Miles de personas se congregaron en el Parque Victoria en Hong Kong el 4 de junio para honrar a los que dieron su vida luchando por los derechos políticos en la Plaza de Tiananmen en China en 1989. Apartaron las barreras de la policía, y desafiaron una prohibición del evento por el gobierno pro-Beijing.
La concentración de 10 mil personas se desarrolló sin interferencias, simultáneamente con vigilias en otras partes de la ciudad. Los manifestantes corearon: “¡Lucha por la libertad! ¡Apoya a Hong Kong!” e “Independencia para Hong Kong! ¡La única salida!”
“Luchamos por las mismas cosas que exigían [en la Plaza Tiananmen] hace 31 años”, dijo Hammond Tong, de 24 años, al Washington Post. “No debemos olvidar, ni podemos dejar de pelear”.
Durante más de un año, cientos de miles de trabajadores se han movilizado en las calles de la ciudad para luchar contra una serie de restricciones a sus derechos y para exigir un mayor control sobre el gobierno local.
Los gobernantes chinos han seguido aumentando su control sobre la ciudad. Recientemente pasaron por alto a la legislatura de Hong Kong para imponer nuevas medidas represivas de “seguridad nacional”. Pretenden asestar golpes al movimiento por los derechos políticos en Hong Kong y minimizar su efecto en millones de trabajadores y agricultores en la propia China.