijo, “Los ataques de los gobernantes norteamericanos contra la clase trabajadora se remontan décadas atrás. Hoy no hay luchas muy grandes, pero los trabajadores están buscando maneras de usar su fuerza colectiva para defender sus intereses.
“Están respondiendo a problemas inmediatos como los ataques a sus salarios y beneficios”, dijo Calero. Pero en el transcurso de las luchas, “muchos trabajadores se ven atraídos a conclusiones más amplias. Es mediante estas batallas, con el tiempo, que se va a desarrollar una nueva dirección en los sindicatos. Y un partido comunista que se integra a esas luchas es una parte necesaria de ese proceso”.
Carlos Martí, quien trabaja en el complejo administrativo de la CTC, planteó, “Yo sé que los partidos Demócrata y Republicano se parecen mucho, son casi lo mismo. ¿Pero qué opinan de la campaña de Bernie Sanders para ser el candidato presidencial demócrata? ¿Comparten alguna parte de su plataforma?”
“No compartimos nada con Sanders”, respondió Waters. “No apoyamos a ningún candidato o partido capitalista. Jamás. Sanders no es socialista. Pertenece a uno de los dos principales partidos imperialistas en Estados Unidos. Su programa consiste en reformar el capitalismo, y dice que su modelo es el ‘socialismo escandinavo’”.
Solidaridad con Revolución Cubana
Lázaro Calderín, secretario del núcleo del Partido Comunista de Cuba entre los trabajadores del complejo administrativo, habló de sus intercambios con delegaciones de grupos norteamericanos que se consideran amigos de Cuba. “Una vez me preguntaron, ‘¿Cuándo va a cambiar Cuba? ¿Cuándo van a tener varios partidos en vez de uno solo? ¿Hasta cuándo va a estar Fidel en la dirección del partido?’”
“A mí eso me molestó”, dijo Calderín. “Les dije, ‘¿Cuándo van a cambiar el partido gobernante de ustedes? Porque ustedes realmente tienen un solo partido en Estados Unidos. No veo diferencia entre los republicanos y los demócratas’”.
Caridad Cabrera dijo que frente a las presiones económicas de Washington contra el pueblo cubano, “la solidaridad que recibimos de todo el mundo es muy importante. ¿Qué más puede hacer el movimiento de solidaridad para que levanten el bloqueo norteamericano?”
Waters respondió, “Lo que nos impresionó durante esta visita a Cuba fue el espíritu resuelto del pueblo trabajador para resistir las intensificadas presiones imperialistas. Hoy es más evidente que durante los años de Obama, cuando aquí había muchas ilusiones de que su administración representaba un verdadero cambio, que quería ayudar al pueblo cubano”.
Dentro de la clase dominante de Estados Unidos, dijo, existen dos puntos de vista básicos de cómo destruir la Revolución Cubana. “Obama dijo que Washington no había logrado ese objetivo durante las décadas de guerra económica, y que era hora de intentar una política diferente”: aumentar el turismo y exponer a Cuba más a las presiones del mercado capitalista mundial. “Entonces llegó la administración Trump y dijo, “No, eso no funciona, tenemos que sofocar al pueblo cubano’.
“Sería una mentira decir que esta situación va a cambiar a corto plazo”, dijo Waters. “El movimiento de solidaridad no tiene la fuerza suficiente en ninguna parte del mundo para cambiarla. Las condiciones solo van a cambiar cuando haya un fuerte ascenso de luchas obreras en Estados Unidos y otros países. Cuando haya luchas revolucionarias en América Latina, África y otras partes del mundo. Después de Cuba, no ha triunfado otra revolución socialista, y hoy día no hay luchas revolucionarias que avanzan en ninguna parte. Esa realidad pesa mucho sobre los trabajadores: sobre ustedes en Cuba y sobre nosotros en Estados Unidos”.
¿Qué podemos hacer hoy? “Mantener el rumbo. Que la clase trabajadora siga luchando —tanto aquí como en Estados Unidos— por lo que sabemos es el único camino para avanzar: el camino hacia un mundo socialista”, dijo.
“Cuba está rodeada por el capitalismo: entra por todas las puertas y ventanas. Sabemos que son condiciones difíciles. Pero lo decisivo es lo que ustedes han hecho por más de 60 años: luchar por mantener su curso revolucionario. Eso es lo que vuelve locas a las potencias imperialistas. De ahí su odio a Fidel y su violencia contra el pueblo cubano”.
En Estados Unidos, concluyó Waters, “lo más importante que podemos hacer hoy es sumarnos a las luchas sociales y políticas del pueblo trabajador, al tiempo que explicamos la verdad sobre el ejemplo que representa para nosotros la Revolución Cubana. Forjar una vanguardia entre el pueblo trabajador que, a medida que se desarrolle la lucha de clases, pueda dirigir una revolución socialista en Estados Unidos”.