El 15 de junio tropas de la India y de China combatieron por el control de una región fronteriza en disputa en las montañas del Himalaya. Usando armas de mano improvisadas fue el enfrentamiento más mortífero en casi seis décadas. Las tensiones entre los gobernantes de los dos países más poblados del mundo continúan aumentando.
Washington espera que la asertividad del régimen chino en la región lleve a los gobernantes de la India a profundizar una alianza más profunda con los imperialistas norteamericanos.
En el enfrentamiento ocurrido en el valle de Galwan, unos 600 soldados combatieron cuerpo a cuerpo durante varias horas. Según un acuerdo de 1966, ninguno de los dos bandos puede portar armas de fuego en la zona, así que utilizaron piedras, garrotes cubiertos con alambre de púas y barras de acero con clavos incrustados. En semanas recientes ambos bandos han amasado efectivos a lo largo de la frontera de 2 170 millas. Ambos culpan al otro de iniciar la violencia.
Unos 20 soldados indios murieron en la confrontación. Los oficiales chinos admitieron tener algunos heridos, pero no muertos. Los medios de comunicación de la India y fuentes de inteligencia norteamericanas alegan que el número de soldados chinos muertos fue más alto. Beijíng dijo que no daría conocer cifras para no “avivar la opinión pública”.
A pesar de su ubicación remota, la frontera ha estado en disputa desde principios del siglo XIX, cuando los gobernantes de Gran Bretaña, Rusia y China reclamaron el dominio de distintas partes de la región. La sangrienta guerra entre Pakistán e India en 1947 dejó la frontera entre India y China en disputa. La invasión y ocupación del Tibet por Beijíng en 1950 trajo la frontera china a la región montañosa contigua a la India.
Beijíng y Nueva Deli tienen reclamaciones superpuestas por la meseta de Akasai Chin fronteriza con la provincia china de Xinjang y de Ladakh en el noreste indio. En 1962, los gobernantes de India y China libraron una guerra en esa área.
El enfrentamiento el 15 de junio sucede en medio de otras disputas entre Beijíng y otros gobiernos de la región, así como con Washington. Los pasos de los gobernantes chinos para extender su alcance en el sur de Asia, han provocado alarma en la clase gobernante india.
Cerca de la zona de la confrontación, Beijíng está construyendo una autopista entre China y Pakistán bajo su iniciativa de la Ruta de la Seda. La región está sumida en disputas: la continua ocupación de Tibet por Beijíng; la brutal opresión china de los Uighurs, un pueblo musulmán en Xinjiang; y los conflictos entre los gobernantes de Pakistán e India sobre la división de Cachemira.
Los gobernantes de la India han aumentado sus llamados al patriotismo en respuesta a la creciente influencia de Beijíng. Después del enfrentamiento hubo protestas por toda India pidiendo un boicot de los productos chinos.
En 1985, la economía china tenía el mismo tamaño que la de la India. Hoy es cinco veces más grande. El gasto militar de Beijíng que en 1989 estaba a la par del de Nueva Deli, hoy es tres veces más grande.
El comercio entre India y China ha crecido de 3 mil millones de dólares en 2000 a más de 95 mil millones en 2018, con un gran déficit comercial a favor de Beijíng. Pero en 2019 Estados Unidos reemplazó a China como el socio comercial más grande de la India.
Hacia una alianza con Washington
En abril, Nueva Deli endureció sus leyes de inversiones extranjeras dirigidas al capital chino. En noviembre del año pasado el gobierno de Modi se retiró de la Asociación Económica Integral Regional, el bloque comercial de Beijíng en Asia. El gobierno indio anunció que tenía también planes para cancelar el enorme contrato ferroviario con una empresa china.
Como otros aliados de Washington, está previsto que el gobierno indio no le permita a compañías tecnológicas como Huawei, participar en la construcción de la nueva red de comunicaciones 5G.
Los gobernantes norteamericanos y sus aliados en la región están tratando de atraer a Nueva Deli a que colabore en los esfuerzos para contrarrestar a Beijíng. Los dirigentes de India y Australia acaban de firmar un acuerdo militar que le permite a las fuerzas indias el uso de bases en Australia y viceversa. Se espera que la armada australiana participe en ejercicios conjuntos con fuerzas de India, Estados Unidos y Japón. La intención de esta muestra de fuerza es servir de advertencia a la creciente proyección del poderío naval de Beijíng en el Océano Índico.