Ante una supuesta futura “escasez de mano de obra” debido a posibles casos del coronavirus entre sus empleados, los patrones de los ferrocarriles exigieron de la Administración Federal de Ferrocarriles (FRA por sus siglas en inglés) exenciones de las reglas de mantenimiento y seguridad. La agencia se las concedió de inmediato.
Estas extensiones incluyen reducciones en las inspecciones de las vías y el equipo y permite que los patrones utilicen tripulaciones que no estén calificadas para trabajar en una ruta particular o en un patio determinado, cuando “documenten” una escasez de mano de obra.
Yo trabajo como conductora de trenes de carga en Nueva Jersey, y soy miembro del sindicato ferroviario Brotherhood of Locomotive Engineers and Trainmen (BLET). Hay mucha discusión entre los trabajadores ferroviarios sobre este regalo que el gobierno le ha dado a nuestros patrones.
Les digo a mis compañeros de trabajo que las filas de nuestros sindicatos deben organizarse para exigir que los trabajadores cesanteados regresen a trabajar ya; que la compañía entrene a las tripulaciones antes de trabajar en áreas inusuales; y que aumenten las inspecciones y reparaciones de las locomotoras para proteger la seguridad tanto de los trabajadores ferroviarios como del público.
Durante los últimos años, los ferrocarriles norteamericanos han aumentado sus márgenes de ganancia despidiendo a mecánicos y conductores, acelerando las operaciones, operando trenes cada vez más largos y exprimiendo a sus clientes. Más de 20 obreros ferroviarios murieron en el trabajo el año pasado.
“En los últimos seis meses, el 60 por ciento de los trabajos ferroviarios aquí en Lincoln han sido eliminados, casi 150 trabajadores han sido cesanteados”, dijo al Militante Lance Anton, conductor y miembro del sindicato SMART-TD en Nebraska.
“Definitivamente aprovecharán esta exención para avanzar en sus planes”, me dijo Robin Smith, maquinista y miembro del sindicato SMART-TD en Pensilvania. “Estar calificado para trabajar en el terreno es crítico para la seguridad. Significa saber dónde se encuentran las pendientes, las señales y los cruces de carreteras. También implica poder dirigir ayuda de emergencia al lugar donde te encuentras durante un derrame, un incendio o una emergencia médica”.
Travis Zuluaga, miembro de BLET en el área de Albany, Nueva York, explicó que “hubo un momento en que una compañía ferroviaria dijo a sus trabajadores de mantenimiento que tenían siete minutos para arreglar cada locomotora que entraba al taller”.
“No es infrecuente en los ferrocarriles que las locomotoras en servicio tengan problemas de seguridad graves. A veces, los maquinistas indican que las locomotoras necesitan trabajo”, dijo, “pero son puestas en servicio de nuevo sin resolver los problemas”.
“Sabemos que el trabajo se puede realizar de forma segura”, dijo Anton. “Pero solo cuando los trabajadores tienen control sobre las condiciones de trabajo”.
La semana pasada una locomotora se incendió en el oeste de Nueva Jersey rumbo a Pensilvania. Luego, al día siguiente, en el mismo lugar, chispas de un tren quemaron la vegetación a ambos lados de la vía por casi cinco millas. Fue solo por suerte que nadie resultó herido o hubo un daño mayor.
La Administración Federal de Ferrocarriles reportó más de 1 200 descarrilamientos en 2019, más de la mitad de ellos atribuidos a fallas en los equipos o en las vías. Y todo eso fue antes de que los patrones ferroviarios obtuvieran la aprobación del gobierno para reducir aún más las inspecciones.
Ataque a tripulaciones, condiciones
Durante años, para aumentar sus ganancias los patrones ferroviarios han estado tratando de reducir el tamaño de la tripulación. Las empresas ferroviarias de Clase 1 están desarrollando una gran campaña para eliminar a los conductores, alegando que sus responsabilidades pueden ser asumidas por computadoras. Una sección de la exención de la FRA permite que un tren operado por un maquinista calificado pueda funcionar a la velocidad máxima sin restricciones, incluso cuando lo esté operando con un conductor que no está calificado en el área. Esta exención muestra la afinidad de la FRA con la campaña de los patrones para eliminar a los conductores.
Yo digo, usemos nuestro poder sindical para luchar para limitar la cantidad de vagones por tren y duplicar el tamaño de la tripulación, y tener una locomotora o furgón de cola en la parte trasera.
Los patrones ferroviarios, como todos los patrones, están utilizando la actual crisis social y económica para maximizar sus ganancias a expensas de los trabajos y de las condiciones laborales.
Tenemos que esforzarnos para reducir las divisiones promovidas por los patrones y aprender a usar el poder sindical para luchar por el control obrero sobre la producción y el transporte.
“Los maquinistas y los conductores trabajan juntos pero la compañía los ha dividido”, explica Zuluaga. “Necesitamos un solo sindicato que represente a ambos”. Yo añadiría que necesitamos un sindicato para todos los trabajadores ferroviarios de toda la industria, incluidos los choferes de vehículos que transportan a las tripulaciones. Mientras tanto, todos podemos luchar juntos.
El año pasado, conductores e ingenieros en Framingham, Massachusetts, organizaron una huelga de celo en el patio del ferrocarril CSX allí porque la gerencia los estaba presionando a acelerar el trabajo. El otoño pasado, el Local 1409 del sindicato SMART organizó una línea de piquetes informativa en el centro de Kansas City, Missouri, para explicarle al público cómo los patrones ferroviarios de Union Pacific están despidiendo a trabajadores y amenazando la seguridad ferroviaria en el área.
Podemos aprender de ejemplos como estos y organizarnos para usar nuestro poder sindical para luchar. Los miembros es el sindicato. La unión es cuando nos pongamos de pie juntos y digamos “no”.
Una estrategia sin salida es poner recursos sindicales en la elección de políticos “amigos de los trabajadores”, que supuestamente promoverán leyes para “ayudarnos”. Esto incluye intentos para lograr que las legislaturas estatales aprueben leyes que requieren tripulaciones de dos personas en los trenes en sus estados. Estos esfuerzos continúan aún meses después que la Administración Federal de Ferrocarriles reafirma que los estados no tienen jurisdicción sobre los ferrocarriles. La clase trabajadora nunca ha ganado nada de esta manera. Esta perspectiva fútil es la causa de los menguantes números de miembros en los sindicatos y de los crecientes ataques a nuestros salarios y condiciones laborales.
Por un partido obrero nuestro
Yo apoyo el llamado por un partido obrero que organice a los trabajadores, sindicalizados y no sindicalizados, para defender los intereses de todos los explotados y oprimidos. Necesitamos luchar por el control de la producción por parte de los trabajadores. Estos son puntos claves de la campaña de Alyson Kennedy y Malcolm Jarrett, candidatos del Partido Socialista de los Trabajadores para presidente y vicepresidente, y todos los candidatos del PST en 2020.
Hoy tenemos que forjar solidaridad con otros trabajadores donde sea que estén organizando una lucha para defender las condiciones y los salarios. “Un ataque contra uno es un ataque contra todos”.
Candace Wagner es la candidata del Partido Socialista de los Trabajadores para el congreso por el Distrito 8 de Nueva Jersey.